La UE reclama “pausas humanitarias” para que la ayuda llegue a Gaza
España, que pedía llamar a un alto el fuego, logra que la Unión proponga la celebración de una conferencia de paz para revivir la solución de los dos Estados
Los Veintisiete reclamaron el jueves “pausas humanitarias” y el establecimiento de corredores para que la ayuda llegue a la franja de Gaza, bajo asedio de Israel en respuesta a los ataques de Hamás del día 7. Tras horas de debate semántico, los jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros han ahondado en su postura común para que los civiles palestinos puedan recibir bienes esenciales de forma “urgente”. El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, había presionado para que la UE fuera más contundente sobre el asedio a Gaza y reclamaba un alto el fuego humanitario, una exigencia que constituía una línea roja para países como Alemania. Finalmente, el acuerdo ha consistido en exigir “pausas”, en lugar de “alto el fuego”. A cambio, Sánchez ha logrado que el Consejo recoja la propuesta de celebrar una conferencia de paz internacional “pronto” para revivir la solución de los dos Estados: Israel y Palestina.
“El Consejo Europeo expresa su más profunda preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en Gaza y pide un acceso humanitario continuo, rápido, seguro y sin obstáculos y ayuda para llegar a quienes la necesitan a través de todas las medidas necesarias, incluidos corredores humanitarios y pausas para atender a las necesidades humanitarias”, dicen los Veintisiete en las conclusiones de la cumbre dedicadas a Oriente Próximo. “La UE trabajará estrechamente con los socios de la región para brindar asistencia, facilitar el acceso a alimentos, agua, atención médica, combustible y refugio, garantizando que las organizaciones terroristas no abusen de dicha asistencia”, añaden.
Unity, agreement at #EUCO on Middle East conclusions. pic.twitter.com/sC8zUuiZlI
— Ecaterina Casinge (@ecasinge) October 26, 2023
Sánchez fue uno de los primeros líderes occidentales en pedir un “alto el fuego humanitario” en la cumbre celebrada el sábado en El Cairo. Y uno de los más claros en sus reclamos y en insistir en revivir la solución de los dos Estados. El jueves, a su llegada a la cumbre de Bruselas, insistió en la importancia de celebrar una conferencia internacional de paz dentro de seis meses para dar un horizonte más concreto a esa vía. Ha sido el único líder europeo en plantearlo en Bruselas.
España ve como un logro diplomático la decisión de los dirigentes de este jueves de “reactivar ese proceso político”, como dice el documento de conclusiones de la UE. Sin embargo, asume que aunque ahora esta reunión no es posible, es una vía próxima y una contribución al proceso de paz: para conseguir la paz entre Israel y Palestina —y la única manera de garantizar incluso las necesidades de Israel—, la solución es la de los dos Estados. Madrid trabajará en un marco sobre la reunión en los próximos meses.
En una sala sin teléfonos móviles para poder mantener un debate más privado, los mandatarios europeos han tratado de ahondar en su posición común en medio de luchas por los términos y cierta gimnasia lingüística diplomática. También en los distintos foros de la ONU (Consejo de Seguridad y Asamblea) hay movimientos para sacar adelante resoluciones que impliquen “pausas humanitarias”.
Mientras la UE debate, Israel parece ultimar una nueva fase en su incursión terrestre en la Franja, uno de los territorios con más densidad de población del mundo, donde no queda apenas agua ni electricidad y están a punto de quedarse sin combustible, un elemento esencial no solo para los generadores, sino también para las plantas desalinizadoras y potabilizadoras de agua. Más de 7.000 personas han muerto en Gaza por los ataques de Israel en respuesta a los de Hamás, según las autoridades de la Franja.
El llamamiento del club comunitario pone algo de presión en Israel, aunque para el Gobierno de Benjamín Netanyahu el actor clave es Estados Unidos, que ha ido evolucionando su postura hasta pedir a los miembros de Naciones Unidas, el lunes, que consideren reclamar “pausas humanitarias” en Gaza.
“Todos estamos de acuerdo en el hecho de que respetamos y reconocemos el derecho de Israel a defenderse dentro del derecho internacional, y al mismo tiempo es extremadamente importante hacer posible el acceso humanitario”, ha destacado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “Hemos logrado un mensaje de unidad basado en nuestros valores y que así lo muestra al resto del mundo y a la ciudadanía europea”, ha añadido Michel en una rueda de prensa de madrugada.
Tras días de mensajes contradictorios desde las distintas instituciones de la UE, que incluyeron la amenaza de suspender la ayuda al desarrollo para los palestinos y un polémico viaje a Israel de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los Veintisiete acordaron hace 10 días su postura común sobre el conflicto entre Israel y Hamás, que destaca la condena a Hamás, considerada una organización terrorista por la UE y EE UU, y el derecho del Estado judío a defenderse pero con respeto a las leyes internacionales. Ahora, los Estados miembros ahondan en esa postura, añadiendo las llamadas a ceses temporales y puntuales de las hostilidades para que la ayuda fluya hacia la Franja.
Algunos, como Austria y República Checa, no se sienten cómodos con el concepto de “alto el fuego”, que creen que menoscaba y erosiona el derecho de Israel a defenderse. Así que la UE ha hallado un consenso en la reclamación de “corredores humanitarios y pausas para las necesidades humanitarias”.
Esa definición ha logrado convencer a Alemania, que se había mostrado reacia a pedir una pausa humanitaria sin más. “Israel es un Estado democrático al que le guían muchos principios democráticos, y por eso se puede estar seguro de que el ejército israelí, en todo lo que haga, tendrá en cuenta las normas del derecho internacional”, defendió el canciller alemán, Olaf Scholz, el jueves. Israel, sin embargo, vulnera esa legislación con su asedio a la Franja.
No hay una definición común internacionalmente reconocida sobre qué es un alto el fuego. Algunos socios creen que el debate no es solo semántico, sino que implica conceptos espinosos. Se trata de cuántas condiciones se imponen a Israel.
Irlanda, uno de los países más claros sobre las necesidades de los civiles en Gaza, en una situación crítica, habló directamente de “alto el fuego” y de forma “urgente”, pero respaldó las conclusiones finales. “No estoy obsesionado con el lenguaje que usamos. Lo que queremos es que las matanzas y la violencia se detengan para que la ayuda humanitaria pueda entrar en Gaza, donde palestinos inocentes están sufriendo”, remarcó el primer ministro irlandés, Leo Varadkar.
Cuando continúa la polémica sobre su postura, considerada escorada hacia Israel, Von der Leyen se mantuvo el jueves en la arista y defendió su visita a Tel Aviv. “Hamás ha provocado una crisis humanitaria en Gaza”, lanzó la jefa del Ejecutivo comunitario, que insistió en que la prioridad es que la ayuda llegue lo más rápido posible a la Franja. “No hay contradicción en pedir solidaridad con Israel y actuar sobre las necesidades para las personas en Gaza”, dijo Von der Leyen. Hamás asesinó a 1.400 personas en los ataques del día 7 y mantiene a más de 200 rehenes.
La llamada de la UE a establecer corredores humanitarios llega cuando la ayuda para Gaza entra con cuentagotas. Bruselas ha triplicado sus fondos para sostener a los palestinos (hasta los 75 millones) y este viernes prevé firmar un acuerdo de 14 millones con agencias humanitarias.
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