Kim Jong-un y Xi Jinping recuperan la sintonía con un encuentro en Pekín
China busca “reforzar la comunicación estratégica” y “estrechar la cooperación” con Corea del Norte, asegura el ministerio de Exteriores


No se veían cara a cara desde 2019. Y ha llovido bastante desde entonces. Pero tanto el líder norcoreano, Kim Jong-un, como el presidente chino, Xi Jinping, han actuado en todo momento como si el tiempo no hubiera pasado para dos aliados estratégicos. La reconexión entre China y Corea del Norte, el único país con el que Pekín mantiene una cláusula de defensa mutua, ha quedado finalmente simbolizada con una reunión de los mandatarios celebrada este jueves en la capital china.
Los medios estatales chinos se han limitado a informar a media tarde (hora local) de la reunión, y la agencia surcoreana Yonhap ha asegurado haber visto la comitiva de vehículos del presidente Kim dirigiéndose hacia el Gran Salón del Pueblo, el edificio reservado para este tipo de encuentros políticos. Pero ninguna de los delegaciones ha detallado, de momento, el contenido de las conversaciones. En anteriores ocasiones, los medios oficiales de ambos países han esperado al menos hasta que Kim haya cruzado la frontera de regreso a Corea del Norte para divulgar detalles de las actividades.
“China está dispuesta a trabajar junto con Corea del Norte para reforzar la comunicación estratégica, estrechar los intercambios y la cooperación, profundizar el intercambio de experiencias en la gobernanza y la gestión del Estado, e impulsar el desarrollo de la causa socialista de cada parte y de la tradicional amistad y cooperación chino–norcoreana”, ha señalado este jueves Guo Jiakun, portavoz chino de Exteriores, al confirmar que el encuentro tendría lugar.
Kim, que llegó el martes a China a bordo de un convoy ferroviario blindado (su habitual modo de transporte), está en cualquier caso exprimiendo cada minuto del viaje. Aislado políticamente y sin apenas interlocución internacional, el mandatario se ha visto con una oportunidad diplomática única, al coincidir en Pekín con la veintena larga de líderes invitados al gigantesco desfile militar que China celebró el miércoles para conmemorar la rendición de Japón en la segunda guerra Sino-Japonesa (1937-1945) y el final de la II Guerra Mundial.
Durante el acto, Xi optó por reservarle un papel destacado. Fue el penúltimo mandatario al que saludó en la Ciudad Prohibida, solo por delante del ruso Vladímir Putin. Caminó junto a Xi durante el paseíllo hasta la galería superior de Tiananmén, desde donde observaría el desfile sentado a la izquierda del líder chino, mientras Putin lo flanqueaba por el lado derecho. A medida que marchaban ante sus ojos las formaciones, los tanques y los misiles, se podía ver a Kim charlando de forma frecuente con Xi.
Tras los fastos, el norcoreano tuvo tiempo de reunirse con Putin, a quien prometió “seguir ayudando en todo lo que necesite” para su guerra en Ucrania. “Lo consideraremos una obligación fraternal”, le dijo, según la agencia surcoreana Yonhap. La sintonía entre Pyongyang y Moscú se ha intensificado después de que sellaran en 2024 un acuerdo de asociación que incluye un tratado de defensa mutua en caso de agresión.
Corea del Norte ha asistido a Rusia en la guerra de Ucrania, con el envío de soldados y material militar. Mientras, las agencias de inteligencia occidentales temen que Pyongyang -que lleva casi dos décadas sometida a un régimen de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU por su programa nuclear y de misiles balísticos- podría estar recibiendo ayuda rusa en estos campos.
Durante el cara a cara con Putin, este le agradeció a Kim la participación de tropas norcoreanas “en la lucha conjunta contra el neonazismo moderno”, en referencia a la guerra de Ucrania, según la agencia rusa Tass, y le confió que su país nunca olvidará las bajas sufridas, que ascienden a unos 2.000 soldados fallecidos, según estiman los servicios de inteligencia surcoreanos.
El nuevo eje Moscú-Pyongyang ha dado pie a que algunos analistas pongan en cuestión la solidez de los lazos con Pekín, tradicional aliado y principal sostén económico de Corea del Norte. El recibimiento brindado y el encuentro de este jueves van dirigidos a mostrar que todo sigue como antes.
“Seguimos teniendo vínculos muy estrechos con Corea del Norte”, zanja Li Lifan, profesor de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, vinculada al Gobierno chino. Su viaje, añade, ha tenido lugar justo después de que el presidente surcoreano, Lee Jae-Myung, propusiera a Donald Trump facilitar un encuentro con Kim. Le lanzó la oferta durante una reunión a finales de agosto en la Casa Blanca. Para el profesor Li, el hecho de que Kim haya querido viajar justo después a China ha supuesto una “bofetada” a Corea del Sur, y la “pérdida de credibilidad” del presidente surcoreano.
Ya durante la primera etapa de Trump en la presidencia, cuando tuvieron lugar las históricas cumbres que no llegaron a buen puerto, Kim coordinó sus encuentros con asiduos viajes a Pekín, para entrevistarse con Xi.
En su viaje a Pekín, Kim ha sido acompañado por su hija, lo que indica la relevancia que la niña, que tendría 12 años y podría llamarse Kim Ju-ae (cuestiones que nunca ha confirmado Pyongyang), ha ido tomando en los últimos años. Algunos analistas consideran que sus reiteradas apariciones podrían indicar que se trata de la elegida para suceder a su padre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
