Cómo funciona el paso fronterizo de Rafah

El paso fronterizo de Rafah es el embudo por el que debe pasar toda la ayuda humanitaria que entre en Gaza desde el exterior, dado el bloqueo impuesto por Israel tras el ataque por sorpresa de Hamás del pasado 7 de octubre. Es un pequeño portón de siete metros en los 12,6 kilómetros de valla que separan Egipto de la Franja.

Más de un centenar de camiones cargados de ayuda humanitaria esperan en los alrededores del paso fronterizo, situado estos días en el epicentro del conflicto. Los conductores esperan en el lado egipcio desde hace varios días a que se abra el portón y se termine de reparar la carretera del lado palestino, dañada por al menos cuatro bombardeos lanzados por el ejército israelí desde el pasado 7 de octubre. Aún más vehículos esperan en la ciudad egipcia de Al Arish, a unos 50 kilómetros de la frontera de Rafah, que cuenta con un aeropuerto al que Egipto ha derivado los aviones que llegan con ayuda exterior.

Muchos de los camiones que esperan en la zona de aparcamiento tendrán que seguir esperando, ya que el acuerdo entre este país y Estados Unidos, con el consentimiento de Israel, solo hace referencia a un convoy inicial de 20 camiones que podrán entrar en Gaza. Gran parte de los más de dos millones de habitantes de la Franja ya dependía de la ayuda exterior antes de que se desencadenara la guerra: solo el pasado agosto pasaron por Rafah 4.500 camiones con mercancías, según los últimos datos disponibles de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria (OCHA) de Naciones Unidas. En su mayoría se trataba de materiales de construcción y, en menor medida, de comida para la población.

En 2022 fueron más de 32.000 los camiones que entraron en Gaza por el paso de Rafah. Ha sido el año en que más cargamento atravesó el portón, según los registros que maneja la ONU, y se trata de cinco veces más de lo que solía entrar entre 2015 y 2021. Solo uno de cada tres camiones de mercancías que acceden a la Franja con suministros circularon el año pasado por el paso de Rafah. El resto lo hicieron por Kerem Shalom, el paso fronterizo cercano que controla Israel.

El paso de Rafah también es el de tránsito de personas, aunque no siempre se puede franquear. Como se explicaba en este artículo, el trasiego de personas ha fluctuado en la última década en función del contexto político. En 2012 y 2013, coincidiendo con la presidencia de Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes, próximos a Hamás, el paso estuvo abierto 341 días y se registraron más de 470.000 cruces, tanto de entradas a la Franja como de salidas hacia Egipto. Sin embargo, entre 2014 y 2017, durante los primeros años en el poder de Al Sisi, acérrimo opositor de la Hermandad, Rafah estuvo cerrado una media de casi 300 días al año.

En los siete primeros meses de 2023, hasta donde llegan los registros, el paso estuvo cerrado 74 jornadas y abierto otras 138. En esos días hubo más de 91.000 salidas de Gaza y 98.000 entradas de personas. Egipto ha retirado las barreras de hormigón que instaló por temor a una llegada multitudinaria de refugiados, pero eso no significa que el paso esté abierto.

Los mapas y gráficos más relevantes de lo que está pasando en Gaza

Desde los primeros ataques de Hamás, el 7 de octubre, hasta los bombardeos israelíes y la huida de la población de Gaza hacia el sur, EL PAÍS recoge los lugares y los datos más importantes del conflicto en gráficos y mapas. 
 
 

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.