Uno de cada cinco bebés prematuros fue separado de sus progenitores al nacer durante la pandemia
Según un estudio de la Fundación Europea para el Cuidado del Recién Nacido la mitad de las madres no pudieron tener una persona de apoyo durante el parto. Este miércoles 17 de noviembre es el Día Mundial de la Prematuridad
Durante la pandemia se han vulnerado los derechos de las madres y los bebés, pero sobre todo de los prematuros. Ana M., se volvió madre de mellizos prematuros durante la crisis sanitaria de la covid-19 y tuvo que sufrir los abusos y restricciones experimentadas en la UCI neonatal con la única justificación de que era por la covid. “Tuve que ver la UCI vacía, sin más bebés que los nuestros y otro con su padre, y el personal echar a la madre al pasillo a sacarse leche”. Este miércoles 17 de noviembre, Día Mundial del Prematuro, pretende concienciar sobre la importancia de los padres y del entorno del pequeño en el proceso de cuidado y desarrollo de estos bebés. Los bebés prematuros, unos 22.000, representan el 7% de los nacidos en España cada año.
“La pandemia se ha usado como excusa para justificar acciones que suponen un maltrato claro a los bebés y por ende a sus padres. Tener a tu bebé en la UCI es una de las experiencias más duras que se pueden vivir, y el apoyo mutuo fue crucial para nuestra salud mental. Contemplar que las otras parejas no podían estar juntas o madres solas llorando al lado de la incubadora fue durísimo”, denuncia Ana. Según el último estudio de la Fundación Europea para el Cuidado del Recién Nacido (EFCNI) a más de la mitad de los progenitores participantes no se les permitió tener una persona de apoyo presente durante el parto, dejándolos solos a nivel emocional, informativo y práctico. Además, el estudio reveló que a uno de cada cinco padres y madres nunca se le permitió estar con su recién nacido hospitalizado.
El estudio se hizo con una encuesta online a más de 2.000 padres de 56 países de todo el mundo, cuyo recién nacido había recibido cuidados especiales o intensivos durante el primer año de la pandemia. “El objetivo de esta encuesta global fue explorar las experiencias de los padres con respecto a las interrupciones y restricciones en diferentes elementos de la atención del desarrollo centrada en la familia y el lactante”, explican desde EFCNI. “La pandemia nos ha demostrado lo frágiles que son realmente algunos de nuestros logros en la atención neonatal. Conceptos como el cuidado del desarrollo centrado en el bebé y la familia o prácticas, tan simples, como el cuidado piel con piel, que habíamos dado por sentado, volvieron a quedar obsoletos repentinamente en todo el mundo”, destaca Silke Mader, presidenta de EFCNI.
En el informe se plasma la realidad que tuvieron que vivir los padres que se vieron afectados por la política de separación, mientras que alrededor de tres cuartas partes (75%) de las madres participantes podían estar presentes, casi la mitad de los padres participantes (44%) afirmaron que no se les permitió ningún acceso a su bebé. Así lo respalda un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que mostró cómo la pandemia afectó gravemente la calidad de la atención a los neonatos con bajo peso al nacer o con problemas de salud. “La prematuridad es la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, y provocó en 2013 cerca de un millón de muertes. Cada año, nacen 15 millones de niños y niñas antes de tiempo en todo el planeta”, según la OMS. El estudio, publicado en The Lancet EclinicalMedicine, muestra que el contacto estrecho entre el recién nacido y sus progenitores tras el parto es muy importante, sobre todo para los prematuros. Sin embargo, en muchos países se separa de forma sistemática a los recién nacidos de sus madres.
De acuerdo con el informe, este riesgo aumenta cuando no se aplica el método de la madre canguro, que implica que el recién nacido permanezca en contacto estrecho con uno de los progenitores. “Se ha demostrado que el contacto de piel con piel con uno de los padres y la lactancia materna exclusiva son especialmente relevantes para los bebés prematuros o de bajo peso y se ha comprobado que reduce la mortalidad infantil al menos en un 40%, la hipotermia en más de un 70% y las infecciones graves en un 65%”, reza el informe de la OMS.
Ana tampoco pudo hacer ni una sola sesión de piel con piel, ni método canguro, aunque les dijeron en un principio que sí podían. “Nos separaron de nuestros bebés durante horas al ingreso y al alta y en la última toma se nos echó al pasillo”, afirma Ana.
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