Israel despliega soldados y armas en la frontera con Gaza ante una posible ofensiva en Rafah
Representantes estadounidenses e israelíes discuten los planes para esa ciudad, la única en la que no han entrado las tropas terrestres, mientras sigue en el aire la represalia militar contra Irán
Israel comienza a dar señales de que los próximos movimientos militares en Gaza se aproximan. El ejército ha desplegado unidades de artillería y vehículos blindados de transporte de tropas en el sur de su territorio, junto a las fronteras de Gaza, según el diario Ma’ariv. Este movimiento de tropas es uno de los pasos que la prensa israelí relaciona con la anunciada ofensiva terrestre en Rafah, la localidad meridional donde se refugian más de 1,4 millones de los 2,2 millones de gazatíes y la única urbe de Gaza en la que el ejército terrestre aún no ha entrado. Representantes de alto nivel de Estados Unidos y de Israel han mantenido este jueves una reunión virtual para hablar específicamente de los planes respecto a Rafah, ha confirmado la Casa Blanca.
Esos nuevos pasos llegan después de que el frente que Israel tiene abierto en el norte del país experimentara la semana pasada un breve período de calma, coincidiendo con la fiesta del Eid al Fitr, que cierra el mes sagrado de Ramadán. Ese respiro efímero dio paso este miércoles a uno de los ataques con más víctimas israelíes en los más de seis meses que dura la guerra de Gaza. Un dron del partido-milicia chií Hezbolá bombardeó a una compañía de reconocimiento israelí en la localidad beduina de Arab Al Aramshe, en el norte de Israel, e hirió a 14 militares y cuatro civiles. Este jueves, los comandantes de las tropas israelíes estacionadas en el norte del país se han reunido con responsables locales y militares locales para “aumentar su preparación” en esa región, según el diario Haaretz. Durante la noche, aviones de guerra israelíes han atacado posiciones de Hezbolá en el límite meridional de Líbano.
Mientras, la respuesta militar israelí por el ataque con casi 300 drones y misiles iraníes del pasado sábado sigue en el aire. Fuentes israelíes han dicho este jueves a la cadena estadounidense ABC News que Israel preparó y luego abortó ataques de represalia contra Irán al menos dos noches de esta semana. Un alto funcionario de Estados Unidos a quien tampoco identifica esa cadena ha definido como “poco probable” que Israel lleve a cabo un ataque contra Irán hasta después de las vacaciones de la Pascua Judía, que este año concluye el 29 de abril.
Irán ha advertido este jueves acerca de uno de los posibles objetivos de un ataque militar israelí: las instalaciones de su programa nuclear, según la agencia de la Guardia Revolucionaria Tasnim. Según Teherán, los fines de ese programa son exclusivamente civiles. Occidente siempre ha temido que el país se hiciera con armas atómicas —Israel ya las tiene— y por eso le impuso sanciones. El comandante de la Guardia Revolucionaria encargado de proteger esas instalaciones ha advertido de una posible revisión “de la doctrina nuclear iraní” en caso de que ese ataque se haga realidad, en una probable alusión al desarrollo de armamento atómico,
La represalia militar israelí contra Irán se da por hecha, si bien se desconoce su alcance, que Estados Unidos y el resto de aliados occidentales tratan ahora de minimizar, después de haber fracasado en convencer al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de no responder a la agresión iraní. Este jueves el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, ha visitado la base aérea militar de Tel Nof, en el centro del país, para felicitar a los pilotos que participaron en la interceptación del ataque iraní. Allí ha defendido que Israel tenga “libertad de acción para hacer lo que le parezca”.
El Gobierno israelí ha dado también pasos que indican que la comunidad internacional tampoco ha conseguido imponerle una línea roja en cuanto a su ofensiva terrestre en Rafah, en el sur de Gaza. “Las grandes líneas de la operación” para invadir esta urbe pegada a la frontera con Egipto han sido ya aprobadas por el Estado Mayor y por el ministro Gallant, ha anunciado Ma’ariv.
La posible invasión de Rafah podría convertirse en una moneda de cambio relacionada con la represalia contra Irán, si se confirma lo que afirma este jueves el diario árabe publicado en Londres Al Araby Al Jadeed. Esta publicación cita a una fuente egipcia que asegura que la Administración de Joe Biden ha aceptado el plan israelí para invadir Rafah, a cambio de que el Estado judío no lleve a cabo un ataque a gran escala contra Irán. Este jueves, una delegación israelí ha discutido esa ofensiva con otra estadounidense en una reunión virtual que ha continuado la que celebraron el 1 de abril. El encuentro ha sido de alto nivel. Por parte estadounidense, lo han encabezado el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y el enviado para Oriente Próximo de la Casa Blanca, Brett McGurk, mientras que en el lado israelí, lo ha presidido el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y el asesor de Seguridad Nacional Tzachi Hanegbi, según Haaretz.
Según ese diario, que cita a un funcionario de Washington, EE UU está buscando alternativas a la ofensiva israelí en Rafah. Sin embargo, los últimos movimientos de tropas, la compra de 40.000 tiendas de campaña, la llamada a filas a miles de reservistas para “actividades operativas en el frente de Gaza” y la reunión del ministro de Defensa este lunes para “debatir una serie de medidas en preparación de las operaciones en Rafah” apuntan a que el Gobierno no abandona su propósito de invadir la urbe. Como ya hizo antes en el norte y el centro de la Franja, Netanyahu dice ahora que en Rafah se esconden los líderes y cuatro batallones de Hamás y que allí siguen retenidos 133 rehenes. Muchos de ellos se cree que están muertos.
El ejército israelí aún no ha entrado en la ciudad, pero no deja de bombardearla. En los ataques aéreos de esta madrugada, 11 palestinos han muerto en Gaza. Entre ellos, cinco niños en Rafah.
Más sanciones
Desde que Netanyahu anunciara la semana pasada que esa operación “ya tenía fecha” pero sin revelarla, el contexto diplomático ha cambiado notablemente a su favor. Antes del ataque con misiles y drones de Irán del sábado por la noche, Estados Unidos había mostrado signos de irritación hacia el Gobierno israelí a cuenta del ataque que mató a siete cooperantes de la ONG World Central Kitchen el 1 de abril. Biden había condicionado también la ofensiva en Rafah a que su aliado le presentara un plan creíble de evacuación y de protección de civiles. Otros gobiernos occidentales y organizaciones humanitarias habían instado a Israel a detener la invasión en un lugar cuya población original, de unas 250.000 personas, casi se ha sextuplicado por los desplazados de la guerra.
La andanada iraní lo cambió todo. Las críticas a Israel se tornaron entonces en declaraciones de apoyo “inquebrantable” de Washington incluso antes de que Teherán empezara a lanzar sus drones y sus misiles. Israel vuelve a estar ahora a ojos de su principal aliado en el lugar ventajoso que ocupó justo después del ataque de Hamás del 7 de octubre que causó 1200 muertos: el de un país víctima de una agresión que recurre a la legítima defensa. Esa posición ventajosa, que había ido perdiendo por la guerra en Gaza y sus ya casi 34.000 muertos —según el Ministerio de Sanidad de la Franja— ha vuelto acompañada de una inesperada baza negociadora: la posibilidad de obtener ventajas diplomáticas y estratégicas por el temor de EE UU y otros países a que una represalia israelí desate una guerra en Oriente Próximo.
Biden ha dicho a Israel que no le apoyará en un ataque directo contra Irán. Con la guerra abierta en Gaza y el frente de Líbano que amenaza con subir de tono, Israel no tiene tampoco interés en abrir un conflicto bélico con un adversario que, si bien es inferior militarmente, no deja de tener capacidad militar. Aun así, el país está jugando bien la carta de la contención. Estados Unidos ha anunciado este jueves nuevas sanciones a 16 personas y dos entidades iraníes implicadas en la producción de misiles y drones, incluidos varios miembros de la Guardia Revolucionaria y el ministro iraní de Defensa, informa desde Washington Macarena Vidal Liy. También el Reino Unido ha anunciado sanciones a 13 altos cargos iraníes, mientras que la UE y el G-7 están evaluando adoptar nuevas medidas económicas contra Irán.
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