A propósito de Bildu

Ya no nos acordamos, pero hubo un tiempo, en los años más sangrientos de la banda terrorista ETA, en que los mandatarios de este país y todo el mundo, la sociedad entera, clamaban porque cesara la barbarie. Les pedíamos que todas sus reivindicaciones e ideas políticas podían ser perfectamente defendidas dentro del marco constitucional que nos habíamos dado en diciembre de 1978, que ya no tenía ningún sentido seguir matando. Después de mucho sufrimiento, al fin se consiguió que se integraran en el sistema formando un partido político, como manda la democracia. Ahora se escandalizan algunos de que, en virtud de su legítima representación parlamentaria, participen con normalidad en las tareas legislativas. ¿En qué quedamos?

José María Berzal Gallego. Madrid

Hay a quien le disgustan las críticas al Gobierno por aliarse con Bildu para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, y cree que es porque mucha gente no entiende, o no quiere entender, el funcionamiento normal de un sistema democrático. ¿Seguro? Dado que los votos de los cinco diputados de Bildu no eran necesarios para la aprobación de los Presupuestos, ¿no será que lo que no entiende tanta gente es lo que ha llevado al Gobierno a, en palabras de un periodista vasco, “convertir en preferentes escaños que a efectos de dicha aprobación eran simples supernumerarios”?

Eva Blanco Medio. Gijón (Asturias)