El Gobierno anuncia una subida de sueldo para los maestros que cobran menos
El objetivo es que los docentes que reciben menos de 20.000 pesos mensuales alcancen un promedio de 14.300 pesos
El Gobierno ha aprovechado el Día del Maestro para hacer un gesto a los docentes de México: un aumento del salario para los que cobran menos de 20.000 pesos (995 dólares) al mes. En ese tramo, hasta 20.000, recibirán un incremento escalonario del 3% los de mensualidad más baja, un 2% los siguientes en la escala salarial y 1% el resto, de tal forma que, los que menos cobran alcancen los 14.300 pesos. “En promedio, los trabajadores de menor sueldo percibirán, este año, un incremento del 7,5%”, ha dicho la secretaria de Educación, Delfina Gómez. Para ello se destinarán 25.000 millones de pesos. Se trata, ha añadido Gómez, “de un agradecimiento a su esfuerzo y compromiso” especialmente en los últimos meses de pandemia.
En un acto solemne que ha reunido en la mesa presidencial a medio Gabinete del Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha entonado un particular grito: “Viva la educación, viva el Magisterio Nacional, viva la justicia, viva la democracia”. El Gobierno comienza a saldar, con este gesto, el silencio en el que ha mantenido la Cuarta Transformación a la comunidad educativa en la primera mitad del sexenio.
Los maestros son la piedra angular del sistema educativo mexicano, a decir de los discursos de sus responsables. En este sexenio se ha basificado, es decir, se ha concedido plaza fija a más de 650.000 docentes y este domingo se ha anunciado que recibirán formación para que puedan afrontar los cambios que se avecinan en la escuela. Se conjura así el fantasma de las evaluaciones de Peña Nieto, que condicionaban la permanencia en el sistema de miles de maestros, una medida que echó abajo este Gobierno al llegar al poder.
México está inmerso en una reforma educativa que ha dado algunos pasos torpes en las últimas semanas que, después, se han tenido que desandar. Fue el caso de la eliminación de las Escuelas a Tiempo completo, que proporcionaban a los alumnos más pobres alimentación y horas extras en el centro educativo. Esa política se ha revertido después, con el anuncio de mayor presupuesto en ayudas directas para continuar este programa. El discurso educativo tiene ahora cuatro ejes de marcado carácter progresista: el cambio de los contenidos curriculares con un acento “humanista” en todas las materias, aunque sean científicas; las becas: “Nunca antes se habían repartido tantas”, ha dicho López Obrador. Se han concedido 11 millones en este sexenio y eso “va a seguir creciendo”; las escuelas tendrán su propio presupuesto, “aunque parezca una utopía, se va a cumplir”, ha prometido el presidente; y, citado en primer lugar, la atención a los maestros: “No se les ofenderá nunca más”.
El esfuerzo económico y de dignificación que presenta el Gobierno en estos días para la profesión docente viene a amortiguar los golpes a un sector muy sufrido en México, con sueldos muy bajos y escasos recursos que se han evidenciado como nunca en la pandemia, con miles de escuelas sin las condiciones mínimas de higiene, infraestructuras ni dotación tecnológica. López Obrador ha anunciado más medidas económicas. El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O estaba presente en el acto, en el que se han entregado medallas a veteranos maestros y maestras. La Secretaría de Educación Pública (SEP), sin embargo, no ha aclarado, por ahora, esos confusos porcentajes de aumento de sueldo.
La tarea pendiente, ha dicho el mandatario, son las pensiones, que en lugar de ser individuales irán a un fondo, como antes “y el Estado responderá de ellas, para que no se pongan en riesgo bajo ninguna circunstancia”, ha señado López Obrador. Agradeciendo al inicio y al final de su discurso la tarea de los sindicatos SNTE y CNTE, el mandatario se ha comprometido a que el dinero que reciban los docentes “se incremente año con año sin sufrir rezagos con relación al Seguro Social”, una demanda sindical.
La secretaria de Educación, emocionada, ha agradecido al presidente haber situado a una maestra como ella en ese cargo y el esfuerzo económico, en tiempos de austeridad y recortes, que se anuncia hoy para el magisterio. También López Obrador ha recordado la importancia de tener a una docente en ese puesto. Y ha articulado un corto discurso en el que ha trasladado los ideales de la 4T a la educación, una materia que ha quedado relegada en los últimos años en el discurso del mandatario en favor de políticas anticorrupción y de seguridad, entre otras. “La educación no es un privilegio, es un derecho del pueblo, y el Estado la tiene que otorgar de manera pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares”. Para López Obrador, la importancia de las becas es inequívoca para alcanzar la equidad. Ha tomado para ello su propio ejemplo de estudiante: “Quien les habla pudo terminar la universidad porque me acogieron en la Casa del Estudiante Tabasqueño, donde nos daban alimentación y nos apoyaban, por eso puede terminar, por eso voy a defender siempre la educación pública y las becas”.
La formación de “buenos ciudadanos” es otro de los objetivos que el Gobierno liga a la educación y a su reforma educativa, de la que aún se desconocen muchos detalles. “Nuestra escuela debe estar orientada al humanismo, que nada humano nos sea extraño. Primero debemos formarnos como buenos seres humanos, después como científicos, eminencias, pero sin abandonar el humanismo, no queremos inventores de bombas atómicas, sino creadores de fraternidad. Buscamos una sociedad mejor”. No es poco en un país ahogado por la violencia diaria.
Delfina Gómez también se ha referido “a la transformación que debe venir con la educación” como principal motor de cambio social. “Queremos matemáticas, ciencias, arte, saberes diversos, pero con una base ética y humanista, de justicia, civismo, derechos humanos, con perspectiva social y de género, que atienda la equidad y el amor a nuestro pueblo, que es diverso, y a nuestras culturas indígenas”. Con esos mimbres se va a tejer el cesto, pero los detalles están por llegar. Gómez se mostró contenta de poder adelantar, al menos, el aumento en la retribución salarial para el magisterio más desfavorecido. Y también ella citó al secretario de Hacienda. Más compromisos están por llegar.
Las reformas educativas son complejas, máxime si son de calado, como esta que esboza ahora el Gobierno, con la eliminación de cursos por fases escolares. Y el maestro es siempre la clave para que lleguen a buen puerto, porque de su aceptación dependerá que las modificaciones finalmente se materialicen en las aulas. “Los cambios cuestan”, ha dicho Gómez, pero ha tenido numerosas palabras de apoyo para los docentes, que son quienes tienen “la posibilidad de incidir en la vida de un ser humano convirtiendo el salón de clase en un espacio de solidaridad para los que sufren pobreza, violencia o desigualdad”.
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