El Partido Popular Europeo se alía con ultras y liberales en la Eurocámara para censurar a Borrell por viajar a Cuba

El Parlamento Europeo ha condenado este miércoles “las violaciones y los abusos sistemáticos de los derechos humanos contra manifestantes, disidentes políticos, líderes religiosos, activistas de derechos humanos y artistas independientes, entre otros, perpetrados por el régimen cubano”. La resolución va más allá al censurar también el “efecto contraproducente de blanqueo al régimen cubano” por la visita a La Habana del alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, del pasado mayo. El texto ha salido con 359 votos a favor, principalmente procedentes de los conservadores del Partido Popular Europeo, de los grupos más a la derecha de la Eurocámara —Identidad y Democracia (ID), que integra al partido de Marine Le Pen y los Reformistas y Conservadores Europeos (ECR), que acoge a los polacos del PiS y a Vox—, y de buena parte de los liberales de Renew. Contra la propuesta, que no tiene efectos vinculantes, han votado 226 eurodiputados (socialistas, verdes y La Izquierda).

“Hice lo que tenía que hacer. Nuestra política no es la de bloquear el diálogo por la situación política de Cuba, sino la de aprovechar las posibilidades que nos da este acuerdo. No todo en diplomacia es el megáfono”, defendió el pasado junio Borrell ante el Parlamento, cuando le tocó comparecer para explicar su visita. No fue este el primer viaje que la máxima autoridad de la diplomacia europea hacía a la isla. Ya lo hizo en 2015 su predecesora, Federica Mogherini, para impulsar el acuerdo que, unos años después, sacó del congelador las relaciones entre Bruselas y La Habana, paralizadas desde 1996. La italiana incluso viajó otra vez, ya que volvió en septiembre de 2019.

Para los populares europeos, lo censurable de la “errática visita” de Borrell a Cuba fue que no hubiera “ningún pronunciamiento sobre los presos políticos o sobre la falta de libertades civiles”, ha explicado el eurodiputado popular español Gabriel Mato, negociador de la resolución.

El texto aprobado en el pleno de Estrasburgo también pide que “los regímenes autocráticos” no participen en la cumbre que la UE celebra con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) los próximos 17 y 18 de julio. La frase tiene otros destinatarios, además del régimen cubano; también va por Nicaragua y Venezuela, ya que está prevista la presencia de sus máximos mandatarios, Daniel Ortega y Nicolás Maduro, junto con la del cubano Miguel Díaz-Canel. Además pide a “los participantes en la cumbre que emitan una declaración en la que se exija el debido respeto de los derechos humanos en ambas regiones, prestando especial atención a la falta de respeto de la democracia y las libertades fundamentales en Cuba”. Esta llamada tiene pocas probabilidades de éxito, puesto que las declaraciones finales de las reuniones de líderes deben aprobarse por unanimidad.

La resolución aprobada destaca, además, que el Consejo de Europa califica “a Cuba como aliado del régimen de Putin” y “condena el apoyo del régimen cubano a la guerra de Rusia contra Ucrania y su defensa de Rusia y Bielorrusia; recuerda las declaraciones del alto representante en las que se indica que no apoyar a Ucrania contra la agresión rusa tendría consecuencias, y lamenta que se haya demostrado que estas declaraciones son mera retórica sin consecuencias prácticas”.

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