EE UU, la UE y la OTAN muestran su escepticismo ante el plan de paz chino para Ucrania, que ven escorado hacia el Kremlin
El documento con 12 puntos elaborado por Pekín reclama un alto el fuego, el fin de las sanciones a Rusia y el respeto a la integridad territorial
China ha pedido este viernes el alto al fuego e instado a iniciar las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, coincidiendo con el primer aniversario del inicio de la invasión de la antigua república soviética. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha publicado un documento en el que expresa la posición de Pekín sobre una solución política de la crisis ucrania y afirma que “no hay vencedores en un conflicto bélico” y que la única salida es a través del diálogo. El texto, de 12 puntos, reitera algunas de las propuestas del presidente Xi Jinping a lo largo de este año, como que debe “respetarse la soberanía y la integridad territorial de todos los países” y que “una guerra nuclear no debe librarse y nunca puede ganarse”.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, fue más bien parco sobre el plan y remarcó que querría reunirse con Xi Jinping. Los aliados occidentales de Kiev han mostrado un gran escepticismo sobre la propuesta y han remarcado que el plan de Pekín está escorado hacia las posiciones del Kremlin. Durante una visita a Estonia junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha incidido en que Bruselas analizará las propuestas, pero que lo hará “en el contexto de que China ha tomado partido”. “No es un plan de paz”, ha apuntado la jefa del Ejecutivo comunitario. “China ha tomado partido al firmar, por ejemplo, una amistad ilimitada [con Rusia] justo antes de la invasión”, ha añadido. Pekín “no tiene mucha credibilidad porque no ha podido condenar la invasión ilegal de Ucrania”, ha señalado Stoltenberg en una comparecencia en Tallin junto a Von der Leyen y la primera ministra estonia, Kaja Kallas.
El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ha descartado la propuesta del gigante asiático y ha insistido en que debería haber terminado después del primer punto, que exige “respetar la soberanía de todos los países”. “Esta guerra podría terminar mañana si Rusia dejara de atacar a Ucrania y retirara sus fuerzas”, dijo en una entrevista en la cadena CNN.
Fuentes diplomáticas europeas resaltan que las ideas que lanza Pekín son conformes al derecho internacional, pero alertan de que la propuesta “no identifica ni distingue entre agresor (Rusia) y agredido (Ucrania) y, por ende, carece de legitimidad objetiva”. El plan, advierten, supone un intento del Gobierno de Xi de responder a la creciente presión internacional para demostrar su estatus de gran potencia y de actor internacional responsable. “Su credibilidad queda aún más comprometida por coincidir su publicación con las presuntas intenciones chinas de suministrar armamento a Rusia (drones)”, concluyen estas fuentes.
Desde el comienzo de la guerra el 24 de febrero de 2022, Pekín ha mantenido una calculada equidistancia a favor de Rusia, su socio estratégico y con el que certificó una “amistad sin límites” un par de semanas antes del inicio de la ofensiva. En estos 365 días, China ha evitado calificar la invasión rusa como tal y ha culpado a la OTAN y especialmente a Estados Unidos de ser los verdaderos responsables de la crisis por no haber tenido en cuenta las “preocupaciones de seguridad legítimas” de Moscú. En medio de las crecientes presiones de Washington y Bruselas, Pekín ha intentado presentarse este viernes como un mediador neutral para la paz, aunque continúa haciendo equilibrios. China ha enfatizado que la única solución viable se encontrará a través del diálogo y la negociación y ha reiterado que el país desempeñará un “papel constructivo” para ello, aunque no ha ofrecido más detalles.
Si bien el texto de la cancillería china señala que “la seguridad de un país no puede verse comprometida a expensas de la de otra nación”, apunta que “los intereses legítimos y las preocupaciones de seguridad de todos los países deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente”. El documento hace hincapié en “abandonar la mentalidad de la Guerra Fría” y, en un claro mensaje a la Alianza Atlántica, recuerda que “la seguridad regional no se puede garantizar reforzando o incluso ampliando los bloques militares”. También ha pedido detener las “sanciones unilaterales”, ya que “no resolverán los problemas, sino que crearán otros nuevos”.
Suministro de armas
El papel de posición de China llega después de que esta semana la Casa Blanca asegurase que ha detectado “indicios” de que Pekín está considerando proporcionar ayuda militar “letal” a Moscú, algo que no ha hecho en los 12 meses que han transcurrido de conflicto. El semanario alemán Der Spiegel ha ido un paso más allá, afirmando que el ejército ruso se encuentra en negociaciones con el fabricante chino de drones Xi’an Bingo Intelligent Aviation Technology para la producción masiva de drones bomba.
Esas acusaciones han sido contundentemente rechazadas por Pekín. El jueves, el portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, reiteró que “Estados Unidos es el principal proveedor de armas en el campo de batalla en Ucrania y, a pesar de eso, se empeña en desprestigiar a China lanzando acusaciones falsas”. Mientras tanto, el representante permanente adjunto de China ante Naciones Unidas, Dai Bing, expresó ante la Asamblea General que “los hechos brutales ofrecen una prueba fehaciente de que el envío de armas no traerá la paz”.
El secretario general de la OTAN ha apuntado que no hay evidencia de que China haya suministrado armas a Rusia, pero que sí hay señales de que podría hacerlo. “No hemos visto la entrega real de ayuda letal, pero lo que hemos visto son señales e indicaciones de que China puede estar planeando y considerando suministrar ayuda militar a Rusia”, ha declarado en Tallin. Y ha advertido: “China no debería hacer eso, porque sería apoyar una ley ilegal de agresión y violar el derecho internacional”.
A los aliados Occidentales de Ucrania les inquieta que la propuesta china gane apoyos en el conocido como sur global, que en parte se mantiene al margen de las posturas estadounidenses y europeas sobre las sanciones a Rusia. China presentó su plan de paz horas después de abstenerse en una resolución de Naciones Unidas que pedía el fin de la guerra y que se aprobó en Nueva York por 141 votos a favor, 7 en contra y 32 abstenciones.
En Ucrania, donde los combates han seguido calientes en el este y donde fuentes de inteligencia advierten de que Rusia se está preparando para lanzar una nueva ofensiva en el flanco sur, los comentarios sobre el plan de paz chino fueron más bien tibios. Kiev ha tratado de evitar enfrentarse a Pekín desde el inicio de la guerra. Sin embargo, el Gobierno de Volodímir Zelenski advirtió de que cualquier plan para poner fin a la guerra debe incluir la retirada de las tropas rusas a las fronteras existentes cuando se derrumbó la Unión Soviética. “Cualquier ‘plan de paz’ con solo un alto el fuego y, como resultado, una nueva línea de delimitación y la ocupación continua del territorio ucranio no tiene que ver con la paz, sino con congelar la guerra, una derrota ucraniana y las siguientes etapas del genocidio de Rusia”, zanjó Mijailo Podoliak, asesor de Zelenski y el principal negociador ucranio. Pekín no ha consultado a Kiev sobre el documento.
Armas nucleares
En el plan, China repite que se opone al uso de armas nucleares, a los ataques contra centrales nucleares y al uso de armas bioquímicas. También ha hecho un llamamiento para garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares civiles.
Citando a analistas del país, el rotativo Global Times, de marcado corte nacionalista, adelantaba el miércoles que China hará todo lo posible por mediar en el conflicto, pero agregaba que “un plan de paz que sea efectivo dependerá de ambas partes. Dado que Kiev está extremadamente influenciada por Washington [el cual no tiene interés en que se produzca un alto al fuego inmediato y prefiere prolongar el conflicto para socavar a Moscú y cambiar el statu quo a la fuerza], es realmente complicado visualizar una fórmula que ambas partes puedan aceptar”.
En un acto celebrado este viernes en Pekín con motivo del aniversario del inicio de la guerra, el embajador de la Unión Europea en China, Jorge Toledo, aseveró que el gigante asiático “debe cumplir con su responsabilidad de defender la Carta de las Naciones Unidas ante la agresión de Rusia”. Toledo realizó estos comentarios en su discurso ante decenas de diplomáticos y periodistas, y declaró que el documento de posición no es una propuesta de paz en sí, pero que los Veintisiete la estudiarán con lupa.
El máximo representante de la política exterior china, Wang Yi, adelantó en la Conferencia de Seguridad celebrada el pasado fin de semana en Múnich la publicación del documento, en un intento de presentar a Pekín como un negociador responsable, durante un viaje por Europa que le terminó llevando a Moscú el miércoles, donde se reunió con Vladímir Putin. El jefe de Relaciones Exteriores del Comité Central del Partido Comunista chino (consejero de Seguridad) tildó de “complicada y sombría” la situación internacional actual, pero aseguró que “los lazos chino-rusos son maduros, fuertes y estables como la montaña Tai”. “Las crisis aparecen constantemente, pero en las crisis hay oportunidades, y las oportunidades también se convierten en crisis. […] Esto requiere que identifiquemos los cambios y respondamos a ellos de manera más activa para fortalecer aún más nuestra asociación estratégica integral”, apuntilló Wang.
El Diario del Pueblo, propiedad del Partido Comunista, publica este viernes una entrevista con Wang Yi sobre su reciente gira europea, en la que afirma que su país “se ha mantenido firme a favor de la paz y el diálogo, en el lado correcto de la historia”. “La posición de China es la de promover las negociaciones de paz. China apoya a Europa para que desempeñe un papel más activo y constructivo en la promoción de las conversaciones de paz. Europa debería reflexionar detenidamente sobre las condiciones que pueden crearse para lograr un alto el fuego y el cese del conflicto”, puntualiza el jefe de la diplomacia china.
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