Economía de sol y ladrillo
Cuando escucho a nuestros políticos hablar de nuestro futuro, no puedo evitar pensar en nuestra reconversión como país. Basar una economía nacional en el ladrillo y el sol trae estas consecuencias. Un país que no ha conseguido ni siquiera formar a profesionales en estos sectores en los últimos años, se lamenta ahora de la destrucción de unos empleos que realizan casi por completo personas que carecen de la adecuada formación. ¿Habéis probado a encontrar un carpintero? Pues eso.
Mónica Sánchez García. Cartagena (Murcia)
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