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Biden promulga la ley para elevar el techo de deuda y evitar el impago de Washington

En un mensaje desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el presidente de EE UU ha asegurado este viernes que el acuerdo bipartidista ha impedido “una crisis y un colapso económico”

Miguel Jiménez
El presidente de EE UU, Joe Biden, se dirige a la nación este viernes desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
El presidente de EE UU, Joe Biden, se dirige a la nación este viernes desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.Europa Press/Contacto/Jim Watson - Pool via CNP (Europa Press/Contacto/Jim Watson)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido adoptar la escenografía de las grandes ocasiones para lanzar un mensaje al país este viernes tras la aprobación de la ley que suspende el techo de deuda. En el Despacho Oval de la Casa Blanca y en horario televisivo de máxima audiencia, Biden ha cantado victoria por el acuerdo: “Hemos evitado una crisis económica y un colapso económico”, ha dicho en un discurso de cerca de 13 minutos. El mandatario ha rubricado este sábado la llamada Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023.

La ley aprobada suspende el techo de deuda hasta enero de 2025, tras las próximas elecciones presidenciales, a cambio de algunos recortes de gasto. La firma de la ley por Biden permite que entre en vigor días antes de la fecha que Janet Yellen había lanzado como límite, el próximo 5 de junio, aunque aparentemente reservándose un poco de margen, pues en la misma carta decía luego que lo que no podría asumir eran todos los pagos de esa “semana”.

En cualquier caso, no ampliar el techo de deuda e incurrir en el impago de obligaciones, especialmente en impago de la deuda, habría tenido consecuencias económicas potencialmente catastróficas.

“Nadie obtuvo todo lo que quería, pero el pueblo estadounidense obtuvo lo que necesitaba. Hemos evitado una crisis económica y un colapso económico”, es el mensaje que ha trasladado Biden este viernes. El presidente sale muy reforzado con el acuerdo. Además, le permite mostrar su perfil moderado y centrista, capaz de impulsar acuerdos entre los dos grandes partidos y de combatir la polarización de la política estadounidense.

“Sin unidad no hay paz, solo amargura y furia. No podemos convertirnos en ese país”, ha señalado Biden en lo que por momentos ha parecido un discurso enfocado a lograr la reelección en las elecciones presidenciales de noviembre de 2024. Ha prometido, por ejemplo, no cejar en su empeño de subir los impuestos a los más ricos y a las empresas, aunque no haya podido hacerlo en este acuerdo. Tampoco va a poder hacerlo en lo que queda de su actual mandato, tomando en cuenta que la Cámara de Representantes está controlada por los republicanos.

“Recortamos el gasto y redujimos el déficit. Y protegimos prioridades importantes, desde la Seguridad Social hasta Medicare, Medicaid, los veteranos y nuestras inversiones transformadoras en infraestructuras y energías limpias”, ha añadido, luciendo durante el discurso algunos de los logros legislativos de la primera mitad de su mandato, cuando los demócratas controlaban ambas cámaras.

Parte de las leyes fueron aprobadas por congresistas de ambos partidos, como ha destacado un Biden que no ha ahorrado elogios a los líderes republicanos del Congreso: el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell. “Han actuado con responsabilidad y antepuesto el bien del país a la política”, afirmó. El presidente parece haber lanzado una alusión velada a su posible rival en 2024, Donald Trump, al señalar que “voces extremistas” querían que Estados Unidos entrase en impago.

“Es esencial para todo el progreso que hemos hecho en los últimos años mantener la plena, fe y crédito de los Estados Unidos y aprobar un presupuesto que siga haciendo crecer nuestra economía y refleje nuestros valores como nación”, ha afirmado también el presidente de Estados Unidos.

“Por eso me dirijo a ustedes esta noche. Para informarles de una crisis evitada y de lo que estamos haciendo para proteger el futuro de Estados Unidos. La aprobación de este acuerdo presupuestario era fundamental. Lo que estaba en juego no podía ser mayor”, ha añadido también en un discurso televisado en que estaba sentado en el escritorio del Despacho Oval, con fotos familiares detrás.

La ley ha sido aprobada por la vía rápida por el Congreso. El Senado aprobó el jueves el mismo texto legal que salió de la Cámara de Representantes el miércoles, sin tocar una coma, pese al enfado de algunos senadores. Cualquier enmienda habría implicado que la ley tuviera que volver a ser votada por la Cámara baja, dilatando el proceso en un momento de máxima urgencia.

Una vez firmada la ley, lo que se espera para este sábado, el Tesoro tendrá vía libre para lanzar emisiones de letras y bonos para captar dinero con el que financiar los multimillonarios pagos por importe de 92.000 millones de dólares (unos 85.000 millones de euros) previstos para la semana próxima.

La ley cambia algunas políticas, incluyendo la imposición de nuevos requisitos de trabajo para algunos estadounidenses que reciben ayuda alimentaria y la luz verde a un gasoducto en los Apalaches, al que muchos demócratas se oponen. La norma refuerza los fondos para defensa y veteranos, recorta nuevos fondos para la agencia tributaria e impone recortes automáticos del 1% si el Congreso no aprueba anualmente sus presupuestos.

La Oficina Presupuestaria del Congreso, un organismo independiente, señaló que las restricciones de gasto del paquete reducirían el déficit en 1,5 billones de dólares a lo largo de la década, uno de los principales objetivos de los republicanos que tratan de frenar la carga de la deuda.

Un impago habría tenido consecuencias catastróficas para la economía. El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca publicó un informe según el cual la amenaza de bloqueo ya estaba teniendo efectos; un episodio de impago, por corto que fuera, habría dejado una costosa factura y un impago prolongado habría hecho caer el producto interior bruto un 1,5% en el tercer trimestre (a una tasa trimestral anualizada del 6,1%) y subir la tasa de paro cinco puntos, destruyendo 8,3 millones de puestos de trabajo.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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