Israel lanza los ataques más intensos sobre Gaza desde el fin del alto el fuego con combates “casa por casa”
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos advierte de que si no hay ayuda y refugio, cientos de miles de desplazados se enfrentan a la muerte o a la expulsión a Egipto
El ejército de Israel ha lanzado los ataques más intensos contra Gaza “por tierra, mar y aire” —según anunció en un comunicado— desde el fin del alto el fuego, el pasado 1 de diciembre. En las últimas 24 horas han golpeado más de 450 objetivos, la cifra más elevada anunciada por las Fuerzas Armadas desde que se reanudaron los combates, según ha informado un portavoz castrense en la mañana del viernes. En la localidad de Jan Yunis, considerada el principal bastión de Hamás en el sur de la Franja, la infantería está combatiendo “agujero por agujero y casa por casa”, en referencia al sistema de túneles de los milicianos palestinos, según un vídeo grabado sobre el terreno con disparos de fondo por el general Dan Goldfuss, de la 98 Brigada.
El alto comisionado de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, ha alertado en una carta que ha enviado a la Asamblea General de que, si no hay refugio ni llega la ayuda humanitaria, “los civiles en Gaza corren el riesgo de morir o serán obligados a marchar a Egipto”, al tiempo que ha reclamado un nuevo alto el fuego.
El número de muertos en la Franja supera los 17.000, con 350 nuevas víctimas este viernes, y 1.900 heridos en las últimas horas, según las autoridades sanitarias del enclave, cuyo gobierno está en manos de Hamás. Estas han precisado, no obstante, que no disponen de capacidad suficiente para saber el número exacto de personas que se encuentran entre los escombros de las viviendas y edificios bombardeados. Las unidades de cuidados intensivos en los hospitales del sur de la Franja se encuentran al 250% de su capacidad y reclaman ayuda, principalmente suministros médicos, para tratar a pacientes con fracturas y quemaduras, según la misma fuente.
Es en esa misma zona meridional donde sigue concentrándose el grueso del 70% de los 2,3 millones de habitantes que están desplazados por el conflicto. Son ellos las principales víctimas de la crisis humanitaria que cada vez preocupa más a la comunidad internacional en medio del bloqueo para que no entre en el enclave mediterráneo palestino la ayuda necesaria. La UNRWA ha anunciado que no es capaz de desarrollar su trabajo en esas condiciones, tal y como expresa Lazzarini en su misiva, fechada este jueves. “La capacidad de la UNRWA para seguir cumpliendo su mandato en Gaza se ha vuelto muy limitada. Con los bombardeos constantes, el flujo escaso e irregular de alimentos y otros suministros humanitarios hacia la Franja, en comparación con las inmensas necesidades de las personas desplazadas en nuestros refugios superpoblados y fuera de ellos, la capacidad de la UNRWA para ayudar y proteger a las personas se está reduciendo rápidamente”.
La agencia, según su máximo responsable, acoge en sus instalaciones a 1,2 millones de personas y es la principal plataforma desde la que se distribuye ayuda a 2,2 millones. La situación los mantiene al borde del “colapso” pero siguen manteniendo al personal en los refugios y en los centros sanitarios, y además atienden a familias traumatizadas que llegan incluso con sus hijos muertos. Todo pese a que han perdido en los bombardeos a 130 empleados, algunos con sus familias, y el 70% de sus propios trabajadores sufren el rigor de los desplazamientos forzosos y la carestía de alimentos. “Si la UNRWA colapsa, la asistencia humanitaria en Gaza colapsa”, anuncia Lazzarini, que no recuerda haber vivido nada semejante en sus 35 años dedicados a las emergencias.
Los enfrentamientos entre soldados y milicianos tienen lugar en Jan Yunis, entre infraestructuras como escuelas y mezquitas, desde donde combaten o se ocultan los integrantes de Hamás que, en algunas ocasiones, son “eliminados” mientras tratan de escapar a través de los túneles, según un comunicado del ejército. Los choques tienen lugar tanto en zonas abiertas como en el mismo corazón de esta localidad, que antes de la guerra tenían 200.000 habitantes y que, con la gran mayoría de gazatíes desplazados por los combates, había doblado su población. Las viviendas de los responsables de Hamás también son objetivo militar, y en algunas de ellas se ha encontrado armamento y material de inteligencia, según el ejército israelí.
Hileras de hombres semidesnudos detenidos
Mientras, las imágenes, fotos y vídeos, de decenas de hombres semidesnudos en las calles de Gaza detenidos por soldados israelíes siguen causando un gran impacto desde que empezaron a salir a la luz el jueves. Un alto funcionario de Hamás acusó este viernes desde Egipto a Israel de cometer un “crimen atroz contra civiles inocentes”. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), reaccionó, por su parte, reclamando el respeto de las leyes humanitarias. “Hacemos hincapié en la importancia de tratar a todas las personas detenidas con humanidad y dignidad, de conformidad con las normas humanitarias”, señaló la portavoz Jessica Moussan en un comunicado.
Fuentes de la cadena Al Araby confirmaron que entre ellos se encuentra el reportero Diaa Al kahlout que trabaja para su diario asociado Al Araby Al Jadeed y que fue detenido junto a hermanos y primos, según informó su entorno familiar a esa cadena generalista en árabe con base en Qatar. El Comité para la Protección de los Periodistas —que alertó de su detención el miércoles en Beit Lahia, norte de Gaza— ha reclamado su liberación a través de un comunicado. Otras personas han alertado de familiares que aparecen en las imágenes sin pertenecer a Hamás ni a grupos armados palestinos, informa la agencia Reuters.
Las autoridades de Israel, por su parte, justificaron la operación por tratarse de personas que se encontraban en zonas del norte de Gaza que habían ordenado evacuar desde hace semanas, como el campo de refugiados de Yabalia o el barrio de Shujayia, considerados por Israel “bastiones y centros de gravedad de Hamás”, según el portavoz Eylon Levy.
En días anteriores, se había visto ya a detenidos palestinos, también maniatados y con los ojos vendados, siendo trasladados ya por territorio israelí a bordo de vehículos militares, según fotos de la agencia France Presse. Este miércoles, un grupo de periodistas pudo ver a uno de esos grupos en los alrededores del kibutz Nir Oz, a menos de cinco kilómetros de Jan Yunis.
“Reclamar el fin de la aniquilación de Gaza y su gente no es negar las atrocidades del 7 de octubre”, añade en la carta Lazzarini, en un claro mensaje al Gobierno de Benjamín Netanyahu, cuyo enfrentamiento con la ONU se ha agravado en las últimas horas. El alto comisionado recoge en el texto la invocación del artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas al que recurrió el secretario general, António Guterres, cuya dimisión sigue exigiendo Israel.
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