Turquía, Qatar y Egipto presionan a Hamás para alcanzar la paz en Gaza
La mayoría de los países de Oriente Próximo, Rusia, China y la UE han dado su apoyo al plan de Trump


Representantes de Turquía, Qatar y Egipto, reunidos en Doha con los negociadores de Hamás, estuvieron presionando durante los últimos tres días al grupo islamista palestino para que minimizara sus objeciones y aceptara el plan propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump, para detener la ofensiva israelí sobre Gaza. Una fuente del Gobierno turco aseguró a EL PAÍS que los mediadores esperaban una respuesta de Hamás “pronto”, algo que finalmente sucedió a última hora de ayer. Trump había dado de plazo al grupo hasta mañana para aceptar su plan. De no hacerlo, “se desatará un infierno como nunca antes se ha visto”, aseguró en su red social, Truth.
El martes, tras haber presentado su plan para Gaza, Trump dio un plazo de “tres o cuatro días” al grupo palestino para responder y amenazó con que, si no era positiva, habría “un final muy triste” y daría vía libre al Gobierno de Benjamín Netanyahu para “hacer lo que tenga que hacer”. El plan contempla el fin de los ataques israelíes y una progresiva retirada de sus fuerzas desplegadas en la Franja a cambio de la entrega de los rehenes (48, la mayoría muertos) que quedan en manos de Hamás y el desarme del grupo palestino. Gaza quedaría bajo el control de un Gobierno de transición sin participación de los islamistas y supervisado por un organismo internacional liderado por el propio Trump, que también contaría con figuras como el ex primer ministro británico Tony Blair, muy polémico en Oriente Próximo por su papel en la invasión de Irak y en fallidas negociaciones del conflicto entre israelíes y palestinos.
La BBC informó de que el comandante de las Brigadas al Qassam, Ezedín Haddad —principal líder militar de Hamás en Gaza—, había mostrado su oposición a la propuesta, ya que significaría la rendición y desaparición del grupo islamista fundado en 1987, si bien el plan garantizaría a sus combatientes una amnistía y la posibilidad de realojarse en terceros países tras abandonar las armas. El segundo grupo armado más importante en Gaza, la Yihad Islámica, que tiene a algunos de los rehenes israelíes, de momento rechaza el plan y no se ha pronunciado tras la decisión positiva de Hamás.
Sin embargo, la mayoría de los países de la región ―incluida Turquía, muy crítica con los ataques israelíes, que, como otros países, califica de “genocidio”―, así como Rusia, China, la UE y la propia Autoridad Nacional Palestina habían dado su apoyo al plan de Trump. Según fuentes citadas por el medio estadounidense Axios, el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani, advirtió a los negociadores de Hamás de que es incapaz de mediar para conseguir un plan mejor que el ofrecido por EE UU.
Junto a los representantes cataríes, en las conversaciones de Doha se encuentran el jefe de la inteligencia egipcia, Hassan Rashad, y el jefe de los servicios secretos turcos, Ibrahim Kalin, un cercano colaborador del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que ya ha participado en varias rondas de negociación con los representantes políticos de Hamás, tanto en Qatar como con aquellos que residen en Turquía.
Al mismo tiempo, el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan (antecesor de Kalin al frente del espionaje), ha mantenido en los últimos días una febril actividad diplomática con visitas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, así como conversaciones telefónicas con sus homólogos de la mayoría de países de la región y de Europa, entre ellos el español José Manuel Albares, a fin de tratar el plan estadounidense para Gaza, según confirmaron fuentes diplomáticas turcas a este diario.
Según fuentes diplomáticas árabes citadas por el diario israelí Haaretz, el esfuerzo de los mediadores se había centrado en evitar el rechazo al plan por parte de Hamás y minimizar sus objeciones. Las contrapropuestas del grupo palestino pasan por ligar la liberación de los rehenes a las diferentes fases de retirada del ejército israelí ―en lugar de la liberación inmediata, en un principio en 72 horas, exigida por Trump―; garantías internacionales de que Israel no retomará sus ataques y limitar el desarme al arsenal ofensivo, mientras mantiene una parte para su defensa. Asimismo, aunque se inclina por aceptar un Gobierno tecnocrático en la Franja sin su participación, exige que sea totalmente palestino y sin supervisión de un organismo extranjero.
El jueves, el ministro de Exteriores egipcio, Badr Abdelatty, pidió más tiempo para “convencer a Hamás de que responda positivamente” al plan para Gaza. “Hay muchos huecos que llenar, necesitamos debatir más sobre su implementación, en especial en dos aspectos importantes: la gobernabilidad y las disposiciones de seguridad. Apoyamos el Plan de Trump y su visión de detener la guerra y avanzar”, afirmó.
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