La migración reabre la tensión entre Francia e Italia
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, exige una disculpa al responsable de Interior francés después de que este acusara a Giorgia Meloni de ser “incapaz de arreglar los problemas migratorios”
La migración ha vuelto a provocar chispas entre Francia e Italia tan solo seis meses después de la última crisis diplomática entre ambos países. El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, ha reclamado este viernes una disculpa del ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, quien acusó la víspera a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, de ser “incapaz de arreglar los problemas migratorios”. Tras las declaraciones del político francés, Tajani anuló una visita que tenía previsto realizar el mismo jueves a París. La cuestión migratoria es un tema candente tanto de un lado como del otro de la frontera. Mientras Italia ha decretado el estado de emergencia por el aumento de las llegadas de migrantes a sus costas, el Gobierno francés ha aplazado para otoño una ley de inmigración por carecer de apoyo parlamentario.
Darmanin, uno de los ministros más escorados a la derecha del Gobierno de Emmanuel Macron, ha vuelto a envenenar las relaciones entre dos de los socios fundadores de la Unión Europea. “La señora Meloni, del Gobierno de extrema derecha, elegido por los amigos de la señora [Marine] Le Pen, es incapaz de resolver los problemas migratorios, por lo que fue elegida”, dijo el jueves durante una intervención en la radio RMC. Y remató: “Meloni es como [Marine] Le Pen, fue elegida sobre la base del ‘vas a ver’ y lo que vemos es que [la inmigración] no para y se amplifica”.
Apenas unas horas después, Tajani, que es también viceprimer ministro del Gobierno de Meloni, canceló la visita que tenía prevista a París para reunirse con su homóloga francesa, Catherine Colonna. “Las ofensas al Gobierno de Italia pronunciadas por el ministro Gérald Darmanin son inaceptables. No es este el espíritu con el que debemos afrontar los desafíos europeos comunes”, lamentó en Twitter.
“Espero recibirlo pronto en París”
Tras las declaraciones de Darmanin, la ministra francesa de Relaciones Exteriores se apresuró a llamar a su homólogo italiano y en un tuit recalcó que la relación entre ambos países se basa en el “respeto mutuo”. Y añadió: “Espero recibirlo pronto en París”. En un comunicado, el ministerio galo ha apelado al “espíritu de solidaridad” y ha insistido en que el Gobierno francés desea trabajar con Italia para afrontar el aumento de los flujos migratorios.
El comunicado de París no es suficiente, ha dicho Tajani este viernes en una entrevista al diario Il Corriere della Sera, y ha exigido que el ministro francés le presente una disculpa por unas declaraciones calificadas de “insulto gratuito y vulgar”.
El nuevo capítulo de tensiones entre ambos países es el más grave desde otoño de 2022, cuando Italia rechazó desembarcar a los 234 migrantes que estaban a bordo del barco humanitario Ocean Viking, de la ONG francesa SOS Méditerranée. París aceptó finalmente que el buque atracase en el puerto militar de Tolón, pero su decisión le valió una oleada de críticas de la derecha y la extrema derecha. El nuevo pulso amenaza con abrir una nueva grieta entre los dos Gobiernos. El portavoz del Ejecutivo francés, Olivier Véran, ha tratado de aplacar la polémica. ”No hubo ninguna voluntad de condenar a Italia al ostracismo”, ha dicho en una entrevista con la emisora CNEWS.
Presión migratoria en la frontera
Las polémicas declaraciones de Darmanin se produjeron al día siguiente de la visita de Jordan Bardella, presidente del partido ultraderechista Reagrupamiento Nacional, a Menton, en el sur de Francia. La mano derecha de Marine Le Pen aprovechó el viaje a esta ciudad fronteriza con Italia para denunciar la “laxitud” del Ejecutivo francés, días después de que la primera ministra, Élisabeth Borne, anunciara la movilización de 150 policías adicionales en la región y la creación de una fuerza fronteriza para ampliar los controles ante la presión migratoria. Para Bardella, sin embargo, el plan supone “un refuerzo totalmente irrisorio”. El dirigente acusó al presidente francés y al ministro del Interior de mostrar “impotencia e indiferencia”.
El Gobierno francés aplazó la semana pasada el debate de una ley migratoria ante el momento convulso que vive el país tras la promulgación de la impopular reforma de las pensiones y por la falta de apoyo parlamentario. Sin mayoría en la Asamblea Nacional, el Ejecutivo necesitaría el apoyo del partido conservador de Los Republicanos para aprobar la ley migratoria, pero este la considera demasiado permisiva. Además, su líder, Éric Ciotti, lamentó el jueves lo que tildó de “ataque inútil y contraproducente” del ministro del Interior contra el Ejecutivo italiano.
Italia ha sido la principal puerta de entrada de los migrantes que alcanzaron Europa de forma irregular en los últimos meses. Más de 40.000 personas han desembarcado en el país desde enero, según la Organización Mundial de las Migraciones. Durante el mismo periodo del año pasado, fueron 11.200, según la misma fuente. Para afrontar la situación, el Gobierno que preside la ultraderechista Meloni decidió decretar el 11 de abril el estado de emergencia por un periodo de seis meses.
Después de llegar a Italia, una parte de los migrantes trata de cruzar a Francia, según han apuntado las autoridades galas. Didier Leschi, el director de la Oficina Francesa de Inmigración e Integración, ha asegurado este viernes en la emisora France Info que han aumentado los intentos de cruzar la frontera a través de los Alpes.
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