Los investigadores encuentran restos de aves migratorias en el avión siniestrado en Corea del Sur en diciembre
El informe preliminar sobre el peor accidente aéreo en la historia del país asiático asegura que la caja negra dejó de funcionar dos kilómetros antes de que la aeronave alcanzara la pista de aterrizaje
Poco a poco, comienza a haber respuestas. Las autoridades surcoreanas que investigan el accidente aéreo de la compañía de bajo coste Jeju Air, en el que fallecieron el mes pasado 179 de sus 181 ocupantes, han publicado este lunes un primer informe preliminar que revela que la caja negra de la aeronave dejó de grabar unos dos kilómetros antes de que alcanzara la pista. El documento, de seis páginas, centra su investigación en el papel de un posible choque con aves migratorias como desencadenante de la peor tragedia aérea en Corea del Sur, y la más mortífera de 2024 en el mundo.
La investigación asegura que ambos motores del Boeing 737-800 contenían restos de ADN de carcetas del Baikal, un especie de pato migratorio que suele volar en enormes bandadas a Corea del Sur durante el invierno. Las pesquisas incluyen un análisis de los motores y de la estructura del sistema de guía de aterrizaje del avión con el objetivo de “determinar la causa exacta del accidente”, indica el informe, citado por Reuters.
El 29 de diciembre, el vuelo procedente de Bangkok sobrepasó la pista del aeropuerto internacional de Muan al realizar un aterrizaje de emergencia y se estrelló contra un terraplén que contenía equipos de navegación (llamados localizadores). Tras el impacto, “se produjo un incendio y una explosión parcial. Ambos motores quedaron enterrados en el montículo de tierra del terraplén, y la parte delantera del fuselaje quedó esparcida a una distancia de entre 30 y 200 metros del terraplén”, dice.
Los investigadores tienen previsto desmontar los motores, examinar en profundidad los componentes, analizar los datos de vuelo y de control del tráfico aéreo, e investigar el terraplén, los localizadores y las pruebas del impacto con aves, indica el documento sobre los próximos pasos.
El comité de investigación ha revelado también el instante en el que dejó de funcionar la caja negra. Los dispositivos pararon de grabar a las 8.58.50 del 29 de diciembre, cuatro minutos y siete segundos antes de que el avión de pasajeros chocara contra el localizador. El avión se encontraba en ese momento una altitud de 498 pies (152 metros) y volaba a 161 nudos (298 kilómetros por hora). El informe añade que aún no se ha determinado el momento exacto del impacto ni el número de aves implicadas ni si hubo otras especies de aves presentes, recoge la agencia Yonhap.
Las autoridades adelantaron el sábado algunas de las conclusiones a familiares de las víctimas, con un minutado de los hechos. El avión se comunicó por primera vez con la torre de control a las 8.54.43 (hora local) cuando se aproximaba para aterrizar en el aeropuerto de Muan; esta autorizó el aterrizaje en la pista 01, en dirección opuesta a la pista donde se produjo el accidente. A las 8.57.50, la torre emitió un aviso a la aeronave sobre un posible impacto con aves. A las 8.58.11, el capitán y el primer oficial hablaron sobre una bandada que volaba bajo la aeronave. La grabación parece haberse detenido a las 8.58.50, lo que sugiere, según Yonhap, que el avión perdió potencia después de que ambos motores se apagaran debido al impacto de las aves.
Se cree que el piloto declaró la llamada de socorro de emergencia (mayday) a las 8.58.56, pero se trata de una estimación realizada mediante sincronización con los registros de la torre de control, ya que no queda ninguna grabación en la caja negra. El avión voló durante unos cuatro minutos antes de aterrizar en dirección contraria sin el tren de aterrizaje desplegado. Chocó contra el montículo localizador de hormigón y estalló en llamas a las 9.02.57.
El Ministerio de Transportes ha expresado que se tardará aún varios meses en analizar los datos del vuelo y las grabaciones de voz de la cabina. Los resultados preliminares se presentarán a la Organización de Aviación Civil Internacional, y a las autoridades de aviación de Estados Unidos, Francia y Tailandia. La OACI exige que se envíe un primer documento provisional a los 30 días de un siniestro e impulsa la presentación del definitivo a los 12 meses.
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