Indonesia elige presidente tras una década de Joko Widodo en el poder
Las encuestas dan como favorito al actual ministro de Defensa, acusado de graves violaciones de los derechos humanos en la década de 1990
Indonesia, la tercera democracia más grande del planeta, elige este miércoles nuevo presidente y vicepresidente, además de representantes parlamentarios y de gobiernos locales. Cerca de 205 millones de personas están llamadas a las urnas en la que será la mayor jornada de votaciones de este superaño electoral (en India, el país más poblado del mundo, votará entre abril y mayo). La primera economía del sudeste asiático opta entre tres propuestas continuistas tras una década de liderazgo de Joko Widodo ―apodado Jokowi―, quien no puede concurrir a la reelección tras agotar el máximo de dos mandatos. El favorito a sucederle, según las encuestas, es el actual ministro de Defensa, Prabowo Subianto.
Los comicios presidenciales en el archipiélago son tradicionalmente una batalla de personalidades más que de promesas políticas y, en esta ocasión, el voto joven será decisivo, dado que el 52% del electorado es menor de 40 años (el país tiene 270 millones de habitantes). Por eso, la carrera hacia el palacio de Merdeka se ha desarrollado sobre todo en las redes sociales, donde los tres candidatos a la presidencia han intentado ganarse el favor de los votantes mostrando la cara más afable con retransmisiones en directo y bailes virales, en lugar de apostar por mítines y otras estrategias de campaña más tradicionales.
Sobre el antiguo general Prabowo, de 72 años, que perdió frente a Widodo en los comicios de 2014 y 2019, planean graves acusaciones de violación de los derechos humanos. Aunque nunca se han presentado cargos en su contra, sus detractores señalan que Prabowo estuvo implicado a finales de la década de 1990 en el secuestro y tortura de una veintena de manifestantes prodemocracia, de los que continúan desaparecidos más de una decena. También se le atribuye ordenar algunas de las atrocidades que se cometieron en Timor Oriental y Papúa durante la ocupación indonesia, lo que le costó su destitución del ejército y un exilio en Jordania en 1998. Estados Unidos llegó a prohibirle la entrada al país por dichos actos, pero eliminó el veto en 2020, después de que asumiera la cartera de Defensa.
Conocido por su ferviente nacionalismo y fuerte temperamento, Prabowo ha mostrado su lado más afable y carismático a través de las redes sociales y se ha alejado de aquel coqueteo con facciones islámicas más radicales que le costaron la victoria en 2019. Sus nueve millones de seguidores en Instagram ven a diario imágenes de su vida privada y fotografías de sus gatos, y muchos jóvenes se han encariñado con sus torpes movimientos en sus virales bailes de TikTok, con los que ha captado la atención de un grupo demográfico clave. Casi el 80% de la población indonesia tiene acceso a internet, y las personas de entre 16 y 64 años pasan más de tres horas diarias en redes sociales, según el informe Digital 2023 de la empresa británica We Are Social. Según datos del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS), las redes sociales son para el 60% de los votantes indonesios la primera fuente de información.
Prabowo acude a las urnas con Gibran Rakabuming Raka, el primogénito del presidente Widodo, como aspirante a la vicepresidencia. La candidatura de este no ha estado exenta de polémica, ya que Gibran, de 36 años, quedaba descartado por no cumplir el requisito de tener un mínimo de 40 años para competir por los dos puestos más altos del Gobierno. Sin embargo, el Tribunal Constitucional, presidido por el cuñado de Widodo, dictaminó en octubre que los postulantes más jóvenes podían presentarse si habían ocupado previamente un cargo público. Es el caso de Gibran, actual alcalde de Surakarta.
Erosión de los valores democráticos
Estos movimientos políticos han suscitado críticas y preocupación por una posible erosión de los valores democráticos en Indonesia, país que se liberó del yugo de un régimen autoritario hace solo 25 años. Widodo se convirtió en 2014 en el primer líder de Indonesia alejado de la élite gracias a un carisma y espíritu moderado. Analistas del think tank estadounidense Carnegie Endowment for International Peace ven posible que el actual presidente intente mantener su influencia incluso después de dejar el cargo.
Los contrincantes del actual ministro de Defensa son Anies Baswedan, de 54 años, y Ganjar Pranowo, de 55. El primero es un académico y antiguo gobernador de Yakarta que representa la opción más alejada del actual presidente. En 2017 se le acusó de cortejar a grupos islámicos radicales que alimentaban políticas identitarias en el país con la mayor población musulmana del mundo. Ahora se presenta junto a Muhaimin Iskandar, líder del principal partido islámico de Indonesia.
Ganjar, por su parte, se esperaba que fuese el candidato favorito para suceder a Widodo, con quien comparte partido. Pero la influencia política del exgobernador de Java Central se ha desmoronado después de que el mandatario empezara una campaña tácita en favor de Prabowo. Sin ese apoyo, este político de origen humilde ha tratado de mostrar una actitud campechana y ha prometido medidas destinadas a los sectores más desfavorecidos.
Para ganar las elecciones, se necesita una mayoría simple y al menos el 20% de los votos en más de la mitad de las provincias del país, repartidas en 17.000 islas. De no haber un claro vencedor, en junio se celebraría una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados. Los sondeos de la semana pasada de Indikator Politik y Lembaga Survei Indonesia auguraban una victoria de Prabowo con más del 51% de los apoyos.
El desempleo y una mejora de la calidad de vida figuran entre las principales preocupaciones de los votantes de las generaciones jóvenes, que representan más de la mitad del electorado. Aunque la tasa oficial de paro se sitúa en un 5,32%, los expertos señalan que esta cifra no refleja con precisión la realidad, ya que muchos empleados solo trabajan oficialmente unas horas a la semana y aproximadamente un 60% está en el sector informal. Además, el desempleo juvenil ha aumentado en los últimos años: en 2023, los jóvenes de entre 15 y 24 años representaban el 55% de los 7,86 millones de desempleados, un aumento del 10% con respecto a 2020.
Durante la década de liderazgo de Widodo, el país ha experimentado un crecimiento económico estable y una inflación baja, además de una importante inversión en industrias vinculadas a sus abundantes recursos naturales. Por ejemplo, se han invertido miles de millones de dólares en la fundición de níquel, lo que ha atraído a fabricantes de baterías y vehículos eléctricos, como la china CATL y las surcoreanas LG y Hyundai. No obstante, las inversiones en los últimos años se han destinado más a maquinaria y tecnología que a la creación de empleo, según algunos economistas. La próxima Administración, que gobernará hasta 2029, tendrá la responsabilidad de abordar ese desafío y buscar respuestas al creciente uso de la automatización y la inteligencia artificial, un tema que ninguno de los candidatos ha abordado en detalle durante la campaña.
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