La flotilla zarpa de nuevo hacia Gaza tras cuatro días de complicaciones en Creta
El ataque con drones y los fallos en el motor del barco que lidera la misión han puesto a prueba la paciencia de los participantes en su cuarta semana de travesía


La Global Sumud Flotilla retoma su camino hacia Gaza, en su cuarta semana de travesía. Los 42 barcos que han logrado llegar hasta las costas de Creta en buenas condiciones han levantado anclas este sábado por la tarde, justo cuando el sol se escondía en el mar. Esto ha supuesto una gran alegría para su tripulación, ya que muchos asumían con desesperación tener que pasar una cuarta noche en aguas griegas. El ataque con drones de la noche del martes y un fallo de motor irreparable en el Family, el barco que lideraba la misión, han sido los motivos de este nuevo retraso.
Thiago Ávila, una de las caras visibles de la misión y miembro del comité de dirección, ha anunciado a los participantes: “Hemos terminado de hablar con las autoridades griegas y ha ido todo bien. Logramos evitar una derrota burocrática de la misión. Zarpamos rumbo a Gaza”. Pese a que la intención era salir por la mañana o al menos a plena luz del día, las embarcaciones se han ido alejando de la isla de Creta de noche, escoltados por un barco militar griego que les acompañará hasta su llegada a aguas internacionales. Además, el buque de la marina italiano que llegó el jueves les seguirá durante toda la misión. El Furor, el navío español que envió el Gobierno de España, no tiene previsto incorporarse a la flotilla hasta mediados de la semana que viene, aunque su llegada dependerá de las condiciones del mar.
Además, desde las redes sociales de la flotilla se han hecho eco de una noticia del portal Royanews, en la que se asegura que la aviación militar turca lleva dos días sobrevolando las embarcaciones con el objetivo de protegerlas de nuevos ataques de drones. Además, tras citar a la Israel Broadcasting Authority (IBA), señala que la aviación turca continuará con la vigilancia aérea durante toda la travesía y lo interpreta como un mensaje del Gobierno turco ante cualquier intento de interceptación. Desde la flotilla apuntan directamente a Israel como responsable de los tres ataques de drones sufridos hasta ahora.
El turco Abdullah Gundem, profesor de literatura a bordo de la flotilla, “cree firmemente” que el Gobierno de su país protegerá a los barcos. “Aunque no lo diga públicamente, las autoridades de Turquía cumplen con su responsabilidad”. Además, ha esbozado una sonrisa al ser preguntado por cómo se siente ahora que su barco, el Capten Nikos, se dirige hacia Gaza: “Me llena de alegría. Pienso en mis hermanos y hermanas palestinos que nos esperan. Estoy deseando reencontrarme con ellos pronto y tengo confianza en que vamos a llegar”.
La expedición, que tiene como objetivo llevar ayuda humanitaria a la Franja, ha afrontado dificultades de todo tipo en sus 27 días de travesía. Sin embargo, ya no hay más paradas previstas, por lo que los barcos que tengan complicaciones deberán abandonarla. Las costas de Chipre podrían servir de puerto de emergencia en caso de ataques que obliguen a las embarcaciones a retirarse. La previsión es llegar a Gaza entre cinco y ocho días después de la salida, pero dependerá de si hay nuevos ataques o una interceptación, como ha pasado en todas las anteriores flotillas desde que nació esta iniciativa humanitaria en 2010.
Adentrarse en aguas internacionales en plena noche genera inquietud entre algunos participantes. Los protocolos de seguridad han aumentado y las guardias nocturnas en busca de cualquier tipo de amenaza se multiplican. No solo la vista, el oído también es importante, ya que los drones que han atacado en las tres ocasiones tenían las luces de aviación apagadas.
Desde Israel siguen considerando que es la “Flotilla de Hamás”. El ministerio de Exteriores del país ha vuelto a insistir este sábado en que el rechazo de su oferta, que consiste en dejar la ayuda humanitaria en un puerto bajo su control para ser distribuida “pacíficamente”, demuestra que su objetivo no es llevar ayuda, sino “servir a Hamás”. Desde la organización argumentan que hay decenas de camiones de ayuda humanitaria en la frontera de Gaza y que Israel no permite su entrada, por lo que no pueden confiar en que lo vayan a hacer con las cajas de comida y medicinas que transportan.
“El mar es incierto, los riesgos son reales. Sin embargo, estos barcos siguen navegando. No porque sea seguro hacerlo, sino porque Gaza no puede ser abandonada al hambre y al asedio”, señala la organización desde sus redes sociales. En su página web, invitan a todos los ciudadanos a seguir el estado de la flotilla mientras avanza por aguas del Mediterráneo.
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