Seis muertos y 40 desaparecidos en el naufragio de un cayuco frente a la isla de Lampedusa

Al menos seis migrantes murieron y otros 40 desaparecieron en las aguas del Mediterráneo tras el naufragio de una barcaza que se produjo en la madrugada de este miércoles a poca distancia de la isla italiana de Lampedusa, según ha confirmado la Guardia Costera. Las autoridades italianas enviaron una patrulla a la zona tras recibir una alerta de la agencia europea de fronteras Frontex. Al llegar, encontraron la precaria embarcación a punto de hundirse y lograron rescatar a diez personas que iban a bordo. También localizaron seis cuerpos sin vida, pero los supervivientes indicaron que en el cayuco había al menos otras 40 personas, a las que que los guardacostas siguen buscando en el agua. Los migrantes que han sobrevivido al naufragio han relatado que la barca partió el domingo pasado de las costas de la ciudad tunecina de Sfax y que en ella viajaban, en total, 56 personas.

Los náufragos rescatados, seis hombres y cuatro mujeres, también han explicado que las dificultades comenzaron poco después de que zarpara la barcaza. Atendiendo a su relato, recogido por medios locales, tras salir de Túnez y después de menos de 24 horas de navegación, muchas personas cayeron al agua, probablemente debido a las condiciones del mar, que estaba agitado. A pesar de ello, el bote continuó navegando hasta que en la noche entre el martes y el miércoles, cuando estaba ya casi hundido, fue interceptado por los guardacostas italianos cerca del islote de Lampione, próximo a Lampedusa.

Los supervivientes recibieron atención médica y después fueron trasladados al centro de primera acogida de la isla, donde serán identificados y atendidos por la Cruz Roja, que les proporciona también asistencia psicológica, antes de ser destinados a otros centros de acogida de Italia.

El alcalde de Lampedusa, Filippo Mannino, lamentó las muertes y apuntó a “las malas condiciones del mar” como probable causa de la tragedia. Hacía varias semanas que no llegaban a Lampedusa embarcaciones procedentes de Túnez: todos los arribados en los últimos tiempos declararon que habían zarpado de Libia. Sin embargo, este mismo miércoles llegaron a Lampedusa otros 40 migrantes que aseguraron que habían partido también de Sfax a bordo de una embarcación metálica de ocho metros de eslora. El martes se registraron en total cinco desembarcos en la isla italiana, con 213 migrantes.

En los últimos meses, el Mediterráneo central ha sido escenario de otras tragedias similares. A inicios de año, dos embarcaciones improvisadas que se dirigían a Europa naufragaron frente a las costas de Túnez. A pocas millas de las costas tunecinas fueron rescatados 83 migrantes, junto con los cadáveres de 27 compañeros de viaje, entre ellos mujeres y niños. Mientras, al noreste de la isla tunecina de Jerba, en aguas internacionales, se hundió otra embarcación con 60 personas a bordo.

Las ONG que asisten en el Mediterráneo y en tierra a los migrantes han denunciado la falta de políticas comunes para vigilar las peligrosas travesías en el mar que afrontan miles de migrantes tratando de alcanzar Europa. “Mientras la atención política y mediática se centra en gran medida en la nueva propuesta de reforma de la legislación europea sobre repatriaciones, se ha producido otra tragedia evitable en el mar”, ha afirmado Giorgia D’Errico, directora de Relaciones Institucionales de Save the Children. Y ha continuado: “No podemos acostumbrarnos a estas muertes. Save the Children reitera su llamamiento para que se active un sistema coordinado y estructurado de búsqueda y rescate en el mar para salvar vidas, actuando de acuerdo con los principios internacionales y demostrando la solidaridad que es un valor fundacional de la Unión Europea, y para que se abran vías regulares y seguras para llegar a Europa”.

En lo que va de año han llegado a las costas italianas 8.900 migrantes, según los datos del Ministerio del Interior, un número similar a los que llegaron el año pasado en el mismo periodo pero inferior a los 20.300 que desembarcaron en 2023. Según la Organización Internacional para las Migraciones, cerca de 500 personas han perdido la vida este año en el Mediterráneo tratando de llegar a Europa.