Hamás anuncia un acuerdo para que Israel libere a los más de 600 presos palestinos pendientes
Su excarcelación será simultánea a la entrega por el movimiento islamista de cuatro cadáveres

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Hamás ha anunciado esta medianoche un acuerdo para desbloquear la excarcelación de los más de 600 presos palestinos que Israel debía haber liberado el sábado pasado, tras recibir seis rehenes en Gaza con vida, pero que canceló con los reclusos ya subidos a los autobuses hasta recibir garantías de que el movimiento islamista no organizará “ceremonias humillantes” en la próxima entrega. El acuerdo —que Israel no ha anunciado formalmente, pero han confirmado fuentes oficiales bajo anonimato— consiste en “simultanear” su excarcelación con la entrega por Hamás de cuatro cadáveres. Israel no solo liberará a los reclusos pendientes, sino también a los pactados por la nueva entrega, según el movimiento islamista. Sería en principio el último canje de los 42 días de la primera fase de la tregua, que concluye el próximo sábado y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, pretende prorrogar otros tantos. En vulneración de los términos del acuerdo, lleva tres semanas bloqueando la negociación de la segunda fase, que implicaría el fin de la guerra en Gaza.
El comunicado de Hamás señala que el acuerdo ha sido alcanzado en Egipto (uno de los tres mediadores del alto el fuego) y que la delegación reafirmó su “clara posición sobre la necesidad de un compromiso pleno y preciso con todas sus disposiciones y etapas”. No especifica, sin embargo, la fecha del canje. Estaba previsto para el jueves, pero algunas informaciones apuntan a un adelanto al miércoles por la noche, a través del cruce con Gaza de Kerem Shalom y sin ceremonias, como exigía Israel.
A cuatro días de que concluya la primera fase del alto el fuego y sin una segunda que le dé continuidad, Israel plantea ahora a Hamás una suerte de ultimátum con tres opciones: desarmarse y exiliar a sus líderes; seguir agotando su única baza negociadora (los alrededor de 60 rehenes que le quedarán) sin lograr el fin de la guerra; o la reanudación, aún más violenta, de los bombardeos sobre Gaza, según una fuente oficial israelí citada por los medios locales. En realidad, el movimiento islamista deberá seguir entregando secuestrados si quiere evitar esta última. Si para el 8 de marzo -es decir, el primer sábado (día habitual de los canjes) posterior al fin oficial de primera fase- Hamás no entrega alguno con vida, Netanyahu dará el alto el fuego como finiquitado, según la fuente. Son condiciones que no figuran en el acuerdo de alto el fuego que Israel y Hamás sellaron en enero, en vísperas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
En los 16 meses previos, la guerra en Gaza ha dejado más de 48.000 palestinos muertos (sobre todo mujeres y menores); una devastación sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial (el 90% de los edificios están dañados o destrozados, según datos de la ONU); y el uso del hambre como arma de guerra. Su eventual reanudación sería, sin embargo, más intensa, con “un nuevo ministro de Defensa, un nuevo jefe del Estado Mayor, todas las armas necesarias y plena legitimidad, al cien por cien, de la administración Trump”, señalaba la fuente.
La extensión de hasta 42 días (como plantea Israel) de la primera fase permitiría dos cosas a Netanyahu: incumplir el compromiso de comenzar a retirar el 5 de marzo las tropas de la frontera entre Gaza y Egipto (que definió durante meses como una concesión por la que no pasaría) y mantener el apoyo de su socio ultranacionalista de coalición. Ya ha señalado que Netanyahu les prometió, al inicio de la tregua, que no habría segunda fase, así como advertido de que dejarán el Gobierno en minoría si finalmente sucede.
La negociación transcurre ahora mismo directamente entre Israel y Estados Unidos, uno de los garantes del pacto. Concretamente, entre la mano derecha de Netanyahu, Ron Dermer, y el enviado de Trump para Oriente Próximo, Steve Witkoff, quien aseguró este martes en una conferencia que espera viajar a Oriente Próximo el domingo, según aparece citado por el medio Axios.
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