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Un dron ruso mata a dos periodistas locales en Kramatorsk, en el este de Ucrania

Los reporteros estaban trabajando en el lugar de otro ataque llevado a cabo la víspera contra una gasolinera

Luis de Vega

Dos periodistas ucranios han muerto por el impacto de un dron ruso modelo Lancet en la mañana del jueves en la ciudad de Kramatorsk, en la provincia oriental de Donetsk, según han confirmado fuentes policiales y militares y ha podido presenciar EL PAÍS en el lugar de los hechos, desde donde, a mediodía, trasladaban uno de los cadáveres a la morgue. La cifra de reporteros muertos mientras realizaban su trabajo en Ucrania desde que Rusia lanzó la invasión a gran escala en 2022 asciende a 21, según datos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

Tres reporteros del canal de televisión Freedom (Libertad) acudieron este jueves a observar los daños de otro ataque perpetrado un día antes contra una gasolinera de la ciudad de Kramatorsk, que lleva meses bajo el asedio de las tropas del Kremlin. Allí entrevistaron a los empleados y grabaron los daños causados. En el momento de regresar a su vehículo, aparcado a la entrada de la estación de servicio, un aparato no tripulado ha impactado directamente sobre este y la onda expansiva ha matado a dos de ellos, según el relato del portavoz policial de la región de Donetsk, Pavlo Diachenko.

Los muertos son la periodista Olena Gubanova, que trabajaba bajo el pseudónimo Olena Gramova, de 43 años y nacida en la localidad de Yenakievo (Donetsk), y Yevhen Karmazin, camarógrafo de 33 años nacido en Kramatorsk. En 2023, Gubanova recibió la Orden de la Princesa Olga de manos del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

El tercer reportero, Oleksandr Kolychev, de 37 años, ha resultado herido por impactos de metralla en la cabeza, tórax y brazo izquierdo, así como una fractura de tibia. Kolychev, que era el conductor del grupo, ha sido trasladado a un centro médico de la ciudad de Dnipro tras ser estabilizado y su vida no corre peligro, según han confirmado los doctores a su esposa, Margarita Kolycheva, con la que ha conversado EL PAÍS por teléfono. Kolycheva explica que su marido llevaba cinco años trabajando en el este de Ucrania junto a Hramova y Karmazin.

“Tras haber trabajado en muchos lugares calientes, han muerto a 20 kilómetros del frente. Es un final muy trágico el que han tenido”, ha lamentado Pavlo Diachenko, que conocía bien a los informadores, que habían cubierto el frente en puntos como Bajmut o Toresk, localidades ahora en manos de los invasores rusos.

“Hacían un trabajo muy importante”, ha agregado el portavoz policial junto a los restos destrozados y medio calcinados del coche, un Volkswagen de color rojo que, aparentemente, no llevaba marcas exteriores que indicaran que se trataba de un vehículo ocupado por periodistas. Entre los restos esparcidos por el suelo, entre charcos de sangre, hay piezas del aparato de ataque no tripulado modelo Lancet empleado por los rusos para llevar a cabo el ataque, según el portavoz policial.

Varios chalecos antibalas y cascos con distintivos de “PRESS” (prensa) se amontonaban en el maletero. “Es difícil saber”, según Diachenko, si el objetivo ruso eran reporteros. Lo que está claro para él es que el dron ha terminado impactando sobre “un coche civil, sin inhibidores de drones (que suelen llevar los vehículos militares)… Es simplemente un coche rojo civil”. De nada parece haber servido el entramado de redes que protege las instalaciones de la gasolinera para tratar de evitar ataques con drones. El del miércoles las atravesó y dañó el voladizo de metal que cubre los surtidores. El del jueves impactó en el coche, estacionado apenas a un metro de esas redes.

Los ataques con drones han ido ganando protagonismo a lo largo de la guerra y, según confirman fuentes médicas del ejército, esta arma es la principal causante de muertos y heridos. El último ataque sobre periodistas en Ucrania tuvo lugar el pasado 3 de octubre. Fue también llevado a cabo con un dron que causó la muerte del fotógrafo francés Antoni Lallican y heridas al periodista local George Ivanchenko en esta misma región de Donetsk.

Hasta el momento, incluyendo los de este jueves, al menos 21 periodistas y trabajadores de medios de comunicación han muerto mientras cubrían la guerra, según datos del CPJ.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
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