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La justicia alemana avala que los servicios secretos vigilen al partido AfD como sospechoso de extremismo de derecha

El presidente del tribunal justifica la decisión con el argumento de que la democracia debe defenderse y no puede ser “un tigre desdentado”

Roman Reusch y Peter Boehringer, miembros del partido Alternativa por Alemania (AfD)
Roman Reusch y Peter Boehringer, miembros del partido Alternativa por Alemania (AfD), atienden a los medios este lunes en Münster, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste de Alemania.Leon Kuegeler (REUTERS)

La justicia alemana ha avalado este lunes a los servicios secretos alemanes para que puedan seguir vigilando al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) como sospechoso de extremismo y seguir informando a la sociedad en consecuencia.

Tras siete días de vista oral, el Tribunal Administrativo Superior (OVG) de Münster, en el Estado occidental de Renania del Norte-Westfalia, rechazó el recurso presentado por AfD contra la clasificación del partido como sospechoso de extremismo de derecha por parte de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV), los servicios de inteligencia alemanes para el interior del país. En consecuencia, la BfV está autorizada a seguir usando recursos de los servicios de inteligencia como, por ejemplo, emplear agentes encubiertos o reclutar informadores del entorno del partido, pero también, en casos excepcionales y bajo estrictas condiciones, vigilar las telecomunicaciones de individuos concretos.

Este es el paso previo a ser declarado como partido extrema derecha. Aunque la decisión de ilegalizarlo o no corresponde exclusivamente al Constitucional, sus investigaciones pueden ser relevantes en el futuro.

Para el juez Gerald Buck, presidente del tribunal, la defensa de la democracia no puede ser “un tigre desdentado”. “Debe estar atenta y ser asertiva, pero solo muerde cuando es necesario y no se deja provocar demasiado deprisa”, declaró en su sentencia. El tribunal explicó que la BfV había garantizado la proporcionalidad en sus medidas y que el procedimiento era compatible con la Constitución alemana, el derecho europeo y el internacional. Asimismo, afirmó que AfD “persigue fines que van contra la dignidad humana de determinados grupos de personas y contra el principio democrático” y que es necesaria esta vigilancia.

La ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, aplaudió la sentencia que demuestra que el Estado de derecho tiene “instrumentos que protegen la democracia de amenazas internas”. “El BfV tiene el mandato legal de actuar contra el extremismo y proteger nuestra democracia”, escribió en la red social X.

La decisión del tribunal de Münster confirmó una sentencia anterior dictada por el Tribunal Administrativo de Colonia en 2022 por la que avaló la decisión de la BfV de clasificar al partido y a su organización juvenil Junge Alternative (JA) como organización sospechosa de extrema derecha desde 2021. Sin embargo, la sentencia aún no es firme. AfD puede acudir aún al Tribunal Administrativo Federal, pero este solo llevaría a cabo una revisión puramente jurídica. Uno de los factores decisivos en el juicio fue la cuestión de si el partido representa una concepción étnicamente homogénea del pueblo contraria a la Constitución alemana. Para defenderse, el partido llamó a declarar a tres testigos, miembros de origen migrante, que declararon sentirse seguros y cómodos en el partido.

Desprecio a extranjeros y musulmanes

Sin embargo, como mínimo, el tribunal ve una sospecha fundada de que partes significativas del partido persiguen el objetivo político de reconocer únicamente “a los ciudadanos alemanes de origen migrante un estatus jurídicamente devaluado”. Según el tribunal, no es inconstitucional utilizar un “concepto étnico-cultural de las personas” por sí solo, pero sí lo es vincularlo a un objetivo político que cuestiona la igualdad jurídica de todos los ciudadanos. Además, hay “indicios suficientes para sospechar que AfD persigue fines asociados al desprecio de la dignidad humana de los extranjeros y los musulmanes”.

La justicia ya había certificado en primera instancia que la evaluación de la BfV se basaba en una “visión de conjunto irreprochable”. Ahora, los servicios secretos presentaron nuevos archivos con más de 2.000 páginas y materiales de vídeo para documentar que el número de indicios no había disminuido desde que se incluyó a AfD en la categoría de “observación”.

Según explicó el juez Buck, la observación de casos sospechosos por parte de la inteligencia alemana es como si la policía se parara delante de la puerta cerrada de un piso tras la que suena una alarma de incendios. En caso de duda, se les permite entrar en el piso para comprobar si realmente hay un incendio. La BfV también está autorizada a vigilar a AfD sobre la base de sospechas suficientes para determinar si realmente es “definitivamente extremista”, indicó.

El partido, al que la última encuesta de la cadena pública ZDF sitúa como segunda fuerza en intención de voto en todo el país, por detrás de los democristianos de la CDU/CSU, se esforzó por retrasar lo máximo la decisión del tribunal. La vicepresidenta del grupo parlamentario de AfD Beatrix von Storch criticó la sentencia como “una simulación del Estado de derecho”.

AfD teme ahora que los servicios secretos presenten un nuevo informe según el cual la formación pueda ser catalogada de extrema derecha, no solo de sospechosa, lo que podría aislarla políticamente aún más ante las próximas elecciones regionales de septiembre de los Estados orientales de Sajonia, Turingia y Brandeburgo. De acuerdo con las encuestas, AfD se alzaría como primera fuerza política en esos tres länder.

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