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Albares: “España no va contra Israel. Lo que buscamos es parar la guerra”

El ministro de Exteriores español atribuye la decisión de intervenir en la causa por genocidio del tribunal de justicia de la ONU al incumplimiento israelí de las medidas cautelares ordenadas

Jose Manuel Albares
El ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, durante la rueda de prensa de este jueves en la sede del Ministerio.Jaime Villanueva
Miguel González

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, anunció este jueves que España ha decidido intervenir en la causa abierta por el Tribunal Internacional de Justicia contra Israel por presunto delito de genocidio en Gaza. Además de Sudáfrica, que presentó la demanda en diciembre pasado, otros países se han personado ya en el procedimiento (Nicaragua, Colombia, Libia y México) o han anunciado su intención de hacerlo (Irlanda, Bélgica, Egipto, Turquía, Chile, Maldivas y la propia Palestina). El jefe de la diplomacia española recibió a EL PAÍS pocos minutos después de realizar el anuncio en una rueda de prensa convocada por sorpresa.

Pregunta. El PP ya ha tachado la decisión del Gobierno de electoralista.

Respuesta. Me parece frívolo pensar de esa manera. Muy desgraciadamente, ni la guerra, ni el Tribunal Internacional de Justicia, ni los civiles de Gaza entienden de fechas electorales. Desde hace días, un equipo de 12 diplomáticos venía trabajando por instrucciones mías en un análisis de la demanda [de Sudáfrica]. Yo tuve las conclusiones orales, a través del secretario de Estado, ayer [por el miércoles]. Por eso lo hemos anunciado hoy.

P. ¿Qué le ha decidido a dar este paso ahora?

R. Lo que hemos visto en los últimos días es que las medidas cautelares, algunas importantísimas para nosotros y obligatorias para todas las partes, incluida Israel, que ordenan detener las operaciones militares en Rafah, permitir la entrada sin obstáculos de la ayuda humanitaria o el acceso de la población civil a los suministros básicos (agua, alimentos, medicinas, energía), no se están dando. La gravísima situación en que se encuentra la población palestina, el hecho de que no se diferencien objetivos militares y civiles, que se ataquen centros hospitalarios y escuelas… Vemos que no hay voluntad de cumplirlas.

P. ¿Es esta decisión un paso más en la escalada de tensión diplomática entre España e Israel?

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R. No es ese el espíritu ni el objetivo. No vamos contra Israel, buscamos parar la guerra. Creemos que esta no puede ser la forma de relacionarse israelíes y palestinos. Por eso apoyamos la fórmula de los dos Estados.

P. ¿Cómo se va a formalizar?

R. En primer lugar, vamos a presentar la solicitud de intervención, un escrito de poco más de diez folios, Y estamos trabajando ya en una memoria más amplia, que puede superar las 100 páginas. En ese documento apoyamos la labor del tribunal, sin pretender sustituirlo.

P. ¿Cuándo se presentará?

R. En cuestión de pocos días.

P. Las medidas cautelares son vinculantes, pero no se aplican y el tribunal no tiene instrumentos para obligar a que se cumplan.

R. El Tribunal Internacional de Justicia es el órgano jurisdiccional más importante de la ONU, está en la Carta de San Francisco, y Naciones Unidas tiene organismos para ello. El principal es el Consejo de Seguridad. España hace lo que está en su mano. Por eso hemos tomado esta decisión, por eso en el Consejo de la UE hemos decidido, por unanimidad, convocar al ministro de Exteriores de Israel.

P. ¿Debe sancionarse a Israel si sigue haciendo oídos sordos?

R. No voy a sustituir al tribunal. Pero, si hay decisiones judiciales que son obligatorias, tenemos que hacer todo lo posible para que se cumplan.

P. Dos ministras socialistas, Teresa Ribera y Margarita Robles, han calificado de genocidio lo que Israel está haciendo en Gaza.

R. Ambas lo han dicho como opinión personal. Yo soy el ministro de Exteriores y, en materia de política exterior, no tengo opiniones personales, sino institucionales. Cuando emito una opinión es la del Gobierno de España. No tengo esa libertad de opinar. El único que puede emitir una opinión vinculante y sólida jurídicamente es el Tribunal Internacional de Justicia. No olvide que Sudáfrica fundamenta su demanda en una convención que se llama “de la prevención y sanción del delito de genocidio”. La parte de la prevención es la que me interesa más. Lo que quiero es que mañana no haya más bombardeos sobre Gaza.

P. ¿Podría emitir el tribunal una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu?

R. La Corte Penal Internacional, que es diferente del Tribunal Internacional de Justicia, podría. El fiscal ya lo ha solicitado a la Corte, de la que España es país fundador y a la que hemos hecho importantes contribuciones.

P. ¿Ejecutaría España esa orden si se plantease la ocasión?

R. No me gusta hacer política ficción, pero España cumplirá todo aquello que los órganos judiciales de los que forma parte dictaminen.

P. Si el tribunal sentencia que no hay genocidio, técnicamente hablando, ¿quedarán impunes los crímenes de guerra?

R. No nos centremos en lo que puede tomar muchos años. Centrémonos en lo que ya ha dicho el tribunal: hay que parar la guerra. Sobre eso no hay discusión posible, no hay opiniones personales.

P. ¿Y los crímenes de Hamás?

R. Por supuesto, hay que perseguirlos. Apoyamos en la UE los paquetes de sanciones contra la organización terrorista y apoyaremos cualquier medida adicional. Hamás no forma parte del futuro de Oriente Próximo.

P. Israel ha ordenado al Consulado General de España en Jerusalén que corte relaciones con las autoridades palestinas.

R. El Consulado ha abierto sus puertas con normalidad a lo largo de esta semana. Hay unos privilegios e inmunidades regulados por las convenciones de Viena sobre relaciones diplomáticas y consulares que España aplica escrupulosamente y exige reciprocidad. El Consulado en Jerusalén es, además, singular; tiene un estatuto histórico que arranca de mediados del siglo XIX, bajo el imperio otomano, para dar protección a los peregrinos que acudían a Tierra Santa. En 1986, cuando España estableció relaciones con Israel, hubo un canje de notas diplomáticas en el que quedó establecido que Israel respetaría ese estatuto.

P. Ha amenazado con cerrarlo.

R. Sería una medida grave y muy inamistosa que no se correspondería con la amistad del pueblo español con el israelí ni con la actitud del Gobierno de España hacia el Estado de Israel.

P. España, Noruega e Irlanda no han contestado a los insultos que, a través de las redes sociales, vertió el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, cuando reconocieron al Estado palestino.

R. Hemos dejado claro nuestro rechazo. Ayer [por el miércoles] hablé con mis colegas [noruego e irlandés]. El hecho de que esas falsedades e injurias hayan remitido nos reafirma en la idea de no caer en provocaciones y no hacer nada para alimentar la escalada. Esperamos que eso se mantenga.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.
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