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Pautas para que gemelos y mellizos creen un vínculo fraternal sano: dejar que elijan su ropa o no compararles

Fomentar la individualidad de los hermanos es un camino a recorrer por todos los padres, pero en estos casos requiere un plus de esfuerzo. Es esencial evitar imponerles la colaboración académica y social, y es un error creer que tienen el mismo desarrollo físico, personalidad o aficiones

Hermanos jugando juntos
A estos hermanos, de apariencia casi idéntica en el caso de los gemelos y muy similar cuando se trata de mellizos, se les tiende a unificar en muchos aspectos.Catherine Delahaye (Getty Images)

Los gemelos y mellizos han generado mitos, leyendas e inspirado novelas y películas. ¿Son tan iguales o son más distintos de lo que aparentan? Criarlos implica un marco diferente al escenario habitual del nacimiento de un solo hijo. A estos hermanos, de apariencia casi idéntica en el caso de los gemelos y muy similar cuando se trata de mellizos, se les tiende a unificar en muchos aspectos, como con respecto a la ropa, ya que crecen a la par, con el consiguiente riesgo de dilapidar su individualidad. Pero, ¿qué diferencia a gemelos y mellizos?

“Comparten el mismo material genético y pasan por las mismas circunstancias en el embarazo, además de tener en común placenta en muchas ocasiones. Los mellizos tienen la misma genética que cualquier hermano y conviven los nueve meses en el útero”, explica Eva Carvallo, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Para Carvallo, fomentar la individualidad de los hermanos es un camino a recorrer por todos los padres, pero con los gemelos se requiere un plus de esfuerzo para conseguirlo.

“Tenemos que intentar darles su espacio, pasar tiempo con ellos de forma independiente; dejarles elegir para que vayan conociéndose y formando su personalidad”, aconseja Estefanía Beguiristáin, psicóloga y codirectora del Centro Psico-logos, en Madrid. Beguiristáin destaca la importancia de mantener el foco en que los gemelos son individuos únicos, por mucho que se parezcan físicamente entre ellos: “El hecho de que sean tan iguales en su aspecto físico puede hacer creer que tienen los mismos intereses, capacidades o necesidades, pero no es así, ya que cada uno tiene un momento vital diferente”. Para los gemelos y los mellizos es clave sentirse apreciados de manera individual con el fin de que puedan evolucionar como personas únicas. “No se puede esperar que por compartir código genético, edad o sexo, tengan el mismo desarrollo físico, socioemocional, rasgos de personalidad o los mismos gustos y aficiones”, resume Beguiristáin.

Desafíos en la crianza de los gemelos

La adaptación por parte de los progenitores a cada hijo de forma particular y la búsqueda del equilibrio entre su individualidad y la conexión especial con sus hermanos es fundamental. Al extrapolarlo al caso de los gemelos y mellizos estas cuestiones tienen algunas particularidades, como las que destaca Beguiristáin:

  1. Promover la colaboración y la independencia a través de un vínculo sano, animando a los gemelos o mellizos a trabajar juntos y ayudarse mutuamente, al igual que con el resto de hermanos, si los tuvieran.
  2. Facilitar su independencia al permitirles tomar decisiones y realizar tareas por sí mismos adecuadas a su capacidad y gusto. Por ejemplo, es posible que a uno le interese la música y a otro la pintura. Conviene ofrecer a cada cual lo que precisa sin tender a unificar sus actividades lúdicas o aficiones.
  3. Dedicarles tiempo de forma independiente para fortalecer la conexión individual con los adultos de su entorno y aportarles una atención personalizada por separado.
  4. Evitar la comparación entre los hermanos en la medida de lo posible. La equiparación constante entre ellos puede generar rivalidad, afectar a su autoestima y no favorecer su individualidad.
  5. Reconocer y celebrar los logros de cada gemelo y mellizo de forma independiente para conseguir reforzar y diferenciar su personalidad como individuos únicos que son.
  6. Evitar la picaresca en cuanto a que intercambien identidades, como en el caso de presentarse a un examen o a una cita, porque implicaría fomentar la mentira y el engaño.
  7. Dejar que elijan su ropa de manera autónoma a partir de los 11 años. Antes de esa edad pueden compartir atuendo, pero a partir de la preadolescencia (12 años) conviene que también quede clara su individualidad a través de su vestimenta.

Errores habituales con los gemelos en la escuela

El ámbito escolar que comparten estos hermanos suele dar lugar a situaciones poco recomendables para el desarrollo de su personalidad como individuos únicos. La psicóloga infantojuvenil Pilar Muñoz menciona los siguientes: “Saber cuándo es recomendable que los hermanos compartan aula, lo cual dependerá de las circunstancias particulares de cada uno, por ejemplo, si se trata de una relación de dependencia será más recomendable que no estén juntos”.

Meter a los dos hermanos en el mismo saco en el colegio puede dar lugar a creencias erróneas: “Se puede pensar que si a un gemelo se le dan bien las matemáticas al otro, también. De forma que se les exija a los dos de la misma manera, lo cual es un error, porque tienen patrones neurológicos y de aprendizaje diferentes”. Para la experta es esencial evitar imponerles la colaboración académica y social. “Comentarios como, por ejemplo, ‘debes vigilar a tu hermano’ o ‘él te ayudará a apuntar los deberes en la agenda’ fomentan la dependencia del que se percibe como más débil con respecto a su hermano”, añade Muñoz.

El hecho de que un gemelo elija como alternativa curricular una disciplina no significa que su hermano tenga el mismo talento o habilidad en esa área: “Si uno escoge ciencias, el otro no tiene que optar por lo mismo, al igual que debería ocurrir con las actividades extraescolares“. Muñoz incide en que en estas situaciones el niño tiene el deseo de agradar y no incomodar a los adultos, por lo que aceptará lo que le impongan y comenzarán las comparaciones: “Y con ellas los fracasos personales y los conflictos de relación con su gemelo”.

Radiografía de un embarazo de gemelos

Una pareja con mellizos descansa en el hospital.
Una pareja con mellizos descansa en el hospital.Getty

“En el momento de la ovulación, generalmente, la mujer libera un óvulo que es fecundado por un espermatozoide formando una nueva célula, que se multiplica sucesivamente en otras iguales que permanecen unidas”, explica la ginecóloga Eva Carballo. Posteriormente, continúa, comenzarán a diferenciarse en diferentes células, como las cardíacas o digestivas, hasta formar el embrión que será el futuro bebé. “En ocasiones”, prosigue Carballo, “las células que se multiplican se separan y continúan su crecimiento de manera individual, lo que da como resultado dos o más embriones”. Según sostiene la experta, “esos bebés que se están gestando comparten, en este caso, el mismo material genético y sexo, por lo que serán idénticos o gemelos”.

En otros casos, puede suceder que la mujer libere dos óvulos, que serán fecundados cada uno por un espermatozoide diferente: “Cada una de esas células formadas se multiplicará y diferenciará por separado. En este caso, se gestarán bebés mellizos que crecen a la vez en el útero y comparten el mismo material genético que dos hermanos nacidos en momentos diferentes”. 

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