La UE cancela el Día de Europa en Tel Aviv por la elección de un ministro ultra como representante de Israel

La representación de la UE en Israel ha cancelado la recepción diplomática en Tel Aviv por el Día de Europa, a causa de la elección por el Gobierno de Benjamín Netanyahu de uno de sus ministros más controvertidos y enfrentados a la comunidad internacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, como su representante. La crisis se venía gestando desde hace días, cuando se hizo público que Ben Gvir, titular de Seguridad Nacional, era el nombre elegido y daría un discurso en el acto. El domingo, reafirmó su intención de acudir, lo que llevó a los embajadores de los Estados miembros de la UE a reunirse este lunes de urgencia.

En el encuentro, los representantes de los Veintisiete acordaron cancelar la recepción diplomática “para no ofrecer una plataforma a alguien con puntos de vista que contradicen los valores que defiende la UE”. Así lo ha indicado en un comunicado la delegación comunitaria, en referencia a Ben Gvir, quien ha defendido en el pasado deportar en trenes a Europa, “donde hacen falta trabajadores”, a los ciudadanos israelíes “desleales”. Sí se mantiene el evento cultural, abierto al público, con motivo de la efeméride, cuya finalidad explica la representación europea: “Celebrar con nuestros amigos y socios en Israel la fuerte y constructiva relación bilateral”.

Polonia y Hungría, dos países con gobiernos ultraconservadores y cercanos al Ejecutivo de Netanyahu, rechazaron la emisión de un comunicado que especificase que el motivo de la cancelación era la designación de Ben Gvir como representante, según una fuente conocedora del contenido de la reunión. Días antes, Francia capitaneó la búsqueda de una reacción conjunta a la decisión. Entre las opciones que se estudiaron estaba la de celebrar el evento sin discursos, agrega la fuente. “Me hubiera gustado que no fuese necesario, pero lo era”, ha tuiteado el embajador alemán, Steffen Seibert, sobre la cancelación.

“Es una pena que la Unión Europea, que dice representar los valores de la democracia y el multiculturalismo, practique el silenciamiento no diplomático”, ha respondido Ben Gvir en un comunicado, en el que distingue entre “los amigos, que saben cómo expresar críticas” y “los verdaderos amigos, que también saben cómo escucharlas”.

El domingo, al crecer la polémica porque se acercaba la celebración sin que Netanyahu aceptase designar un orador alternativo, Ben Gvir explicó que señalaría en su intervención “lo inapropiado de que países de la UE financien iniciativas contra soldados y ciudadanos israelíes” y pediría “unidad en torno a la lucha contra el yihadismo y los terroristas”. “El ministro cree que, incluso si los representantes de la UE no apoyan sus puntos de vista, entienden muy bien que Israel es una democracia donde se permite escuchar diferentes opiniones”, aseguraba. Ben Gvir, cuya lista fue la tercera más votada en las elecciones del pasado noviembre, es un discípulo de Meir Kahane, el rabino estadounidense-israelí cuyo partido, Kaj, fue ilegalizado y designado organización terrorista en Israel. También ha sido imputado medio centenar de veces por delitos como incitación al racismo o apoyo a organización terrorista, y condenado ocho veces.

Cuestionamiento

Fue la Secretaría del Gobierno quien eligió a Ben Gvir. Es una decisión administrativa basada en una lista de ministros. Netanyahu no la revirtió con el paso de los días, cuando los Veintisiete y varios Estados miembros le pidieron que cambiara de representante. Además de que hubiese supuesto un cierto cuestionamiento de su propio Ejecutivo, está necesitado de los apoyos de la extrema derecha para gobernar y, ahora mismo, se encuentra en plena trifulca con Ben Gvir por el último repunte de tensión en Gaza. El ministro se ausentó este domingo de la reunión semanal del Consejo de Ministros y los seis diputados de la formación no acuden a las votaciones parlamentarias desde la semana pasada. La televisión pública informaba este lunes de que ambos no hablan estos días y solo se pasan mensajes a través de intermediarios.

La cancelación del Día de Europa se produce una semana después de que el titular israelí de Exteriores, Eli Cohen, se reuniese en Bruselas con el responsable de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell. El encuentro, en medio de un veto extraoficial a Borrell a visitar Israel, tenía una duración prevista de 15 minutos. Al final se extendió a 70 minutos en los que, según el comunicado difundido por la diplomacia israelí, acordaron celebrar este año un nuevo encuentro del Consejo de Asociación Israel-UE, “probablemente en Jerusalén”. El comunicado comunitario que da cuenta de la reunión habla más bien de “esperanza” de que se celebre. El Consejo es un foro resucitado en 2022, en el penúltimo mes del anterior Gobierno israelí, encabezado entonces por Yair Lapid. Llevaba sin reunirse una década, en la que gobernó Netanyahu, que regresó al poder el pasado diciembre de mano de ultranacionalistas y ultraortodoxos.

Lapid, hoy jefe de la oposición, ha acusado este lunes al Ejecutivo de meterse en “peleas innecesarias” y de “generar una crisis con la UE”. “Solo para que Ben Gvir nos vuelva a avergonzar frente al mundo con un discurso innecesario”, ha añadido. Netanyahu, además, sigue a la espera de invitación a Washington, tras cuatro meses y medio en el cargo, por parte de Joe Biden. Desde 1969, todos los primeros ministros de Israel han visitado la Casa Blanca ―o han sido formalmente invitados― durante los tres primeros meses de legislatura.

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