El Parlamento británico investiga los regalos en ropa de un millonario a la esposa de Starmer

Keir Starmer construyó gran parte de su imagen como político serio, responsable y honesto a través del contraste y la comparación diaria con un rival como el entonces primer ministro, Boris Johnson. Por eso, la menor sospecha de falta de honestidad o transparencia, una vez dentro de Downing Street, puede provocar daños políticos multiplicados. El diario The Sunday Times ha revelado este domingo que el Parlamento investiga los regalos en forma de ropa de marca que la mujer del primer ministro ha recibido de un donante del Partido Laborista, el multimillonario de origen asiático Waheed Alli.

Creador de reality shows tan populares como Survivor (Supervivientes, en España) y alto directivo de destacadas productoras televisivas, Alli tiene una importante fortuna personal, ha sido durante años donante del Partido Laborista (salvo en la era de Jeremy Corbyn) y fue nombrado miembro de la Cámara de los Lores —Lord Alli— por Tony Blair. Es el primer musulmán en la Cámara alta que ha declarado abiertamente su homosexualidad.

La exclusiva del diario revela que el empresario pagó personalmente un asistente personal de compra, vestidos y arreglos de costura para la esposa de Starmer, que el primer ministro no incluyó en su declaración de intereses del registro de la Cámara de los Comunes.

A pesar de que algunos de estos regalos son incluso anteriores a la elección de Starmer como primer ministro, el pasado 5 de julio, no fue hasta el pasado martes cuando su equipo contactó con el presidente de la Comisión de Normas y Ética de la Cámara de los Comunes, para confirmar si era obligatorio informar de los regalos recibidos por la esposa.

A pesar de tratarse de un terreno rodeado de cierta niebla y ambigüedad, los diputados pueden recibir regalos y ayudas de donantes y simpatizantes, siempre que respeten los límites de cantidad establecidos por el Código de Conducta del Parlamento, y sean transparentes.

El diario Financial Times ya reveló que, desde 2019 hasta el pasado 1 de julio, Starmer recibió ropa, entradas a espectáculos y otras prebendas gratuitas por valor de 76.000 libras esterlinas (unos 90.000 euros), una cantidad muy superior a la de cualquier otro diputado.

Lord Alli ha regalado al primer ministro (y hasta el 4 de julio, líder de la oposición) unos 22.000 euros en trajes y algunas de las gafas que lleva diariamente, además de casi 24.000 euros en gastos de alojamiento durante la pasada campaña electoral.

El empresario se convirtió en el centro de una polémica poco después de que Starmer se convirtiera en primer ministro, al obtener un pase permanente a Downing Street que le permitió celebrar una fiesta de recaudación para el Partido Laborista, que concentró a medio centenar de donantes de la formación política en los jardines de la residencia oficial.

El permiso fue revocado más tarde por Starmer, quien explicó que Alli había ayudado en las tareas de transición de gobierno.

“Han sido varios los primeros ministros —a no ser que seas un multimillonario, como el anterior [Rishi Sunak]― que han tenido que depender de donaciones políticas para que su imagen sea la mejor posible”, ha defendido este domingo todo el asunto el ministro británico de Exteriores, David Lammy, en la BBC. También él ha recibido donaciones de Lord Alli.

Consultas al Parlamento

El equipo de Starmer presenta todo lo sucedido como un error en la interpretación de las normas parlamentarias. “Recabamos asesoramiento por parte de las autoridades [de la Cámara de los Comunes] nada más entrar en el Gobierno. Estábamos convencidos de haber cumplido con la normativa, pero después de posteriores consultas a lo largo del último mes, se han declarado nuevos donativos”, ha explicado un portavoz de Downing Street.

“El primer ministro declaró en su momento los fondos recibidos de Lord Alli. Desde entonces, ha vuelto a contactar con el presidente de la Comisión de Normas y Ética para revisar los detalles de algunos de esos fondos, que acabaron siendo recibidos por su esposa”, ha intentado explicar el ministro Lammy. “Ha hecho todo esto de acuerdo con la normativa vigente. No se trata de una cuestión de [falta] de transparencia, porque lo que ha intentado es ser transparente en todo momento”, ha señalado.

Según la explicación ofrecida al Parlamento, varias firmas han ofrecido recientemente a Victoria Starmer vestidos, maquillaje o joyería gratuitos. A raíz de estas propuestas, Downing Street consultó a las autoridades parlamentarias si esas posibles prebendas también debían ser incluidas en el registro de intereses del diputado y primer ministro Starmer. La respuesta fue que sí debían incluirse, y eso llevó a sacar a la luz los regalos previos de Alli.

Victoria Starmer trabaja en el departamento de Seguridad y Salud Laboral del Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en inglés) y no ha querido proyectar durante este tiempo una imagen política y pública de su persona. Su aparición con un vestido rojo de la firma Me+Em, cuando el 5 de julio entró junto a su esposo a la residencia de Downing Street, después de la victoria electoral laborista, recabó un sinfín de elogios por la elegancia desplegada.

Pero no es en absoluto tan habitual que todos los primeros ministros y sus cónyuges dispongan de un fondo de armario gratuito para proyectar, como defiende el entorno de Starmer, una buena imagen del país y su Gobierno. En el caso de los dos primeros ministros laboristas anteriores no fue así. Cherie Blair se quejaba habitualmente de la cantidad de dinero propio que debía gastar en ropa para asistir a eventos oficiales. Sarah Brown (esposa de Gordon Brown) alquilaba a las firmas los vestidos que llevaba en esas ocasiones.

Starmer recibe un doble salario anual (diputado y primer ministro) de casi 200.000 euros. Su esposa, como trabajadora del NHS, tiene un sueldo que ronda los 60.000 euros.