El nombramiento de Robert Kennedy como secretario de Salud indigna a la comunidad científica de EE UU
“Como un terraplanista al frente de la NASA”, define un centro científico la elección del conocido antivacunas, mientras otros recuerdan su responsabilidad en un mortífero brote de sarampión en Samoa
Como nombrar a un terraplanista director de la NASA. O haberle dado a Nerón el lanzallamas y la lira para prenderle fuego a Roma. El nombramiento del antivacunas Robert F. Kennedy Jr. como futuro secretario de Salud del Gobierno de Donald Trump ha provocado entre los científicos, y algunos políticos, una catarata de reacciones que van del estupor a la indignación, mientras la mofa se extendía como la pólvora por las redes sociales. “[Kennedy] no está ni remotamente cualificado para el cargo y no debería estar ni siquiera cerca de las agencias [federales] basadas en la ciencia que salvaguardan nuestra nutrición, seguridad alimentaria y salud”, sostiene en un comunicado el Centro para la Ciencia como Interés Público (CSPI, en sus siglas inglesas). “Nominar a un antivacunas como Kennedy es como poner a un terraplanista a la cabeza de la NASA. (…) Si los pequeños virus sin pretensiones pudieran hablar, el sarampión, las paperas y la rubeola estarían protestando ruidosamente la nominación de este prolífico difusor de desinformación científica”.
Kennedy dirigirá el departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, en sus siglas en inglés), que está formado por 13 agencias federales con un total de 80.000 empleados, y del que depende no solamente la política sanitaria del país, sino también la regulación de medicinas y alimentos, así como los principales programas públicos de cobertura sanitaria, Medicare y Medicaid. Kennedy es un conocido conspiranoico que no limita sus sospechas al efecto de las vacunas, y su posible relación con el autismo en el caso de las infantiles, sino que lo amplía al cloro del agua potable o a su racista concepción del coronavirus como un arma biológica que afectaría especialmente a las personas blancas y a las negras, siendo inmunes, a su juicio, los judíos y los chinos (sic).
“Un nombramiento antidemocrático”, abunda el CSPI, que solicita al Senado —de mayoría republicana— buen juicio a la hora de confirmar el nombramiento de Kennedy. “Un día aterrador para la salud pública”, escribe en la red social X (antes Twitter) Apurva Amit Akkad, médico especialista en enfermedades contagiosas y profesor de la Universidad del Sur de California. “Lo repito una y otra vez, será de la máxima importancia que SOLO se tomen decisiones o cambios en materia de salud pública basados en pruebas sólidas”, remata su publicación el médico, con un vínculo a la cuenta de la facultad de Medicina en la que enseña… misteriosamente desaparecido en el aquelarre de desinformación en que se ha convertido X desde que fuera adquirido por Elon Musk, y más concretamente desde la reelección de Trump.
“Es difícil exagerar lo terrible que es esta decisión. RFK Jr. no tiene formación médica. Es un antivacunas acérrimo y un promotor de desinformación. La última vez que se entrometió en los asuntos médicos de un Estado (Samoa), 83 niños murieron de sarampión…”, escribió también en X Alastair McAlpine, un pediatra autor de varios libros y con más de 40.000 seguidores en la red social. La referencia a lo ocurrido en Samoa fue el obligado contrapunto a la noticia del nombramiento en medios serios y solventes como la televisión PBS y la cadena de radio pública NPR, que recordaron un mortífero brote de sarampión en 2019, del que Kennedy ha intentado desvincularse aventando más falsedades.
La página de verificación de datos del prestigioso Centro Annenberg de Políticas Públicas de la Universidad de Pensilvania refiere así el episodio: “Kennedy también participó en uno de los peores brotes de sarampión de los últimos tiempos. En 2018, dos bebés en la Samoa estadounidense murieron cuando las enfermeras prepararon accidentalmente la vacuna combinada contra el sarampión, las paperas y la rubeola, con relajante muscular caducado en lugar de agua. El Gobierno samoano suspendió temporalmente el programa de vacunación, y los antivacunas ―incluidos Kennedy y su ONG[Children’s Health Defense, que preside]― inundaron la zona con información errónea. La tasa de vacunación cayó a un nivel peligrosamente bajo. Al año siguiente, cuando un viajero llevó el sarampión a las islas, la enfermedad hizo estragos entre la población, contagiando a más de 5.700 personas y matando a 83, la mayoría niños pequeños”. El centro dedica una página entera a desmentir las desinformadas posturas del político sobre “vacunas, autismo y covid-19″.
“Lo más importante que hay que saber sobre Robert F. Kennedy Jr. es que probablemente haya gente muerta por su culpa. Miles de personas que siguieron sus consejos médicos sobre vacunas en medio de una pandemia mortal”, la del coronavirus, abundó en su programa, en horario de máxima audiencia, Lawrence O’Donnell, uno de los principales presentadores de la cadena MSNBC. Un comentarista de la cadena, David Corn, editor de la solvente publicación Mother Jones y con casi un millón de seguidores en X, criticó por su parte el adjetivo elegido por el diario The New York Times para titular la noticia del nombramiento: “Robert F. Kennedy Jr. no es un escéptico [el calificativo que aparece en el título de la edición impresa de este viernes] de las vacunas. Ha dicho que no hay vacunas seguras o eficaces. Es un enemigo de las vacunas”. Ambos se pronunciaban a la misma hora que Kennedy celebraba en olor de multitudes su nombramiento en una gala en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, a la que también asistió Musk.
Hakeem Jeffries, líder de la minoría demócrata en la actual Cámara de Representantes, calificó el nombramiento de inadecuado en declaraciones a la CNN. “Entendemos que es completa y totalmente incompetente... Necesitamos gente seria, con experiencia y conocimientos serios. Robert F. Kennedy Jr. no es, por supuesto, nada de lo anterior (...). [¿Es] Robert F. Kennedy Jr. lo mejor que EE UU puede ofrecer? ¿Nos darán él y otros la mejor oportunidad de marcar la diferencia en la vida del pueblo estadounidense?”.
Por parte de su familia, que ha renegado abiertamente de él, se manifestó su hermana Kerry, especialmente crítica con el político anteriormente demócrata, luego independiente y desde agosto, fervoroso republicano. “Me repugna el obsceno abrazo de mi hermano a Donald Trump. Y repudio y me desvinculo por completo de Robert Kennedy Jr. y de sus flagrantes esfuerzos por profanar la memoria de mi padre”, reaccionó Kerry Kennedy.
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