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China se propone llevar la cooperación con Rusia a “un nivel superior”

El presidente Xi Jinping asegura en un encuentro con el primer ministro ruso en Pekín que pretende mejorar la colaboración “económica, comercial y de inversión” con Moscú

El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin (izquierda), y el presidente chino, Xi Jinping, durante el encuentro en el Gran Salón del Pueblo en Pekín, este miércoles. Foto: SPUTNIK (VIA REUTERS) | Vídeo: EPV
Guillermo Abril

La amistad “sin límites” que se profesaron los presidentes de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladímir Putin, en febrero de 2022, unas semanas antes de la invasión de Ucrania decretada por Moscú, sigue sin conocer fronteras. “Hoy, las relaciones entre China y Rusia se encuentran en un nivel elevado sin precedentes”, ha asegurado este miércoles Mijaíl Mishustin, primer ministro ruso, durante su visita a Pekín, en la que se ha visto con Xi y con el premier de la potencia asiática, Li Qiang.

El presidente Xi ha añadido que espera que ambos países impulsen las relaciones en diversos ámbitos “a un nivel superior” y mejoren “la cooperación económica, comercial y de inversión”, según la lectura oficial del encuentro recogida por Xinhua.

La visita de Mishustin —el líder ruso de mayor rango en viajar a China desde que el Kremlin arrancara la guerra de agresión que ha puesto patas arriba la política internacional— es de marcado contenido económico. La cita ha dado como fruto la firma de nuevos acuerdos comerciales para profundizar la cooperación en materia de inversión en servicios comerciales, un pacto sobre exportación de productos agrícolas a China y otro sobre cooperación deportiva, según la agencia Reuters.

El viaje certifica la tendencia ascendente en los intercambios entre ambos países, con China convertida en uno de los salvavidas de Rusia frente al torniquete de las sanciones promovidas por Occidente.

El primer ministro ruso ha subrayado que las relaciones bilaterales “se caracterizan por el respeto mutuo a los intereses de la otra parte, [así como por] la disposición a responder conjuntamente a las amenazas emergentes relacionadas con las crecientes turbulencias en la escena internacional y la presión ilegítima de las sanciones ejercidas por el Occidente colectivo”, según la agencia rusa Tass. La visita de dos días del primer ministro ruso incluyó el martes una parada en Shanghái, donde acudió a un foro de negocios sino-rusos junto a una delegación de más de 15 empresarios de su país, también según la agencia rusa. Entre ellos estaban el consejero delegado del banco ruso Sberbank y el de la compañía de telecomunicaciones Rosteleco, ambas golpeadas por las distintas rondas de castigos tras la invasión de Ucrania.

Una burbuja de aire en medio de las sanciones occidentales

La visita representa una burbuja de aire en mitad del océano de las sanciones, del que trata de salir a flote una Rusia a la que en Occidente se le agotan los lazos diplomáticos. “La cooperación pragmática entre China y Rusia se caracteriza por su resistencia, su gran potencial y su amplio espacio, que se ha hecho aún más prominente este año”, ha asegurado Li Qiang durante el encuentro con Mishustin, al que ha recibido en la escalinata del Gran Salón del Pueblo, en la plaza de Tiananmén, con la banda militar haciendo sonar el himno ruso.

Xi, por su parte, ha mencionado que China y Rusia deberían consolidar y expandir la cooperación básica en energía e interconexiones, y crear nuevos puntos de crecimiento. También ha expresado su intención de promocionar junto a Rusia y el resto de países de la Unión Económica Euroasiática (Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Armenia) la construcción conjunta del plan de la Nueva Ruta de la Seda, el ambicioso proyecto de inversiones e infraestructuras mediante el cual Pekín busca conectarse al mundo. China pretende promocionar un mercado regional más abierto y asegurar la estabilidad y la fluidez de la cadena industrial y de suministros global, ha dicho el líder de la potencia asiática.

El viaje de Mishustin se produce después de que la semana pasada se celebrara en la ciudad china de Xi’an una cumbre entre China y las cinco antiguas repúblicas soviéticas de Asia central, en la que acordaron profundizar aún más sus lazos para forjar lo que Xi denominó una “amistad eterna” con una región en la que Moscú ha comenzado a perder parte de su influencia.

Pero las relaciones con Rusia viven también un momento dulce. Desde el arranque de la invasión de Ucrania, que China nunca ha condenado, el comercio entre ambos países se ha disparado, sobre todo movido por las crecientes importaciones de hidrocarburos rusos por parte del gigante asiático. “China está dispuesta a trabajar con Rusia para poner en práctica el consenso de los dos jefes de Estado y promover la cooperación pragmática en diversos campos a un nuevo nivel”, ha añadido Li, según ha recogido Reuters.

A medida que avanza la guerra, Rusia se ve obligada a mirar hacia el este. Solo en los primeros cuatro meses de este año, el comercio con China ha crecido un 41,3% interanual, según cifras oficiales publicadas este martes y citadas por el diario oficialista chino Global Times. Los intercambios entre ambos países ya aumentaron por encima del 30% en 2022, hasta alcanzar los 190.000 millones de dólares (unos 176.270 millones de euros). Y está previsto que superen ya este año la barrera de los 200.000 millones de dólares, cifra redonda que Xi y Putin se marcaron como objetivo para 2024. Mishustin ha asegurado que el 70% de las transacciones entre Rusia y China se llevan a cabo en monedas locales (rublos y yuanes), según Tass.

Rusia espera incrementar este año en torno a un 40% el flujo de recursos energéticos a China, según aseguró el martes en Shanghái Alexander Novak, viceprimer ministro ruso, encargado de la política energética y que también forma parte de la delegación, según informó la agencia AFP. Novak también aseguró que China y Rusia están discutiendo planes para cooperar en el “suministro de equipos tecnológicos que faltan”, lo que parece evidenciar que las sanciones están pasando factura al país euroasiático.

La visita llega tras una cumbre del G-7 celebrada este fin de semana en Hiroshima (Japón), en la que Rusia y China han protagonizado el debate. Las siete principales democracias industrializadas del mundo acordaron apretar un poco más la rosca de las sanciones contra Rusia mediante la imposición de mayores controles a la exportación e intentos de mejorar la eficacia de las medidas ya en marcha. Además, en el comunicado final, los líderes reclaman a China “que presione a Rusia para que ponga fin a su agresión militar y retire sus tropas de Ucrania de forma inmediata”.

Pekín lleva meses potenciando su papel como posible muñidor de una salida negociada a la guerra. En febrero, el Ejecutivo chino presentó una propuesta con 12 puntos para buscar una salida política a la “crisis de Ucrania”. Tras reunirse con Putin en marzo y recibir a varios líderes europeos a continuación, Xi encargó a un representante especial que viajara a Europa para calibrar la posibilidad de un acuerdo. El exembajador de China en Moscú Li Hui, que visitó Kiev la semana pasada, sigue en plena gira en estos momentos.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.

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