Rosalía y C. Tangana: de los ex no se habla

En una entrevista en Rockdelux C. Tangana ha dicho de Rosalía: “La obsesión ahora mismo con Rosalía es tanta que citarla como referencia es aburridísimo. Es como decir ‘me gusta la Coca-Cola’ (...) Muy bien. Molaba hace cuatro años cuando nadie la conocía. Ahí, sí. Una mujer vestida de rojo, ¡wow! Yo entiendo que la gente esté obsesionada con Rosalía. A mí me ha pasado. Yo estuve obsesionado con Rosalía hace cuatro o cinco años. Algún día se os pasará. La gente dejará de ver a Rosalía en las manchas del gotelé”.

Son frases que han llamado mucho la atención. Pudiera parecer, en el mundo panda que nos están construyendo a fuerza de interpretar ofendidísimamente cualquier frase, que C. Tangana habla con desprecio o resentimiento de Rosalía. A mí no me parece que hable bien o mal: creo que dice que es un coñazo la obsesión con ella, y que tenía sentido hace años, cuando le ocurrió a él. Es una declaración vulgar: molaba cuando me molaba a mí, ahora que os mola a todos ya no; es tan típico que sorprende que aún se digan estas cosas: todavía para algunos el arte, para serlo, no depende de quien lo haga, sino de quien lo vea. Pero ataque a Rosalía, no veo. Sí noto cansancio de que cada vez que saque algo él, se le pregunte o compare con ella; normal. Pero él mismo acaba comparándola con la Coca-Cola. Es un piropo bellísimo. No sé de qué otra forma mejor se puede decir de alguien que es una artista universal.

Hay, sin embargo, un matiz interesante. El matiz por el cual las declaraciones se han hecho virales. C. Tangana es el exnovio de Rosalía. De los ex, como es sabido, no se habla. O más bien se habla todo el rato, pero sin una cámara delante. Es decir, de los ex no se habla si ellos, ella en este caso, se van a enterar. Ni se les deja de seguir en redes sociales, ni se les bloquea en WhatsApp, ni se cuelgan fotos en las que aparentar felicidad para decirles lo bien que estás ahora. Ni se hacen públicamente comentarios como “por fin alguien me entiende” o “ahora sí que sí”. La única excepción a esta regla es Adriana Abascal, por supuesto, cuando dijo en la portada de una revista, tras anunciar su tercera boda, la única frase que merece dirigirse a un ex, en este caso dos: “Por fin me caso por amor”.

C. Tangana y Rosalía han sido una pareja célebre a posteriori; una pareja que se hizo aún más famosa años después de romper. Es un pasado muy actual, muy moderno. Pero a eso no se refería C. Tangana cuando hablaba de Rosalía sin reparar en que la gente no conectaría sus palabras con la artista, sino con la ex. Con los ex se disimula, o sea, generalmente se calla. Ni te va ni te viene, aunque te vaya todo el rato. Porque todo lo que tengas que decir se va a interpretar no en clave musical, como le ha ocurrido a C. Tangana, sino en clave de ex. Lo ex, la circunstancia ex, es más fuerte que cualquier cosa en el mundo. De tal manera que si mañana tu ex, diez años después de vuestra separación, sale a la calle y mata a 34 personas, y tú dices: “menudo hijo de puta”, siempre tendrás cerca a un bobo que diga: “Supéralo ya, tía”.