Más Europa, más social

Conseguir el bienestar y el desarrollo personal es una tarea individual de cada europeo, y supuestamente el resultado necesario del crecimiento económico y la competitividad generales. Europa ha asumido el reto de la transformación continua, es un laboratorio social donde antes y de forma más efectiva se perciben las consecuencias de cualquier intervención colectiva, tenga esta origen en la planificación política concertada (Europa de los ciudadanos) o en la especulación ciega del mercado (Europa de los Estados). Se suman muchas oportunidades para el desarrollo personal de los ciudadanos “adaptados”, pero también pasan desapercibidas las exclusiones: la extensión territorial, la densidad poblacional, el ritmo vital cotidiano hacen que los inmigrantes, los jóvenes con fracaso escolar, los jubilados, las personas sin profesión y otros colectivos se conviertan en seres invisibles.

Luis Fernando Crespo Zorita. Las Rozas de Madrid