La cruzada del Gobierno contra la desinformación y el aumento de la polarización en el debate público ha aterrizado este lunes en el foro World in Progress Barcelona, celebrado en la capital catalana, de la mano de la vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Jesús Montero. La también titular de Hacienda ha asegurado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez dará la batalla contra dos situaciones que erosionan las bases del sistema democrático. Y ha explicado no lo hará solo aludiendo a los valores, sino también con “políticas eficaces” que ataquen la desigualdad social. “Los casos de corrupción no pueden tener cabida en una democracia”, ha remachado. Las palabras de Montero se producen en plena tormenta política desatada por las nuevas revelaciones del caso Koldo, que implica a José Luis Ábalos, exministro del Gobierno y exsecretario de Organización del PSOE.
Si bien la vicepresidenta no ha nombrado en ningún momento al Partido Popular, ha aprovechado su intervención para detallar muchos de los recursos retóricos que usa el principal partido de la oposición en sus discursos para desgastar al Gobierno de Sánchez. “No es posible normalizar que todos los días se hable de golpes de Estado o se falsee la realidad con un apocalipsis económico que es mentira”, ha afirmado Montero, después de referirse a otras situaciones como negar la legitimidad de los resultados electorales o culpar a los migrantes de problemas de base de una sociedad.
“La democracia necesita al menos la condición previa de la verdad”, ha asegurado la ministra. Y ha hecho un llamamiento a que “el respeto a la pluralidad esté siempre en el primer plano”, para así prestigiar a la política en un momento donde, a su juicio, también hay muchas voces interesadas en que esta sea también una parte considerable del problema. De ahí que también se tenga que ir a desarrollar “políticas eficaces” que lleven a disminuir la desigualdad.
Sin embargo, Montero ha marcado una gran línea roja: que no todos los partidos políticos se comportan de la misma manera. “Los casos de corrupción no pueden tener cabida en una democracia, desde luego no en la nuestra”, ha apostillado. Y ha recordado que Pedro Sánchez llegó por primera vez a La Moncloa en 2018 tras una moción de censura a Mariano Rajoy y que era la reacción de la oposición a la sentencia judicial que culpa al PP de financiación ilegal.
“Desde entonces, hemos reforzado los mecanismos de lucha contra la corrupción y hemos sido tajantes aplicando un listón ético muy exigente. A veces muy criticado”, ha añadido la titular de Hacienda. Estas declaraciones llegan después de que nuevos indicios de corrupción reduzcan el cerco alrededor del exministro de Transportes socialista y actual diputado en el Congreso, José Luis Ábalos, por el caso Koldo.
El PP insiste en asegurar que el anterior Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene una mayor responsabilidad en ese caso de lo que ha trascendido y le pide que de la cara. El partido liderado por Alberto Núñez Feijóo ha asegurado que presentará una querella contra el PSOE por un supuesto delito de financiación ilegal.
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Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.