_
_
_
_

Los países vecinos de Níger solicitan ayuda económica a la UE para su posible intervención militar

África Occidental pide por carta a Borrell que aplique las sanciones contra los golpistas y que contribuya en “los costes operacionales de la fuerza de reserva que será desplegada”

José Naranjo
jefes de los ejércitos de la Cedeao
Reunión de los jefes de los ejércitos de la Cedeao celebrada el 18 de agosto en Accra, capital de Ghana, para cerrar el plan de intervención militar en Níger.CHRISTIAN THOMPSON (EFE)

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ha solicitado apoyo financiero a la Unión Europea (UE) para poner en marcha una posible intervención militar en Níger. Así se recoge en una carta enviada por el presidente de la comisión de la Cedeao, Omar Alieu Touray, al alto representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, el pasado 14 de agosto. En la misiva, Touray solicita el apoyo de la UE para “acompañar la implementación efectiva de las decisiones de la Cedeao que tienen como objetivo el retorno rápido al orden constitucional en Níger”. El texto reclama a los Veintisiete que apliquen las sanciones ya aprobadas por la Cedeao. Y también solicita que contribuyan “a los costes operacionales de la fuerza de reserva que será desplegada por la Cedeao en Níger”. Este documento muestra lo avanzado de los planes de intervención militar por parte de los países vecinos de Níger.

La carta, fechada en Abuya, capital de Nigeria, transmite al jefe de la diplomacia europea las principales decisiones adoptadas por los jefes de Estado de la Cedeao respecto a la crisis en Níger en la cumbre celebrada cuatro días antes. El presidente de la comisión de este organismo regional recuerda su firme condena del “intento de golpe de Estado” del 26 de julio, así como de la detención ilegal del depuesto presidente Mohamed Bazoum. También se reafirma sobre las sanciones económicas adoptadas el pasado 30 de julio e informa a la UE de su decisión de activar la fuerza de reserva de la Cedeao y su despliegue para restaurar el orden constitucional en Níger.

“Aprovecho esta ocasión para expresarle mi profunda gratitud por la disponibilidad expresada por la UE desde el comienzo de esta crisis a la hora de sostener los esfuerzos de la Cedeao para la resolución de esta crisis”, prosigue la misiva. “En este sentido, quisiera solicitar el apoyo de la UE para acompañar la implementación efectiva de las decisiones de la Cedeao que tienen como objetivo el retorno rápido al orden constitucional en Níger. En particular, le agradecería que adoptara las disposiciones que considere, a través de los mecanismos e instrumentos apropiados, sobre todo para hacer cumplir las sanciones financieras e individuales adoptadas contra determinadas personas y para contribuir a los costes de las operaciones de la fuerza de reserva que será desplegada por la Cedeao en Níger con la perspectiva de restablecer el orden constitucional”, añade.

Cuatro días después del envío de esta carta, los jefes de los ejércitos de los países de la Cedeao terminaron de preparar el plan operacional de la posible intervención militar en Níger en una reunión mantenida en Acra, la capital de Ghana. Entonces, el comisario de Asuntos Políticos, Paz y Seguridad de la Cedeao, Abdel-Fatau Musah, advirtió incluso de que ya habían decidido una fecha para dicha acción armada y que 10 de los 15 países de África occidental se habían comprometido a aportar tropas para una posible intervención a la que Nigeria, Senegal, Benín y Costa de Marfil ya se habían adherido. Pese a todo, Musah recordó que mantenían abierta la puerta del diálogo con la junta militar.

Al día siguiente, el 19 de agosto, una delegación de la Cedeao encabezada por Abubakar Abdulsalami, expresidente de Nigeria, se reunió en Niamey, la capital de Níger, con el líder de los golpistas, el general Tchiani, y el derrocado presidente Bazoum. Horas más tarde, el presidente de la junta militar leía un mensaje en la televisión pública nigeriana en el que proponía que los militares siguieran en el poder un máximo de tres años y advertía a la Cedeao de que su posible intervención militar “no será el paseo que algunos creen”. “Se enfrentarán a 26 millones de nigerinos”, añadió Tchiani.

Pese a todo, el mediador de la Cedeao mostró cierto optimismo tras la reunión. “Debo decir que nuestra visita a Níger ha sido muy fructífera y que ha abierto la vía para entablar conversaciones que espero que lleguen a algo”, aseguró a los medios Abdulsalami este martes tras reunirse con el presidente de Nigeria y de la Cedeao, Bola Tinubu. “Hemos comenzado a hablar, ellos han defendido sus argumentos, de los que acabo de informar al presidente de los jefes de Estado de la Cedeao. Ahora, él va a consultar con sus compañeros. Mantenemos la esperanza de que la diplomacia prevalezca porque a nadie le interesa la guerra que planean los dirigentes de África occidental en el caso de que fracasen las negociaciones”, añadió el mediador de la Cedeao.

Por otra parte, el Gobierno de Argelia, país que comparte unos 950 kilómetros de frontera con Níger, pero no pertenece a la Cedeao, ha lanzado una ofensiva diplomática para tratar de encontrar una salida pacífica a la crisis. El ministro de Asuntos Exteriores argelino, Ahmed Attaf, inició este miércoles una gira por Nigeria, Benín y Ghana, tres de los países que han anunciado su disponibilidad a aportar tropas a una acción armada, tras recibir el encargo de su presidente, Abdelmadjid Tebboune, informa France Presse. El Ejecutivo argelino se ha mostrado desde el primer momento contrario a una intervención militar y el presidente llegó a afirmar en una entrevista a medios locales que “no habrá ninguna solución sin nosotros, somos los primeros afectados”.

Este lunes, la radio pública argelina informaba de que el Gobierno francés había solicitado autorización para sobrevolar su espacio aéreo en el marco de una intervención militar en Níger por parte de la Cedeao, pero posteriormente el Estado Mayor francés ha desmentido que se hubiera producido ninguna solicitud. Otras voces se han alzado en los últimos días contra la intervención militar de la Cedeao. “Sería la más idiota de las guerras”, dijo este martes el expresidente marfileño Laurent Gbagbo en una rueda de prensa en Abiyán. “Está alimentada por detrás por el uranio y el gas (…) Quienes dirigen la Cedeao se equivocan (…) me gustaría que esa fuerza de reserva sea movilizada y que los jefes de Estado Mayor se reúnan para hacer un plan de lucha contra los terroristas”.

Por otra parte, Zazia Bazoum, hija del derrocado presidente Bazoum, publicó este miércoles una tribuna en el periódico Le Figaro en la que volvió a denunciar las condiciones de detención en que se hallan sus padres y su hermano. “Les han cortado deliberadamente la electricidad, están encerrados en una residencia de cemento donde las temperaturas pueden superar los 40 grados y a menudo no tienen ni agua para lavarse o refrescarse”, aseguró. La joven también agradeció a todos aquellos que están presionando para lograr su liberación y destacó que su lucha es “por los valores democráticos”.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_