La OTAN urge a Kosovo a rebajar la tensión mientras Serbia acerca su ejército a la frontera
Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido también piden “moderación” y evitar la “retórica incendiaria”. Rusia culpa a Prístina y a Occidente de la escalada
La OTAN ha instado este sábado a Kosovo a rebajar la tensión, un día después de que el Gobierno de Prístina accediera por la fuerza a los edificios oficiales del norte del país (donde vive un alto número de personas de la minoría serbia) para instalar alcaldes de etnia albanesa. Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido han alertado también de la escalada en la zona y han pedido “moderación” y evitar la “retórica incendiaria” a Kosovo y a Serbia, que ha elevado el nivel de alerta de sus Fuerzas Armadas en la frontera.
En los últimos días, se han registrado enfrentamientos entre la policía kosovar y manifestantes de la minoría serbia en la ciudad fronteriza de Zvecan —donde ha resultado herida una decena de personas— y también se han producido ataques a la misión de la Unión Europea en Kosovo (Eulex), según un comunicado de los cuatro países. La OTAN mantiene en alerta a su misión de mantenimiento de paz en la zona, donde tiene destacadas unas 3.800 personas.
La situación aún es muy tensa en el norte del país, donde policías fuertemente armados en vehículos blindados hacen guardia ante los edificios municipales, según informa Reuters. Los incidentes en Zvecan (7.300 habitantes) se produjeron cuando los agentes kosovares intentaron ayudar al alcalde de origen albanés recién elegido a acceder al Ayuntamiento. La policía usó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y se podían escuchar disparos y explosiones en vídeos publicados en línea y recogidos por la BBC. La comunidad serbia, mayoritaria en ese territorio aunque solo representa el 5% de los 1,8 millones de habitantes de Kosovo, no reconoce la autoridad del regidor de Zvecan y de otros dos municipios, Leposavic y Zubin Potok, elegidos en unos comicios con un 3,4% de participación por el boicot de la población serbia respaldado por el Gobierno de Belgrado.
Los funcionarios locales en Zvecan han asegurado que cinco agentes resultaron heridos y al menos cuatro vehículos sufrieron daños durante los disturbios. El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha defendido la actuación de la policía al escoltar a los nuevos alcaldes. “Es un derecho de los elegidos en elecciones democráticas asumir sus cargos sin amenazas ni intimidaciones. También los ciudadanos tienen derecho a ser atendidos por esos cargos electos”, dijo Kurti en Twitter este sábado.
Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Serbia en febrero de 2008. Pese a que la guerra acabó en 1999, la minoría serbia del norte del país todavía considera a Belgrado como su capital. Estados Unidos y los principales países de la UE (no es el caso de España) reconocen a Kosovo como un país independiente.
En Serbia, el ministro de Defensa, Milos Vucevic, ha asegurado que Kosovo está actuando para “aterrorizar” a la minoría serbia y ha descrito la situación como “muy difícil”. La inestabilidad en el norte de Kosovo ha ido en picos durante los últimos tiempos y pese a los intentos de mediación de la Unión Europea. Este sábado, Rusia, que apoya a su aliado Serbia, con el que mantiene vínculos, ha culpado a Kosovo, Estados Unidos y a la UE por lo que ha considerado una “maniobra provocadora” de Pristina que “amenaza la seguridad de los Balcanes”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó el viernes al Gobierno de Kurti por la actuación en el norte del país y afirmó: “Ha escalado innecesariamente las tensiones, socavando nuestros esfuerzos por normalizar las relaciones entre Kosovo y Serbia y eso tendrá consecuencias sobre nuestra relación bilateral con Kosovo”.
Los nuevos disturbios en Kosovo coinciden con los problemas internos del presidente serbio, Aleksandar Vucic, quien convocó para este viernes una manifestación en Belgrado para contrarrestar las movilizaciones desatadas en el país tras dos matanzas masivas a manos de un adolescente de 13 años en un colegio, quien mató a 13 menores y a un vigilante el 3 de mayo, y un hombre de 21 años que asesinó a tiros a 8 personas dos días después. Este sábado, Vucic ha presentado su dimisión como líder del gobernante Partido Progresista (SNS) tras semanas de protestas contra su Gobierno, pero afirmó que se mantendrá como jefe del Estado, informa Reuters. En un congreso del partido celebrado en Kragujevac, en el centro de Serbia, Vucic nombró al ministro de Defensa, Milos Vucevic, para sustituirle al frente del partido.
La decisión del presidente serbio no ha calmado las protestas contra su Gobierno. Decenas de miles de personas han salido de nuevo este sábado a las calles de Belgrado contra el Ejecutivo y se han manifestado ante la sede de la televisión pública RTS para exigir que informe más de su movilización.
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