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Bruselas creará un comité de crisis para afrontar guerras y emergencias climáticas

La nueva estrategia de preparación de la UE fija el reforzamiento del servicio europeo de análisis de inteligencia ante la amenaza rusa en un contexto geopolítico de extrema volatilidad

Guerra Ucrania
María R. Sahuquillo

Bruselas creará un comité de crisis especial para prevenir, hacer seguimiento y dar respuesta a las emergencias climáticas y bélicas en la Unión Europea. El Ejecutivo comunitario reforzará, además, el punto de respuesta ante las emergencias que ya existe y revisará la normativa de protección civil, según marca la estrategia europea de preparación de la ciudadanía, que desvelará este miércoles.

En el nuevo comité de crisis, que supone un gran salto cuantitativo y cualitativo en cuanto a la coordinación y la previsión europeas, estarán representados la Comisión Europea, la alta representante para Política Exterior y Seguridad y los 27 Estados miembros (que son los responsables de la preparación civil y coordinación de emergencias), que recibirán apoyo de las agencias europeas y nacionales. La iniciativa, que según Bruselas se pondrá en marcha antes de que acabe 2025, es un elemento más de los planes europeos para afrontar las crecientes emergencias, que pueden tener un impacto enorme en las sociedades europeas.

“El tiempo es esencial en las crisis agudas, pero también para su anticipación”, advierte el borrador de la nueva estrategia, al que ha tenido acceso EL PAÍS. “La identificación temprana de riesgos y amenazas puede ganar un tiempo precioso y ayudar a prevenir crisis o facilitar su gestión y minimizar su impacto” incide el documento, que aún está en discusión y que todavía puede experimentar cambios. Se trata de una hoja de ruta para que toda la sociedad pueda afrontar las crisis. Además de plantear la creación de ese nuevo comité de crisis especial, el documento marca otras directrices concretas, como la recomendación a toda la población para que prepare suministros que le permitan subsistir durante 72 horas sin ayuda externa si llega una guerra o una crisis climática.

El brazo ejecutivo de la Unión Europea —el club formado por 27 países y 450 millones de ciudadanos— está acelerando también los planes para reforzar y ampliar su servicio de análisis e inteligencia, el llamado Centro Único de Análisis de Inteligencia de la UE (SIAC), una entidad que recibe información civil y militar de las agencias de espionaje de los Estados miembros. Bruselas quiere potenciar el SIAC para finales de 2025, según remarca el borrador de la nueva estrategia, que aún se está debatiendo y que puede experimentar cambios.

Trabas a la agencia de espionaje

El Ejecutivo comunitario lleva un tiempo queriendo no solo reforzar ese servicio de análisis de inteligencia europeo, sino directamente apoyar la creación de una agencia de espionaje de la UE. Pero la idea se ha enfrentado a las trabas de la propia estructura comunitaria, a la gran oposición de los Estados miembros y a las estrecheces presupuestarias. Los servicios actuales se enfrentan a la escasez de datos que comparten desde las agencias de las capitales, muy reticentes a ceder información a los 27 Estados miembros, explican fuentes comunitarias. Entre los más problemáticos está Hungría, el socio comunitario más cercano a Moscú.

Lo que plantea ahora Bruselas es reforzar el SIAC, que se dedica fundamentalmente al análisis y estudio de la información sensible. De hecho, tiene en su plan para este año la contratación de varios asesores y analistas especializados en información de inteligencia militar. La Comisión también quiere tratar de que las capitales entreguen más información de inteligencia para poder responder más rápido a las amenazas.

“La guerra de agresión ilegal de Rusia contra Ucrania, las crecientes tensiones geopolíticas, los ataques híbridos y ciberataques por parte de actores estatales, el sabotaje contra activos críticos, la manipulación e interferencia de información extranjera, y la guerra electrónica se han convertido en una constante de la realidad actual”, avisa el documento de la estrategia consultado por este diario. El texto advierte de esas amenazas, muy cercanas para los Estados miembros vecinos de Rusia —como los bálticos, los nórdicos o Polonia, que ya tienen programas de preparación ante una agresión armada—, pero también de otros riesgos más cercanos para la ciudadanía de los países del sur, como la emergencia climática, las inundaciones, los incendios, los desastres naturales y fenómenos extremos. “Esto es una llamada de alerta a Europa”, dice la Comisión Europea en su nueva estrategia.

Casi la mitad de los europeos (49%) no se sienten bien informados sobre los riesgos de desastre que podrían afectarles y el 65% dice que necesita más información para prepararse ante desastres o emergencias, según un Eurobarómetro de 2024 que recoge el documento de la nueva estrategia.

El plan se basa en un largo informe sobre la preparación de los europeos ante las emergencias elaborados por Sauli Niinisto, expresidente de Finlandia, un país con una sólida preparación ante las crisis. Esta iniciativa forma parte de un programa mucho más amplio de preparación europea que incluye, por ejemplo, el plan de rearme, el plan europeo de Adaptación al Clima o la ley de medicamentos esenciales.

La Comisión Europea quiere concienciar a toda la sociedad de que las crisis son posibles. Desde que Rusia lanzó su guerra a gran escala contra Ucrania, hace más de tres años, las prioridades del Ejecutivo comunitario han cambiado y la defensa y la seguridad han ido escalando posiciones en una UE en la que hace años no solo era impensable hablar de esos temas, sino que también formaba parte de un cierto tabú. Ahora, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, con sus críticas a la UE y sus amenazas a retirar el paraguas estadounidense de seguridad de Europa, la seguridad y la defensa son casi el primer punto de las próximas políticas comunitarias.

Bruselas ha cambiado incluso su sistema de trabajo. Con un contexto global de extrema volatilidad, los comisarios europeos recibirán “información de seguridad” por parte de ese nuevo comité de crisis y de otras agencias.

Además, como parte de la nueva estrategia de preparación —que establece que debe haber una mejor cooperación civil y militar y que se necesitan programas especiales para empresas, escuelas y universidades—, la UE desarrollará un servicio gubernamental de observación de la tierra, que proporcionará detección satelital. Ese nuevo instrumento aprovechará el uso de Copernicus para apoyar la gestión de emergencias y seguridad.


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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.
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