RCP en el colegio: la importancia de enseñar a los niños a reanimar a una persona en parada cardiaca

Un joven se desvanece en la calle y a su alrededor se arremolina un grupo de 20 personas. Lo rodean en círculo, lo observan y se mantienen inmóviles ante la inevitabilidad de la muerte. Esperan a que llegue un equipo de emergencias. Mientras, el reloj ya ha comenzado a restar segundos de vida: por cada minuto de demora en el inicio de la reanimación cardiopulmonar (RCP) la posibilidad de supervivencia se reduce entre un 7% y un 10%, según la guía El colegio enseña RCP, elaborada por el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y la Fundación Mapfre. El caso de este joven en parada cardiaca, una más de las 30.000 que se producen al año en España, lo ha hecho público en su cuenta de Twitter el médico que lo atendió y que no pudo salvar su vida. “Los primeros ocho minutos son vitales para realizar la RCP, si se hace en ese tiempo se consigue aumentar la supervivencia y disminuir las lesiones cerebrales”, advierte David Garañena Bretaño, técnico de emergencias sanitarias del SUMMA 112.

Una estrategia para incrementar la participación de los ciudadanos en esta técnica es su enseñanza obligatoria en los colegios desde 2020, para que así todos los niños aprendan a salvar vidas y enseñen a sus familiares. Algo en lo que el Consejo Europeo de Resucitación pone especial énfasis: “Todos los niños en edad escolar deberían recibir entrenamiento en RCP de manera rutinaria cada año y alentarlos a enseñar a sus familiares y amigos”. Según explica Garañena, que imparte clases sobre RCP en colegios, la técnica es sencilla para los menores porque se ha ido simplificando con los años y pueden enseñarla a sus familiares en casa. “Desde los ocho años les mostramos qué es la RCP y su ritmo, y a partir de los 12 años ya tienen la capacidad, por su peso y estructura física, de poder hacerla correctamente”, dice.

El Real Decreto de ordenación y enseñanzas mínimas, que desarrolla la nueva ley de educación LOMLOE (2020), incluye entre los conocimientos básicos de Educación Física de tercero y cuarto curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) el protocolo de reanimación cardiopulmonar. “El marco normativo garantiza así la presencia de la práctica de RCP en el currículo de la enseñanza básica como enseñanza mínima de cursado obligatorio para la totalidad del alumnado de ESO”, señalan desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

“En Dinamarca, con la enseñanza en colegios, han conseguido aumentar la supervivencia de la parada cardiaca extrahospitalaria de un 8% a un 15% en 25 años”, apunta Esther Gorjón Peramato, enfermera de emergencias en una unidad de soporte vital avanzado de enfermería (SVAE) en Castilla y León. Gorjón, que cuenta con 20 años de experiencia en la enseñanza de la RCP en los colegios, también señala que para conseguir resultados hay que formar en reanimación cardiopulmonar a los futuros profesores en las universidades, dotar a todos los colegios de maniquíes para hacer las prácticas, que los niños salgan del colegio con los conocimientos básicos de RCP y realizar campañas de publicidad en los medios sobre cómo actuar ante una parada cardiaca.

Comprimir sin hacer el boca a boca

El objetivo de la enseñanza de la RCP en los colegios no se centra solo en el niño, sino en que este lo enseñe también a su entorno familiar: “Cuando instruyo a los niños les digo que ellos también lo enseñen en casa, porque la mayoría de las paradas cardiacas se producen en los domicilios”, explica Eduardo Pérez, profesor de Educación Física en el CIFP Politécnico de Lugo, formador en RCP y coordinador de la experiencia RCP na Aula, en cuya web pueden verse vídeos donde se forma a niños y adolescentes en esta técnica.

A la hora de explicar la técnica al niño, el técnico de emergencias sanitarias del SUMMA David Garañena recomienda dos pasos enlazados:

1. Lo primero: comprobar que la persona está inconsciente y llamar al 112. “Es muy importante que haga la llamada antes de iniciar la RCP. En el servicio de emergencias se va a poner un médico que le irá dando los pasos, las compresiones que tiene que hacer, cuándo debe parar…”, explica Garañena. Este sanitario del SUMMA 112 indica lo siguiente para comprobar que la persona ha perdido la conciencia: “El niño debe fijarse en que no responde a estímulos (al hablarle, al moverla), y ante la duda de si respira o no ha de poner el oído en su boca para notar su respiración y observar si el tórax se mueve”. Si no hay signos de respiración, se debe iniciar la RCP.
2. Realizar la RCP. “El niño debe colocarse de rodillas en la parte lateral de la persona, nunca por la parte baja ni por la cabeza”, advierte Garañena. El punto sobre el que ha de presionar es el centro del tórax: “Nosotros les decimos que es la zona que está entre las dos tetillas y les explicamos que si presionan muy abajo notarán que está muy blandito; ahí no, la zona correcta tiene que estar dura”. Las manos se colocan una sobre la otra entrelazando los dedos y apoyando el talón de la palma sobre el centro del tórax para que al comprimir haga toda la fuerza en ese punto. Se comprime y se relaja sin despegar la palma del tórax ni desenlazar las manos. “Debe realizar la compresión con los brazos completamente rígidos, dejando caer su peso sobre el tórax y hacer las compresiones sin parar. Lo importante es que el niño las realice el tiempo que pueda, si se agota debe parar, y en cuanto se recupere, volver a hacerlas otra vez”, añade.

Actualmente, ya no se recomienda realizar la ventilación o boca a boca. “Es una técnica de gran complejidad que requiere sellar tus labios con los labios de la persona y colocar el cuello de una determinada manera. Hemos visto que todo esto detiene la RCP”, argumenta Garañena. Y añade: los niños van a hacer la reanimación cardiopulmonar lo mejor que puedan, y esto es mucho más que si no hacen nada.

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