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Corea del Norte lanza misiles balísticos de corto alcance antes de la gira asiática de Trump

El presidente estadounidense viajará a Malasia, Japón y Corea del Sur, con crecientes especulaciones sobre un posible acercamiento a Kim Jong-un

Corea del Norte
Inma Bonet

A solo una semana de la llegada a Corea del Sur del presidente estadounidense, Donald Trump, la muy hermética Corea del Norte ha lanzado varios misiles balísticos de corto alcance en dirección al mar de Japón. El gesto de este miércoles se ha interpretado como un desafío directo a Washington y a Seúl en plena reconfiguración del tablero diplomático regional, y llega en medio de crecientes especulaciones sobre un posible reencuentro entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un.

La de este miércoles, además, de la primera prueba armamentística que Pyongyang realiza desde que Lee Jae-myung asumió la presidencia surcoreana, en junio pasado. Entre las promesas de su Gobierno figura la de intentar retomar el diálogo con su vecino del norte, aunque el régimen de Kim ha rechazado de momento todos los llamamientos en esa dirección. Los canales de comunicación entre ambos países llevan cortados desde 2022.

El Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS, por sus siglas en inglés) informó de que los proyectiles fueron disparados hacia las 8.10 de la mañana (01.10, hora peninsular española) desde Junghwa, en la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur, con trayectoria hacia el noreste. Según los primeros cálculos de las autoridades castrenses, los misiles habrían recorrido unos 350 kilómetros antes de caer en suelo norcoreano, agrega el comunicado del JCS. Seúl, Washington y Tokio están analizando conjuntamente las características exactas de los artefactos, según ha asegurado la nueva primera ministra nipona, Sanae Takaichi, en una rueda de prensa.

La provocación de Pyongyang se produce en un momento de alta visibilidad internacional para Corea del Sur, que acoge la semana que viene la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), al que asistirán, entre otros, Trump y su homólogo chino, Xi Jinping. Está previsto que los líderes de las dos mayores potencias del planeta mantengan un cara a cara de alto nivel en los márgenes del evento, con el objetivo de reconducir una relación que se ha visto muy tensionada en el último año por la guerra arancelaria. Aunque las expectativas son muy altas, el encuentro no está garantizado, según expresó Trump tras la reciente imposición china de controles a las exportaciones de tierras raras (recursos clave para la fabricación de tecnologías estratégicas).

Diversos analistas habían advertido de que Corea del Norte podría llevar a cabo pruebas de misiles antes o durante la cumbre APEC para subrayar su determinación de obtener reconocimiento como Estado con armas nucleares y presionar a la ONU para que elimine las sanciones económicas que asfixian al país desde hace casi dos décadas.

El movimiento se suma a la reciente demostración de músculo armamentístico durante un desfile militar en Pyongyang en el que se exhibió por primera vez el misil balístico intercontinental Hwasong-20, además de misiles hipersónicos de medio alcance y otras armas de nuevo cuño. Las agencias de inteligencia regionales creen que podría realizarse un ensayo de ese proyectil en los próximos meses.

Desde el estancamiento de las conversaciones con Washington en 2019, Kim ha acelerado el desarrollo de su arsenal nuclear y ha multiplicado las pruebas armamentísticas. Sin embargo, en las últimas semanas ha dejado entrever que estaría dispuesto a retomar el diálogo si Estados Unidos abandona su exigencia de desnuclearización, en línea con las declaraciones conciliadoras de Trump en favor de un nuevo acercamiento. El magnate republicano no ha escondido su interés por recuperar su papel de mediador en la península de Corea y asegura mantener una buena sintonía personal con el líder supremo norcoreano.

En paralelo, crecen los rumores sobre la posibilidad real de ese contacto durante la gira asiática que llevará al mandatario estadounidense a Malasia, Japón y Corea del Sur. Fuentes oficiales citadas por la cadena estadounidense CNN aseguran que en Washington se ha sopesado esa opción, aunque no se han iniciado conversaciones formales al respecto, y medios surcoreanos no descartan ese escenario. La especulación ha aumentado tras la suspensión temporal de los tours a la aldea desmilitarizada de Panmunjom, un enclave simbólico en la frontera intercoreana y en el que Kim y Trump se reunieron en 2019.

En un análisis del rotativo hongkonés South China Morning Post, varios expertos afirman que una eventual cuarta cumbre Kim-Trump se celebraría en condiciones muy distintas a las anteriores. Kim llega a esta coyuntura con un arsenal nuclear más avanzado, un mayor respaldo de Rusia y de China, y una posición interna más sólida que en los años de su primer contacto con Washington. Varios analistas citados por ese medio señalan que cualquier intento de diálogo por parte de Trump podría implicar concesiones sustanciales, desde la reducción de sanciones hasta garantías de seguridad que reconozca de facto el poder nuclear de Pyongyang.

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Sobre la firma

Inma Bonet
Es la colaboradora de EL PAÍS en Asia desde 2021. Reside en China desde 2015, primero como estudiante de chino y de un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (BFSU), y luego como periodista. Antes de unirse a este diario trabajó en televisión y radio.
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