_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Novela del Rey

Felipe VI presenta mañana un cortometraje que no competirá en festivales pero en el que se juega mucho, ante unos, sus enemigos, y ante otros, los que no lo somos de forma incondicional

Vicente Molina Foix
El rey Felipe VI en un momento de su discurso de Navidad de 2019.
El rey Felipe VI en un momento de su discurso de Navidad de 2019.Europa Press

Hará de esto más de 30 años, y no sé si el coprotagonista lo ha contado por escrito, aunque lo recordará; yo recuerdo su relato oral. El actual Rey de España era entonces un Príncipe estudiante, y por iniciativas del aparato real o propias se solicitó a un destacado novelista aún joven y de creciente prestigio internacional darle al heredero unas lecciones privadas sobre literatura y novela. El improvisado profesor, que también lo fue de rango universitario y aceptó, referiría después ante unos amigos el interés genuino, las preguntas y la atenta escucha un tanto ingenua, pero no bobalicona de aquel Felipe que aún no había pisado el umbral de la historia de nuestro país.

Me he acordado de esa visita sin lucro a palacio ahora que el Rey se enfrenta a un trascendental episodio de ficción en monólogo. Felipe VI presenta mañana un cortometraje que no competirá en festivales pero en el que se juega mucho, ante unos, sus enemigos, y ante otros, los que no lo somos de forma incondicional. Alguna que otra vez me he preguntado quién filma los discursos regios (o los presidenciales) en países en los que el cine es un arte mayor. ¿Llama aquí la Casa Real a Isabel Coixet para la puesta en escena? ¿Pone las luces Alcaine? ¿Quién dispone la foto familiar y las banderas de atrezo? Las corbatas la verdad es que no suelen relampaguear, y en la música de fondo, predeterminada por el himno nacional, poco podría hacer Alberto Iglesias. Todo esto no es manía de cinéfilo ni frivolidad de alta costura. El guion sí que importa: el Rey ha de vivirlo con convicción, sin representarlo.

Cinéma vérité. Si lo hace bien, podría ser la película del año. La que dejara, ya que no dinero en las arcas de la castigada industria, un buen sabor de boca. Mal nos irán las cosas si sale un bodrio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_