La policía dispersa una nueva protesta propalestina en la Universidad de California Irvine
El sindicato de trabajadores universitarios aprueba una huelga en repudio a la represión de los campamentos en tres centros de educación superior del Estado
La policía ha dispersado este miércoles otro grupo de manifestantes propalestinos en California. En esta ocasión ha sido en la Universidad de California Irvine, una ciudad a 65 kilómetros al sur de Los Ángeles. Las autoridades del centro educativo informaron esta tarde que un grupo de “varios cientos de personas” entraron a las instalaciones y rodearan uno de los edificios del campus. Esto provocó un fuerte despliegue policial que expulsó, tras varias horas de tensión, a los manifestantes de las instalaciones. Al menos 50 personas fueron detenidas, de acuerdo a la policía local.
Las autoridades universitarias informaron minutos antes de las 17.00 que habían solicitado ayuda a la policía de Irvine y a la oficina del sheriff del condado de Orange, donde se encuentra Irvine. El mensaje llegaba casi tres horas después de que varias personas entraran al campus, adonde asisten unos 34.000 estudiantes, y se unieran con los integrantes de un campamento que estaba en pie en la universidad desde finales de abril. Los manifestantes, con banderas palestinas y mensajes en contra de la guerra en Oriente Próximo, se reunieron en uno de los edificios de la facultad de Ciencias con la intención de tomarlo. Esto provocó la cancelación de las clases este miércoles.
“La universidad aconseja a todo el que esté en la zona a que busque refugio (...) Hacemos un fuerte llamado a la gente a que se mantenga lejos del campus”, escribió la universidad en las redes sociales después de hacer público que había solicitado presencia policial.
De acuerdo a los medios y los testigos presenciales, la protesta había transcurrido en paz la mayoría del tiempo. El fuerte operativo de los uniformados, sin embargo, tensó las cosas. Cuando los uniformados entraron al campus, las cámaras del canal ABC mostraron algunos empujones y jaloneos entre los estudiantes y las autoridades. Estas dieron órdenes de dispersarse. Quienes se negaban eran arrestados y esposados con unas tiras de plástico.
La formación policial comenzó a empujar a los manifestantes sobre las 19.30 hacia un jardín. Los policías marcharon equipados con equipo antidisturbios. Usaban cascos, escudos de plástico y porras. Como se ha visto en otros campus, algunos de ellos portaban rifles de balas de goma.
Frente a estos estaban los estudiantes, quienes encaraban a los policías con las manos en alto y gritando proclamas en favor de la causa palestina. La mayoría tenía el rostro y la cabeza cubiertos con una kafiya y mascarillas sanitarias. Había banderas palestinas y de Estados Unidos.
El objetivo de las autoridades era empujarlos fuera de las instalaciones. Los antidisturbios se coordinaban a través de un megáfono. Su avance hacía que los estudiantes retrocedieran. Así pasó a lo largo de varios y tensos minutos hasta que la mayoría de la protesta quedó en un gran jardín central del campus. La universidad no ha informado de qué medidas llevará a cabo para evitar que un nuevo campamento se monte después de los hechos de esta noche. Como precaución, las clases de este jueves se darán en línea para miles de estudiantes.
Los hechos han provocado varias reacciones de políticos locales. Farrah Khan, la alcaldesa de Irvine, ha criticado el exceso de la fuerza. “Es una pena que una protesta pacífica y de libre expresión siempre tenga como respuesta la violencia. Tomar espacios en los campus o en un edificio no es una amenaza a nadie”, escribió en Twitter. “Son estudiantes que tienen cero armas”, añadió. Will O’Neill, un exalcalde de Newport Beach, uno de los enclaves más conservadores de California, respondió a Khan criticando que equiparara la policía con violencia.
Huelga por el manejo de las protestas
El más reciente operativo policial ha coincidido con el llamado a huelga hecho por un sindicato que representa a 48.000 miembros de la comunidad de diez de los campus de la Universidad de California. La organización ha votado y aprobado paros temporales de labores como respuesta a la violación de los derechos laborales de los trabajadores tras la represión de varias manifestaciones pacíficas en los centros universitarios.
La protesta ha sido avalada por el 79% de los 19.780 votantes que forman parte de la sección local 4811 de United Auto Workers, integrada por profesores asociados, investigadores, académicos con postdoctorado y otros estudiantes universitarios. Aún se llevan a cabo las negociaciones para determinar cuándo comenzará la huelga.
El gesto es solidario con los estudiantes y miembros de la facultad que formaron parte de los campamentos propalestinos en las sedes de la universidad en Los Ángeles, San Diego e Irvine. Pero el voto de los trabajadores también es visto como un desafío que se suma a las semanas de tensión que se han vivido en los centros de educación universitaria del Estado más poblado del país.
La oficina del presidente del sistema universitario, sin embargo, ha aconsejado al cuerpo académico no sumarse a la protesta. “La postura de la universidad es que la huelga convocada por el sindicato es ilegal y, debido a esto, el paro de labores no será considerado como parte del derecho a huelga”, asegura un comunicado emitido este miércoles. El documento amenaza con “acciones correctivas” a todos aquellos que no cumplan con sus responsabilidades.
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