_
_
_
_
Harry Pater
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Gremlins 2, la nueva generación’ | Fiestas superadas

Este año, todos queríamos compensar con extra de magia navideña tantos meses complicados llenos de cambios, renuncias y distancias. Ahora ya solo nos queda estar entretenidos con la auténtica lotería del Niño: si cierran o no los colegios

Estas fiestas han salido más peleonas que los 'gremlins' malos, pero ya están superadas.
Estas fiestas han salido más peleonas que los 'gremlins' malos, pero ya están superadas.

Si Tolstói empezaba Ana Karenina diciendo que todas las familias felices se parecen, seguro que en todas las infancias felices hay una noche de Reyes especial que se recuerda en el ranking de los mejores momentos de la vida.

A mí me sigue emocionando esa sensación de alegría infinita cuando volvíamos a casa en coche después de reunirnos todos, con la calefacción puesta, con el maletero cargado de regalos, con la barriga cargada de mazapán, con el corazón cargado de grandes momentos familiares y con las retinas cargadas de fantasía hollywoodiense estrenada en la tele, como Gremlins 2. Es maravillosa y casi irrepetible esa impresión de que no hay que preocuparse por nada, que tus padres te llevan y que tú solo tienes que ponerte elegante, abrir regalos, comer mucho y disfrutar más...

Más información
Secuencia de la película ‘Qué esperar cuando estás esperando’'.
‘Qué esperar cuando estás esperando’ | Parir en pandemia
El 2020 ha sido nuestra Jungla de cristal paternal pero, heridos y agotado, aún resistimos.
‘La jungla de cristal’ | Una Navidad dura de matar

Pero cuando subes de nivel en responsabilidad y te toca ser el padre o la madre, muchas veces la logística supera a la emoción, el cumplir un horario con todas las casas a visitar prevalece sobre la improvisación y a la tan deseada siesta, y capturarlo todo con foto o vídeo predomina sobre fijarnos sin pantallitas en la sonrisa creciente de nuestras criaturas.

Nos obsesionamos con que todo salga bien para poderles dar a nuestros hijos la misma felicidad que tuvimos nosotros (o ahorrarles traumas, en el caso que tuvierais una infancia complicada). Y este año el salto era triple y con mucho tirabuzón. Todos queríamos compensar con extra de magia navideña tantos meses complicados llenos de cambios, renuncias y distancias.

Aunque con ERTES, negocios cerrados o tocados y medio hundidos, mucha incertidumbre por el futuro sanitario, económico y psicológico, sin cabalgatas ni amplias reuniones familiares y con la recomendación de no ver ni a los amigos de burbujas lejanas, el nivel de dificultad del videojuego vital se incrementaba bastante. Imposible no soltar algún bufido tras una insistente racha de “mami-mami-mami, papi-papi-papi”. Que queremos la felicidad máxima de nuestros hijos, pero a veces pensamos más en montar la gran operación que en hacerles caso en el momento presente.

Cada año, nuestra Navidad era un Gizmo amoroso y tierno, y estas fiestas han sido peleonas como los grémlins mojados y salvajes. Pero al final, como Gizmo con la flecha de fuego, hemos salido adelante. Hemos evitado entrar en polémicas con los de “yo no miento a mis hijos y por eso les digo quién son los reyes para que se lo puedan contar a los tuyos y arruinarles la ilusión”. Hemos controlado el mando a distancia para que no se pregunten por qué en tantas cadenas llegan tantas cabalgatas distintas. Hemos guardado ya el Belén y el árbol, reciclado los envoltorios de todo, distribuido cómo nos acabaremos los turrones que sobran y hasta nos hemos puesto los calcetines negros nuevos que sí que eran un buen regalo.

Ahora ya solo nos queda estar entretenidos con la auténtica lotería del Niño: si cierran o no los colegios.

Feliz vuelta a la normalidad.

Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_