México pide al Tribunal de la ONU que defienda la inviolabilidad de las embajadas tras el asalto de su legación en Ecuador
El Gobierno mexicano solicita la suspensión de Quito como miembro de Naciones Unidas hasta que no se disculpe por el allanamiento de su sede diplomática para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas
El Gobierno de México ha acusado este martes a Ecuador de vulnerar las leyes internacionales por allanar su embajada en Quito, la capital ecuatoriana, el pasado 5 de abril sacando de allí a la fuerza al exvicepresidente del país andino, Jorge Glas. El político, acusado de corrupción, se encontraba en la legación diplomática en condición de asilado político. A la vista del asalto, México ha pedido al Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas (TIJ) que dicte medidas cautelares que defiendan la inviolabilidad de embajadas y consulados. Solicita también a los jueces que Ecuador sea suspendido como miembro de la ONU hasta que no se disculpe y que sienten un precedente declarando que un Estado puede llegar a ser expulsado de la organización por casos como este. Ambos países han roto sus relaciones y el incidente ha causado conmoción dentro y fuera de Latinoamérica.
El allanamiento de la embajada mexicana en Quito corrió a cargo de efectivos de la Policía Nacional ecuatoriana y fue filmado por las cámaras de seguridad del edificio. Esas imágenes han sido presentadas a los jueces durante la primera de las dos audiencias dedicadas al caso por el TIJ. Este lunes ha sido el turno de México y Alejandro Celorio Alcántara, consultor jurídico del Servicio Exterior Mexicano, ha recordado que “al menos 68 estados y organizaciones internacionales se han solidarizado por México y desaprueban a Ecuador”. Los estados, ha añadido Celorio Alcántara, “no pueden invocar medidas internas para incumplir las normas internacionales”. Para luego afirmar: “Se ha sentado un precedente desconcertante que repercute en toda la comunidad internacional”.
Ecuador ha justificado la operación policial por el supuesto riesgo de que Glas escapara del país y porque consideraba ilegal la concesión de asilo político. El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, en una entrevista a principios de mes en el canal australiano SBS, defendió la irrupción en la legación diplomática. En su opinión, algunos gobiernos “utilizan sus embajadas como una fachada para un refugiado político, pero en realidad es para la impunidad”. El exvicepresidente Glas está acusado de un delito de malversación de fondos. Él asegura que se trata de una acusación infundada. Una vez dentro de la embajada mexicana en Quito, precisaba de un salvoconducto del Gobierno ecuatoriano para volar a México.
La práctica del asilo político se ha desarrollado de forma especial en América Latina, aunque con limitaciones respecto a indicios de crímenes de guerra, contra la humanidad y contra la paz, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. México se lo concedió a Jorge Glas y Roberto Canseco, jefe de la misión diplomática mexicana, trató de evitar el asalto. Fue además golpeado y amenazado con armas de fuego por los agentes. La secuencia de los hechos ha sido también contemplada por los jueces del TIJ, que han visto la llegada de las fuerzas policiales que rodearon la embajada.
La diplomacia se apoya en tratados internacionales, en especial, en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (1961), que la regula y fija la inmunidad del personal diplomático. México ha denunciado ante los jueces la violación de este tratado por parte de Ecuador. De ahí que las medidas cautelares pedidas incluyan la protección de las legaciones diplomáticas, bienes y archivos; que Ecuador permita a México despejar los locales diplomáticos y las residencias privadas de sus representantes; garantías de que no se tomen medidas que perjudiquen los derechos de México, y que el Estado ecuatoriano se abstenga de cualquier acto o conducta que pueda agravar la controversia.
La inviolabilidad de las legaciones diplomáticas garantiza también las relaciones pacíficas entre Estados. Por eso, Julian Assange, fundador y editor del sitio de web WikiLeaks —cuyo caso ha sido citado por México ante el TIJ— estuvo siete años en la embajada ecuatoriana en el Reino Unido. Las autoridades británicas no le dejaron salir, pero tampoco irrumpieron en el edificio. Gabriela Sommerfeld, ministra ecuatoriana de Exteriores, ha declarado que para su Gobierno “ningún criminal puede ser considerado un refugiado político”.
Este miércoles tomarán la palabra los representantes de Ecuador y el caso pasará a deliberación por parte de los jueces. Como se trata de una petición de medidas cautelares, no tienen que entrar en el fondo de la cuestión y su fallo puede conocerse en las próximas semanas. Tal vez en pocos meses. Por otro lado, Ecuador demandó este lunes a México ante el propio TIJ por considerar que el Gobierno de Andrés Manuel López se entrometió en sus asuntos internos al conceder asilo al exvicepresidente Glas. El Gobierno ecuatoriano alega que México ha incumplido sus obligaciones de no interferir en los asuntos internos del Estado receptor, y de no utilizar las dependencias diplomáticas de manera incompatible con las funciones que tiene asignadas. De nuevo, el texto invocado es la Convención de Viena de 1961.
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