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El Gobierno de Canadá trata de solucionar el bloqueo de sus puertos con un arbitraje y la ampliación de los contratos colectivos

Las principales terminales portuarias de Columbia Británica y Quebec enfrentan cierres patronales

puerto de vancouver
El puerto de Vancouver, a principios de noviembre.Chris Helgren (REUTERS)

El Gobierno de Justin Trudeau ha dado este martes un paso importante para tratar de solucionar una serie de conflictos laborales en varios de los principales puertos canadienses. El ministro de Trabajo, Steven MacKinnon, ha solicitado al Consejo Canadiense de Relaciones Industriales que ordene la inmediata reanudación de las operaciones en las terminales portuarias afectadas por cierres patronales, además de imponer un arbitraje vinculante y prolongar la duración de los contratos colectivos existentes.

Trabajadores del puerto de Vancouver –el más importante del país– y de otras terminales en la provincia de Columbia Británica han tenido que hacer frente a un cierre ordenado el 4 de noviembre por los representantes patronales, tras el rechazo de estos empleados –estibadores en su mayoría- de una nueva propuesta para la renovación de su contrato colectivo. Este domingo, 1.200 trabajadores del puerto de Montreal (el segundo en volumen en el país) votaron en contra de la más reciente propuesta del empleador. Un día después, el cierre patronal entró en vigor. Asimismo, empleados del puerto de Quebec sufren desde hace 26 meses un paro similar. Los principales escollos en las negociaciones han tenido que ver con aumentos salariales y planes de automatización en varias actividades.

El freno en la circulación de los puertos en conflicto (principalmente de productos para la industria automotriz, el sector agroalimentario y la minería) tiene diariamente un impacto negativo por unos 1.300 millones de dólares canadienses (930 millones de dólares estadounidenses). MacKinnon justificó la intervención de su Gobierno en esta ola de conflictos portuarios: “Hay un límite a la autodestrucción económica que los canadienses están dispuestos a aceptar”. El ministro agregó que siempre es preferible alcanzar un resultado en las mesas de negociación, pero que resulta imposible “permitir que los demás canadienses sufran porque algunas de las partes no asumen su responsabilidad de llegar a un acuerdo”.

La Federación canadiense de Empresas Independientes y varios organismos comerciales de Columbia Británica y Quebec aplaudieron la decisión del Gobierno de Trudeau de intervenir en estas disputas, subrayando el desgaste que estaban enfrentando las compañías por esta situación y el daño en general a las cadenas de suministro. Por su parte, los sindicatos que representan a los trabajadores portuarios denunciaron que Ottawa está favoreciendo la postura de la parte patronal y violando derechos de negociación. Sus representantes no descartan interponer un recurso ante un tribunal federal. En este sentido, el Nuevo Partido Democrático acusó a Trudeau de ceder ante intereses corporativos.

A finales de agosto, el Gobierno federal pidió al Consejo canadiense de relaciones industriales la reanudación de actividades en la red ferroviaria afectada por un cierre patronal. Ottawa ha aplicado este martes el mismo plan en los puertos. Otro conflicto laboral que inquieta en el país norteamericano tiene lugar en la esfera postal. Trabajadores del servicio de correos señalan que podrían iniciar una huelga desde este viernes. La dirección de esta empresa estatal retrucó con la amenaza de un paro patronal. Las negociaciones para renovar el contrato colectivo continúan en un ambiente cada vez más áspero.

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