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Columna
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Entre Claudia y Duque

El optimismo de fin de año se fue en pocas horas y viene una Colombia lleno de incertidumbres de cara a las elecciones de 2022

Ariel Ávila
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en un evento con comunidades indígenas en la capital colombiana.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, en un evento con comunidades indígenas en la capital colombiana.DPA vía Europa Press (Europa Press)

En los últimos días, se ha visto el enfrentamiento entre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, y el presidente Iván Duque. Nuevamente, hay un choque de modelos de sociedad, un choque entre dos proyectos políticos y, sobre todo, un choque entre dos de las fuerzas políticas más importantes del país. Todo estalló en diciembre pasado. Por un lado, la alcaldesa López cometió dos errores: permitió algunos eventos masivos desde el 7 de diciembre y luego anunció unas vacaciones en pleno pico de la pandemia. La presión mediática fue tan dura que debió adelantar su regreso. Por otro lado, con el presidente Duque, como siempre, pasa muy poco; anunció la reconstrucción de la Isla de San Andrés y el ritmo es bastante lento. Tampoco se sabe la fecha de inicio de la vacunación y la fecha exacta de la llegada de las vacunas. En fin, Colombia avanza a un ritmo brutal de contagiados y muertos y no hay claridad sobre el proceso de vacunación. Además, el sistema hospitalario está a tope: en las tres principales ciudades del país la ocupación de las UCI ronda el 90% y aún se esperan al menos dos semanas complejas, para luego comenzar a descender.

Sobre los debates de ambas personalidades pasó lo de siempre, se castigó fuertemente a la alcaldesa Claudia López por unas vacaciones que no iban a cambiar, en nada, el ritmo de la pandemia. Memes, vídeos de humor y comentarios salidos de tono se hicieron comunes. Pero fue solo hasta hace unos pocos días cuando ese debate mediocre se superó y la población comenzó a cuestionar al presidente por el tema de las vacunas y el mal manejo de la pandemia. Colombia acumula más de 45.000 muertes por la covid-19 y más de 1.7 millones de casos. A pesar de tener una de las cuarentenas más largas en el mundo, de tomar una serie de medidas al inicio de la pandemia, desde julio la situación comenzó a deteriorarse y el segundo pico llegó en diciembre. El manejo de la pandemia fue un completo fracaso. Para finales del 2021 los muertos podrían ser más de 100.000 personas y se cree que, en el mejor de los casos, solo el 40% de la población colombiana estará vacunada para finales de año.

Uno de los principales problemas es que la informalidad de la economía y la falta de ayudas desde el Estado impide que la población se encierre, a eso se le suma la indisciplina social de las fiestas decembrinas y todo se complica. Ante la gravedad de la situación, con un sistema sanitario llegando al máximo y problemas económicos para la mayoría de la población, pues, como es normal, se comienzan a buscar responsables.

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Si bien las vacaciones de la alcaldesa dieron de que hablar durante varios días, lo cierto es que la mayor responsabilidad recae sobre el presidente, quien concentró el manejo de la pandemia en sus manos. Tiene un programa de televisión todos los días y dice que todo va en orden. Sin embargo, los resultados en números son pobres, tanto en temas de salud como económicos. A la alcaldesa se le culpa de no ampliar aún más las UCI, pero esa ampliación tiene un límite, el tema no son solo los ventiladores, también la capacidad humana y los medicamentos. Así que, si bien durante el primer pico la ampliación fue rápida, durante el segundo eso no es tan fácil.

El dilema es que el optimismo de 2021 se fue en pocas horas, y de aquí en adelante viene un país lleno de incertidumbres y, sobre todo, de cara a las elecciones nacionales de 2022. Por un lado, Iván Duque ha hecho de la pandemia su estrategia para evitar el desplome en imagen de su Gobierno. Además, sabe que el Partido Verde, al cual representa la alcaldesa, es uno de los más fuertes para las elecciones de 2022. Por su parte, la alcaldesa sabe que, si a ella le va bien en la gestión del Gobierno, su partido podrá tener muy buenos resultados en el 2022, pero si sale mal evaluada para finales de 2021, los resultados electorales podrían ser desastrosos. Todo es un cálculo electoral.

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