La familia de un ciudadano alemán encarcelado en Irán reclama medidas para su liberación
Un grupo de ciudadanos se manifiesta frente al Ministerio de Exteriores en Berlín para pedir mayor movilización
La moderna sede del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán en Berlín se convirtió este lunes en el escenario de una manifestación de ciudadanos que reclaman al Gobierno una mayor movilización a favor de Jamshid Sharmahd, un germano-iraní de 68 años que fue condenado a muerte en Irán en febrero, una sentencia que fue confirmada por la Corte Suprema de ese país.
Sharmahd fue detenido en julio de 2020 y posteriormente juzgado por participar, según la justicia iraní, en un atentado contra una mezquita en Shiraz, en el sur de Irán, que causó 14 muertos y 300 heridos en abril de 2008. Sharmahd fue arrestado y secuestrado por el servicio secreto iraní en Dubái en el verano de 2020. Irán habló entonces de una “operación compleja”, sin especificar nunca las circunstancias de su captura. Amnistía Internacional denunció una “desaparición forzosa”, seguida de un “juicio manifiestamente injusto” y actos de tortura.
La captura de Sharmahd y su posterior condena a muerte envenenó las relaciones entre Berlín y Teherán y la ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, pidió en su momento a Teherán que revocara el veredicto, que calificó como “absolutamente inaceptable y arbitrario”.
No es el único caso de detenciones y condenas a ciudadanos con doble nacionalidad iraní y de algún país europeo. Teherán retiene a decenas de presos europeos para presionar a la UE. En ocasiones las autoridades iraníes tratan de canjearlos por otros presos iraníes en territorio europeo.
Aún no está claro cuándo se ejecutará esa sentencia en Irán. Entretanto, un grupo de manifestantes —unas 50 personas, según la policía— se movilizó este lunes frente a la sede del ministerio para exigir al Gobierno germano una política más eficaz para salvar la vida al programador informático, que contribuyó a la creación de un sitio web para un grupo de oposición iraní en exilio conocido con el nombre de Tondar y que es considerado como “terrorista” por el Gobierno iraní.
La protesta fue apoyada indirectamente por la hija de Sahrmand, que denunció desde Estados Unidos, a través de varios medios, lo que considera inacción del Gobierno. “Un ciudadano alemán fue secuestrado y es como si nada”, dijo a la agencia de noticias France Presse Gazelle Sharmahd.
Un portavoz del ministerio rechazó las declaraciones de la hija y aseguró que el Ejecutivo utiliza “todos los canales” para evitar una ejecución. “Seguimos trabajando intensamente por Jamshid Sharmahd y contra la ejecución de la pena de muerte”, aseveró el portavoz.
Sharmand llegó a Alemania cuando era niño y en los ochenta obtuvo la nacionalidad alemana, pero decidió emigrar a Estados Unidos, donde participó activamente en el grupo de oposición en el exilio Tondar (Trueno), que aboga por el regreso de la monarquía a Irán.
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