Ucrania y Rusia envían refuerzos para imponerse en la disputada ciudad oriental de Pokrovsk
Zelenski asegura que ese frente, en la región de Donetsk, es ahora la “prioridad”

“De cualquier forma, vamos a perder esta ciudad. La única incógnita es cuántos enemigos van a morir allí y si lograremos salvar a los soldados ucranios”. El comentario, entre el pesimismo y el realismo, se refiere a la estratégica localidad de Pokrovsk (este de Ucrania) y corresponde a Mikola Melnik, oficial de las Fuerzas Armadas de Ucrania y comandante de la compañía mecanizada M2 Bradley. Reconoce que en torno a la mitad de la zona, ubicada en el frente de Donetsk, sigue en manos ucranias, aunque sus efectivos están parcialmente rodeados y las líneas de aprovisionamiento son muy complicadas. Los partes oficiales de rusos y ucranios, los dos bandos que estos días elevan su despliegue en la zona, se resisten a otorgar ninguna ventaja al contrario.
Tras larguísimos meses bajo las bombas y miles de muertos y heridos, la pregunta es qué estrategia debe poner en marcha Ucrania llegado este punto de empuje enemigo. ¿Merece la pena salvar Pokrovsk a cualquier precio? Melnik realiza estas y otras reflexiones en su perfil de Facebook casi a la vez que el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, reconocía durante el fin de semana que Pokrovsk supone una “prioridad”. Se trata de una ciudad asediada desde el verano de 2024 en el frente de Donetsk, región controlada por tropas locales solo en un 30%. Allí, miles de soldados rusos ―más de 10.000, según estimaciones ucranias, en una proporción que multiplica por ocho a las tropas de Kiev― tratan de cercar a los militares defensores.
“Tanto las fuerzas ucranias como las rusas han logrado recientemente avances tácticos en la zona de Pokrovsk”, según el Instituto de Estudio de la Guerra (ISW, según sus siglas en inglés). En un intento por mantener la plaza, Kiev ha desplazado refuerzos al que es en este momento el más encarnizado frente de la contienda; entre ellos, unidades de fuerzas especiales, según informan algunos medios locales.
También los invasores están acumulando más efectivos para tratar de afianzar sus avances y el cerco en medio de combates dentro de la ciudad. “Es probable que las fuerzas rusas hayan priorizado la toma de Pokrovsk y Mirnogrado sobre las operaciones ofensivas en la zona táctica de Kostiantinivka y Druzhkivka”, también en Donetsk, señala el ISW, aunque esas “tácticas de asalto rusas en dirección a Pokrovsk están provocando un elevado número de bajas”.
El Ministerio de Defensa ruso ha señalado este lunes que sus fuerzas han avanzado y han llevado a cabo ataques en las últimas horas contra instalaciones militares e industriales ucranias. El ejército ruso, según esa misma fuente, está desmantelando posiciones locales que permanecen rodeadas en torno a la estación de tren y la zona industrial de Pokrovsk.
Zvezda, medio vinculado a ese ministerio, ha informado de algunas rendiciones ucranias frente a tropas rusas y ha publicado vídeos de varios de esos soldados locales. En todo caso, ninguno de los dos ejércitos acaba por imponerse sobre el terreno y la considerada zona gris domina el mapa que refleja la situación del frente, según la web Deep State, que actualizan analistas de seguridad ucranios.
Para Mikola Melnik, los rusos han impuesto su posición a los ucranios por el “agotamiento de las unidades, la escasez de efectivos, la superioridad total del enemigo en todos los aspectos y el derroche de tropas en batallas inútiles”, sostiene en su mensaje de Facebook.
Las imágenes captadas por un dron de una decena de militares ucranios descendiendo de un helicóptero modelo Black Hawk que toma brevemente tierra supuestamente en la zona de Pokrovsk, han sido ampliamente difundidas. Se trata de un grupo de las fuerzas especiales que lograron desplegarse en los últimos días de octubre sobre el terreno pese a la complicada situación por la actividad de drones rusos, según informó una fuente del 7º Cuerpo de Reacción Rápida.
La operación ha estado supervisada por el máximo responsable de la inteligencia militar ucrania, el general Kirilo Budanov, de quien se han difundido algunas imágenes que lo sitúan en la zona. Sin pruebas, el Ministerio de Defensa ruso ha informado de que todos los que descendieron del helicóptero para tratar de hacer frente a la presencia invasora en torno a la ciudad de Pokrovsk han muerto.
Los rusos lanzaron su ofensiva sobre el este de Ucrania en 2014. Poco después, la ciudad de Donetsk, capital de la provincia homónima, era nombrada por Moscú como capital de la autoerigida República Popular de Donetsk. De igual forma, controlan casi en su totalidad la vecina Lugansk, donde han impuesto un organismo similar que tampoco es reconocido por la comunidad internacional. En más de una década, las tropas invasoras apenas han avanzado 40 kilómetros, la distancia que separa la ciudad de Donetsk de Pokrovsk, principal localidad en la que se combate cuerpo a cuerpo en la actualidad.
Mientras, el coste en vidas de la guerra se mide en cientos de miles, aunque ninguna de las partes ofrece detalles al respecto. Donetsk y Lugansk conforman la región de Donbás, ansiada por Moscú y una prioridad a la que no quiere renunciar, al igual que a la península de Crimea, anexionada ilegalmente.
La batalla de Pokrovsk recuerda a episodios previos de esta guerra vividos en otras localidades de Donetsk como Avdiidka o Bajmut, que cuando cayeron en manos rusas eran poco más que escombros. Pokrovsk contaba con unos 60.000 habitantes antes de la guerra. “Seguimos combatiendo al ocupante, y eso es lo más importante: detener los ataques rusos donde y cuando sea posible”, dijo el sábado Zelenski. “Los rusos quieren convertir todo nuestro país en lo que están haciendo con Pokrovsk”, agregó.
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