_
_
_
_

Antonio Fernández, exanalista de La Roja que triunfó en el Mundial: “El deporte es una fuente de valores; hablamos de esfuerzo y sacrificio”

El director deportivo, parte del cuerpo técnico de la selección española que ganó en Sudáfrica de 2010, es el propulsor de ‘Mucho más que fútbol’, un programa dirigido a los jóvenes con el fin de modificar conductas delictivas y conseguir su reinserción positiva en la sociedad

Deportes adolescencia
Antonio Fernández, director deportivo, con un grupo de chicos del programa 'Mucho más que fútbol'.CANDAUFOTOGRAFOS

En junio de 2009, Sudáfrica acogió la octava edición de la Copa FIFA Confederaciones. Un torneo previo a la celebración del Mundial de Fútbol de 2010, donde la selección española alcanzó, por primera vez en su historia, la gloria, proclamándose campeona del mundo. Antonio Fernández Marchán (Jerez de la Frontera, 1970), en aquel momento informador y analista de La Roja y en la actualidad director del Youth International Recruitment del Sevilla FC, realizó una visita al reino de Lesoto aprovechando un descanso de la concentración. Una experiencia que sería el germen de Mucho más que fútbol, un programa en valores a través del fútbol que, primero, se dirigió a la población penitenciaria adulta de la cárcel de Valdemoro (Madrid) y, después, a la de Alhaurín de la Torre (Málaga).

En 2012, Fernández Marchán se enfocó en la población juvenil con el objetivo modificar conductas delictivas para lograr la reinserción positiva de estos jóvenes en la sociedad. El proyecto se desarrolla en el Centro de Menores Teresa de Calcuta, situado en la localidad de Brea de Tajo, en Madrid, y está dirigido por la Asociación para la Gestión de la Integración Social (GINSO) junto a la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor.

PREGUNTA. Hay viajes que cambian la vida, ¿fue aquel 2009 uno de ellos?

RESPUESTA. Sí, completamente. Durante ese viaje con la selección para disputar la Copa Confederaciones visité Lesoto y fui consciente de la precariedad en la que vivían las personas allí. Un hecho que me removió y que hizo que quisiera enfocar mi vida en ayudar a personas con determinados riesgos a nivel social.

P. Y surge el proyecto Mucho más que fútbol.

R. Sí. De regreso al hotel de Pretoria, donde estábamos concentrados, compartí con el entonces seleccionador, Vicente del Bosque, y el resto del cuerpo técnico de la selección la idea de llevar a cabo un programa en favor de personas desfavorecidas, centrándome en la población reclusa. Durante los meses de junio y julio tracé el boceto, que se hizo realidad en septiembre con el proyecto Mucho más que fútbol. En principio, el taller se implementó para la población reclusa adulta; posteriormente, se encauzó como un programa dirigido a jóvenes. Con el programa queremos transmitir el ocio saludable y valores a través del deporte, entendiendo que el deporte es una herramienta fantástica para ayudar a estos chicos a reinsertarse en la sociedad. Todos los delitos de los chicos que cumplen medidas privativas de libertad en este centro están catalogados como graves, no hay nadie por robar una cartera o un teléfono móvil. Hablamos de homicidios, asesinatos, agresiones sexuales, enaltecimiento al yihadismo islámico, estafas, robo con violencia, pertenencia a bandas criminales...

P. ¿Qué acogida tiene entre los jóvenes?

R. Muy buena. Enganchar a los chicos a través del fútbol es muy fácil porque hay una afición mayoritaria. Hay pocos a los que no les guste este deporte y algunos son seguidores de equipos nacionales y de otros países, porque hay un porcentaje de chicos que no son españoles. Cuando iniciamos cada año la actividad en septiembre, que coincide con el calendario escolar, podemos recibir más de 80 instancias para participar en el programa, de las que solo se cubren 12 o 14 plazas, que son las que hay disponibles. Los que no ingresan en el taller es, principalmente, porque se encuentran en un régimen semiabierto que les permite salir a trabajar un periodo de tiempo al día y no están en el centro cuando se realiza la actividad. También porque se encuentran en un módulo terapéutico, más allá del delito que hayan cometido, y no están capacitados para hacer deporte. El grado de reinserción es elevado, según datos de Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI), el 90% de los chicos se reinserta satisfactoriamente a la sociedad. En concreto, del grupo Mucho más qué fútbol, tras 13 años de proyecto, 10 de ellos en el Centro Teresa de Calcuta, un porcentaje altísimo se han reinsertado.

Antonio Fernández, director deportivo, trabaja con un grupo de chicos.
Antonio Fernández, director deportivo, trabaja con un grupo de chicos.CANDAUFOTOGRAFOS

P. Y esta experiencia la describe en el libro Miedu. Mi once de oro. ¿Por qué?

R. Con la pandemia, y sobre todo durante el confinamiento, el fútbol, al igual que ocurrió con otros sectores, paró. También se cumplían 11 años del inicio del proyecto. El 11 es un número mágico para los que estamos metidos en este entorno, representa a los titulares que componen un equipo de fútbol. Así que decidí contar 11 historias, cada una asociada con una posición en el terreno de juego. Relatos que cuentan que es posible recuperar la sonrisa, aunque esta quedara anclada en el pasado. Y que muestran que, a veces, se presentan oportunidades que quizás la vida no les ofreció anteriormente. Hay chicos que delinquen porque verdaderamente son malas personas, pero un porcentaje alto procede de familias desestructuradas que no les ofrecieron otra cosa que no fuera delinquir. En el libro parto de dos premisas: en primer lugar, nadie elige dónde nace; y, en segundo, nadie nace siendo delincuente. Con Miedu. Mi once de oro quiero concienciar a la gente joven de que la línea que separa el éxito del fracaso es muy fina, pues cualquier noche que salgo a divertirme puedo verme envuelto en una situación de riesgo que trunque mi vida. Además, quiero que sirva para concienciarnos, tanto a adultos como a instituciones, de que en ocasiones miramos de reojo muchas de las cosas que suceden en nuestras calles.

P. ¿Qué aporta el deporte en los adolescentes y jóvenes que lo practican?

R. El deporte es una fuente de valores; hablamos de esfuerzo, sacrificio, tolerancia, de mantener el control sobre los impulsos. En función del perfil del chico y del tipo de deporte, practicarlo ayuda, sobre todo, en aquellos casos que no han tenido valores de inicio para que los incorporen a su vida. A otros que viven en entornos más estructurados les ayuda a desarrollar en alguna medida todo aprendido en casa e intentar comprender también otras situaciones. Es una herramienta que permite que las personas podamos desarrollarnos en plenitud.

P. ¿Por qué aconsejaría a los padres que animasen a sus hijos a practicarlo?

R. Animaría a todos los padres a que sus hijos practicasen deporte por muchos motivos; ayuda a mantener una vida saludable, a la persona y, sobre todo, al joven que empieza a formarse. El deporte te ayuda a afrontar cosas importantes en tu vida, de alguna manera, te regula emocionalmente, te motiva, te crea unas expectativas.

P. ¿Considera que el mejor deporte en determinadas edades es aquel que se practica de manera reglada?

R. El que sea reglado tiene unas connotaciones diferentes a las del no reglado. Cuando buscas competir es necesario practicar un deporte reglado para intentar progresar, crecer desde el ámbito deportivo poco a poco. Que tengas competencia —de una forma sana— te ayuda a conocerte mejor y saber hasta dónde eres capaz de llegar. Con el deporte no reglado podrían hacerlo de la misma manera, porque puedes marcarte tus propios objetivos, pero en este ámbito, quizás, se busca la parte más recreativa.

Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter quincenal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_