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81 años del Paricutín: cómo nació y creció la relación entre la ciencia y el arte con una catástrofe natural

El nacimiento del volcán michoacano fue una referencia mundial para la vulcanología y dejó un registro artístico invaluable en México. La UNAM y el Colegio Nacional presentan una nueva edición del diario pictórico del Dr. Atl en la FIL Palacio de Minería 2024

VOLCÁN PARICUTÍN
El volcán Paricutín expulsando cenizas en 1950.Evans (Getty Images)
Eduardo Luis Hernández

A Uriel Martínez (Nuevo San Juan Parangaricutiro, Michoacán, 62 años) le contaban repetidamente la historia de cómo un volcán se llevó el pueblo de sus padres. Era febrero de 1943. Su papá, Jesús Martínez Briviesca, tenía 25 años y vivía en San Juan Parangaricutiro cuando empezaron a moverse las tierras.

Un domingo, el pueblo escuchó de una columna de humo blanco que había estado saliendo del suelo desde el día anterior. La gente empezó a reunirse en la plaza, frente a la iglesia, preocupada por tal acontecimiento. El párroco, José Caballero, formó una comisión de jóvenes para enviarlos en caballo a la zona e investigar los hechos. Jesús también iría a la misión. El cura los hincó en la tierra y les dio la bendición, porque nadie sabía si regresarían con vida.

La columna de humo ya se veía a lo lejos, hacia el poblado de Paricutín, a 5 kilómetros de San Juan. A caballo, los jóvenes ya bendecidos empezaron a ver pequeñas grietas que, conforme se acercaban, se iban haciendo más grandes y frecuentes. Llegaron al escape de vapor, que además soltaba arena y piedras. El suelo estaba caliente, parecía gelatina y debajo se escuchaba como una máquina excavadora.

Jesús y sus compañeros recolectaron algunas muestras en sus camisas para llevarlas al pueblo. De regreso, escucharon a lo lejos la primera explosión. Era la lava del volcán Paricutín, que había nacido el sábado 20 de febrero de 1943. Un volcán apagado nueve años después, no sin antes arrasar con las localidades de Paricutín y San Juan Parangaricutiro.

Esta historia Uriel la cuenta de memoria. No sabía que el nombre de su padre aparecía en el libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín 1943-1950 que escribió y pintó Gerardo Murillo, conocido como Dr. Atl, en 1950. Lo vio por una foto que le compartieron vía WhatsApp de un facsímil sacado de la Biblioteca Vasconcelos. Era la única forma de ver este libro, que se puede encontrar en su primera edición hasta por 20.000 pesos en las librerías de viejo. Ahora, el Colegio Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México han publicado un facsímil de aquella edición, celebrando ahora los 81 años del volcán.

El libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín 1943-1950 de Dr. Atl, reeditado por el Colegio Nacional y la UNAM.
El libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín 1943-1950 de Dr. Atl, reeditado por el Colegio Nacional y la UNAM.Colegio Nacional

“La forma en que está escrito este libro es más como si fuera un diario”, asegura Jaime Urrutia Fucugauchi, geofísico del Colegio Nacional e investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM. “El Dr. Atl combinó su interés por los volcanes con las descripciones de cómo se fue desarrollando la erupción. Ya era una persona mayor, pero se trasladó de inmediato a la zona en Michoacán y fue relatando los flujos de lava, la actividad explosiva e incluso el crecimiento del cono. Todo esto ilustrado, que es lo que hace al libro tan atractivo”.

Fucugauchi escribió uno de los prólogos para la nueva edición del libro, que relata la evolución del volcán en sus primeros siete años de vida. Destaca la destreza de Dr. Atl para retratar, como todo un científico, las fases del volcán. “En aquella época para los vulcanólogos, la manera de registrar la actividad y las formas de los volcanes era haciendo dibujos con un detalle que se acerca mucho a los dibujos que hacía Dr. Atl”, dice. El libro que Murillo publicó en 1950 a través de la editorial Stylo incluye fotografías, pinturas y una gran cantidad de bosquejos de la actividad, que usa para hacer una interpretación y análisis de lo que pasó en los primeros años del cono.

Pero Dr. Atl ya tenía experiencia pintando volcanes y paisajes. Rebeca Barquera es doctora en Historia del Arte por la UNAM. Para ella, la influencia del paisajismo en México tiene que ver con que en 1850 llegó el pintor italiano Eugenio Landesio a dar clases sobre perspectiva y paisaje en la Academia de San Carlos. “Landesio les dice que un pintor completo tiene que identificar perfectamente todas las plantas y al mismo tiempo saber qué piedra es cuál. Se meten a las grutas de Cacahuamilpa y van al Popocatépetl. Su alumno más destacado es José María Velasco y así se entiende el estudio del paisaje en el país”.

El libro contiene pinturas y bosquejos realizados por Dr. Atl en Michoacán.
El libro contiene pinturas y bosquejos realizados por Dr. Atl en Michoacán.Colegio Nacional

Dr. Atl no tomó clase con ellos, pero se apegó a la idea de que para pintar el paisaje hay que conocerlo. Así se hace amigo de científicos y específicamente de Ezequiel Ordóñez, ingeniero miembro del Colegio Nacional con quien haría expediciones al Popocatépetl y posteriormente al Paricutín en 1943.

Sin embargo, los estudios de Dr. Atl sobre los volcanes no son tomados en cuenta como registros científicos. Barquera considera que es debido a que las disciplinas se han superespecializado. “Creo que sí se le puede llamar científico por la tarea que hace de síntesis de los otros libros. En ese sentido tiene validez. También tiene que ver que le publican en 1947 un artículo en Cuadernos Americanos. Las instituciones lo están validando. La editorial Stylo de alguna manera lo está validando, pero porque a principios de siglos no existía en la universidad el estudio de la vulcanología, la mayoría eran ingenieros y se iban especializando. Las disciplinas se ordenaban de manera distinta. Hay cosas que son útiles, pero no es el mejor estudio del Paricutín que existe”.

El Paricutín tiene una importancia científica relevante porque era la primera vez que se podía ver y analizar todas las etapas de un volcán. Es de los volcanes más jóvenes en el mundo y fue influencia artística no solo para Gerardo Murillo, sino para otros pintores como Alfredo Zalce, Diego Rivera, Ricardo Soriano y Rufino Tamayo.

La nueva edición del libro Cómo nace y crece un volcán: el Paricutín 1943-1950 de Dr. Atl será presentada en la FIL Palacio de Minería, el jueves 29 de febrero a las 5.00 de la tarde, con la participación de Jaime Urrutia Fucugauchi, Julia Carabias, Anel Pérez, Enrique Graue Wiechers, José Luis Macías y Leonardo Lomelí Venegas.

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Eduardo Luis Hernández
Es branded content analyst para EL PAÍS México. Es productor y conductor en Radio UNAM. Antes trabajó en Grupo Milenio y Unión Radio Venezuela. Es licenciado en Periodismo Audiovisual por la Universidad Santa María en Caracas y actualmente vive en Ciudad de México.
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