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Adolescencia
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Consejos para establecer una comunicación efectiva con tu hijo adolescente

Elegir bien cuándo y cómo hablar, gestionar las emociones difíciles con sosiego y dar espacio ayudarán a que un joven se sienta escuchado, comprendido y apoyado

Consejos para establecer una comunicación efectiva con tu hijo adolescente
Sonia López Iglesias

Reproches, malos entendidos, silencios incómodos y conversaciones con palabras fuera de tono. Con la llegada de la adolescencia son muchos los hogares que entran en una nueva dinámica: los conflictos. Los cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales que experimenta un joven transforma la forma en que se relaciona con sus padres, y lo que antes era una relación fluida puede convertirse en un terreno repleto de fricciones.

Para muchas familias, esta etapa supone un gran desafío: entender el comportamiento de su hijo, intentar dar respuesta a sus nuevas necesidades y mantener el vínculo afectivo en medio del conflicto con serenidad. Un reto que supone grandes dosis de paciencia, empatía y comprensión en ocasiones difíciles de conseguir.

La adolescencia es una etapa de caos, desorientación, búsqueda de independencia e inseguridad y el joven no siempre está dispuesto a colaborar, a asumir sus responsabilidades, a aceptar sus tropiezos. Un joven que muestra dificultades para identificar y gestionar correctamente sus emociones, le domina la necesidad de transgredir las normas y precisa espacio para empezar a volar del nido. Una etapa educativa convulsa donde establece nuevas relaciones y busca en su grupo de iguales la complicidad y el apoyo que en ocasiones no encuentra en casa. Un espacio seguro donde puede construir su nueva identidad sin sentirse cuestionado y compartir experiencias que le ayudan a entender el mundo que le rodea.

Como adultos referentes, es indispensable acompañar este período evolutivo con serenidad, actuando con firmeza y sensibilidad ante los cambios propios de la adolescencia. Es fundamental ofrecer ayuda desde el afecto, mostrando cercanía sin invadir y respetando la libertad que el adolescente necesita para explorar su entorno a su propio ritmo. Un entorno que cada día le plantea nuevos desafíos y aprendizajes, y en el que debe sentirse seguro para crecer, equivocarse, decidir y desarrollarse con autonomía.

Encontrar formas de comunicarse desde el respeto es clave para no dañar los vínculos y para alcanzar acuerdos que beneficien a ambas partes. El adulto debe convertirse en esa figura de calma y estabilidad que el adolescente tanto necesita, tratándole siempre con respeto y empatía. Es importante comprender que, para el joven, enfrentarse al proceso resulta abrumador: aún no está preparado para pensar ni actuar como un adulto, aunque se le exija asumir responsabilidades y tomar decisiones.

Por ello, resulta esencial que el adulto esté presente, atento y disponible, y que sea capaz de responder con sensibilidad a las nuevas necesidades que surgen en esta etapa a través de un acompañamiento basado en una comunicación afectiva que cree puentes y no muros. La forma en la que el adulto se comunique con el adolescente marcará la relación. Si se pasa todo el día etiquetándole, dándole órdenes, criticando sus elecciones o emitiendo juicios de valor sobre él, no mostrará ningún interés por compartir todo aquello que le gusta o le inquieta.

Encontrar formas de comunicarse desde el respeto es clave para no dañar los vínculos y para alcanzar acuerdos que beneficien a ambas partes.

Ante jóvenes que gritan, muchas veces hay padres que no escuchan. Estas son algunas claves para establecer una comunicación efectiva con un hijo adolescente:

Aunque en esta etapa parezca distante o reservado, el adolescente sigue necesitando una figura adulta cercana y disponible, igual que cuando era niño. Por eso es fundamental que perciba, a diario, señales de afecto, palabras que le recuerden que es querido y gestos que le transmitan que están a su lado sin condición. En medio de la vorágine de cambios que experimenta, necesita contar con un adulto que le brinde calma, seguridad y una presencia constante, capaz de sostenerlo con amor, paciencia y confianza en su proceso.

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Sobre la firma

Sonia López Iglesias
Psicopedagoga, maestra y conferenciante. Especialista en educación emocional, comunicación y adolescencia. Colaboradora en diferentes portales educativos y en Club de las Malasmadres como experta en educación. Autora del libro 'El privilegio de vivir con un adolescente' (2023).
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