El rey Guillermo de Países Bajos pide perdón por la esclavitud en las colonias holandesas
El jefe de Estado se disculpa oficialmente por primera vez por un tráfico que enriqueció a sus antepasados en el 150º aniversario de la emancipación en Surinam y las Antillas Neerlandesas
El rey Guillermo de Países Bajos ha pedido perdón este sábado por la esclavitud en el 150º aniversario de la emancipación en las antiguas colonias en Surinam (Sudamérica), y las Antillas Neerlandesas en el Caribe. Las disculpas, presentadas en el curso de una ceremonia denominada Keti Koti (cadena rota) llevada a cabo en Ámsterdam, han sido acogidas con vítores y aplausos por un público formado en gran parte por descendientes de esclavos. Sus palabras son doblemente históricas. Es la primera vez que el soberano se pronuncia sobre las consecuencias del control colonial como jefe del Estado, y sus antepasados directos se enriquecieron con un sistema inseparable del tráfico de esclavos, según un estudio encargado por el Gobierno holandés. En diciembre pasado, el primer ministro, Mark Rutte, reconoció también las culpas por el pasado esclavista de su país.
“Me presento ante ustedes como su rey y como tal pido perdón con toda mi alma y mi corazón por la esclavitud”, ha dicho el monarca. Ha añadido: “Estoy con ustedes en la capital de un país que ha luchado contra la tiranía y por la libertad, que prohibió la esclavitud dentro de sus fronteras, pero no lo hizo en ultramar”. Después, ha reconocido la valía y respeto que merecen todas las tradiciones y creencias, y ha hecho votos por “vivir en un país dónde todos nos reconozcamos sin racismo, discriminación y explotación”. Sus palabras marcan a su vez el inicio del año conmemorativo que recuerda este trágico legado en todos los rincones del reino. El reconocimiento de las repercusiones actuales de los abusos coloniales y la obligación de revertirlas es la petición repetida por todas las organizaciones involucradas en esta lucha.
Desde el punto de vista cronológico, se cumplen 160 años de la abolición de la esclavitud en Surinam y en las Antillas Neerlandesas del Caribe, en 1863. Durante la siguiente década, sin embargo, los esclavos liberados fueron obligados a trabajar por sueldos de miseria para que sus antiguos dueños amortizasen la inversión hecha al comprarlos. Por eso se considera que las cadenas mencionadas en la expresión Keti Koti se rompieron definitivamente hace 150 años, en 1873. También fueron llevados a Surinam habitantes de Asia para trabajar en pésimas condiciones bajo la autoridad colonial holandesa. Eran, entre otros, campesinos pobres de India, China o Java (Indonesia), que firmaron contratos abusivos cuya ruptura podía reportarles una condena penal.
El periodo colonial holandés se prolongó desde el siglo XVII y hasta el XX, con sus distintos procesos de independencia, entre ellos, el de Indonesia. El tráfico de esclavos cubrió, a grandes rasgos, África del Sur y Asia, además de Surinam, Brasil y el Caribe, y las plantaciones eran de tabaco, cacao, algodón, café y azúcar. Los historiadores calculan que los barcos holandeses transportaron a través de Atlántico a un 5% del total de 12 millones de personas sometidas al tráfico de esclavos por los europeos entre los siglos XV y XIX. El cálculo aparece en el Canon de Países Bajos, que condensa la historia nacional.
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