_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Lecciones de un drama

Hay que redoblar los esfuerzos para evitar que la tragedia de las residencias de mayores se repita en la segunda ola

Residencia de ancianos en Palamós Girona
Un grupo de ancianos en un centro de mayores en Cataluña.Adrian Salido Zarco (GTRES)

La muerte en condiciones de soledad y desatención de ancianos en las residencias fue una de las caras más dolorosas de una pandemia que desnudó las carencias del Estado de bienestar español. Cinco meses después de la primera ola y cuando estamos ya inmersos en la segunda, el Gobierno ha puesto al fin cifras a la tragedia sufrida en estos centros de servicios sociales: 20.268 residentes murieron entre principios de marzo y el 23 de junio, el 6% de la población de los 330.000 ancianos en geriátricos, en una “tormenta perfecta” que ni las autoridades ni la sociedad deben olvidar. En aquellos días faltaron equipos de protección, faltaron pruebas, faltó atención médica y coordinación con el sistema sanitario, faltó personal suficiente y en algunos sitios se impusieron protocolos que excluyeron a los ancianos de la atención hospitalaria. Una suma de desastres que colocó a esta comunidad en posición de extrema vulnerabilidad y que debería servir de sonora señal de alarma ante el avance de la segunda oleada.

En estos días, algunas cuestiones han mejorado: hay más equipos de protección y mejor comunicación con el sistema sanitario, pero los test quincenales para trabajadores que acordaron en agosto Gobierno y comunidades, pactados solo como recomendación y no como obligación, no se realizan en buena parte de las comunidades autónomas. La ocupación hospitalaria de enfermos de covid va en aumento, con un 29,5% de camas de las UCI dedicadas a estos contagiados, y comunidades como Aragón superando el 50%, lo que hace temer una nueva exclusión de los ancianos si los hospitales se ven desbordados sin suficientes refuerzos médicos. Los contagios activos, además, ya crecen a gran ritmo en las residencias hasta triplicar los niveles de finales de agosto, cuando eran 2.208. Cerca de la mitad de los muertos, en la primera oleada y en esta, son residentes.

La suspensión de visitas añadió entonces y ahora, además, un elemento de penalidad para los residentes, al cortarles prácticamente los vínculos con su familia, y son de considerar las voces de especialistas que advierten contra el deterioro cognitivo y la tristeza que sufren en esa situación. Vizcaya, por ejemplo, considera las visitas como una atención a la dependencia. Y son necesarios los mejores protocolos posibles para que la comunicación telemática se pueda producir con la ayuda de los trabajadores. La dignidad del trato, en suma, que no siempre se mantuvo en la primera ola, debe ser restituida.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Cómo trata una sociedad y un Estado de bienestar a sus mayores es un termómetro definitivo de su calidad. Suspendimos en la primera ola. Es hora de demostrar que, en la segunda, somos capaces de aprobar en las mejores condiciones humanas, profesionales y económicas. La capacidad de aprender la lección nos definirá.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_