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Rusia destituye al ‘carnicero de Mariupol’ meses después de nombrarlo jefe de logística del ejército

Mijaíl Mizíntsev, responsable de la conquista de la ciudad del mar Negro, había sido aclamado entre las filas rusas cuando asumió las funciones de avituallamiento militar tras los reveses del otoño

Javier G. Cuesta
Mijaíl Mizintsev
El general destituido, Mijaíl Mizíntsev, en julio de 2018 en Moscú. Sefa Karacan (Anadolu Agency / Getty)

El alto mando del ejército ruso experimenta un importante baile de piezas en un momento en que se avecina tormenta en el campo de batalla ucranio. El coronel general Mijaíl Mizíntsev ha sido destituido como máximo responsable de la logística de las Fuerzas Armadas rusas, solo ocho meses después de haber sido nombrado. Ese periodo es apenas un suspiro, si se tiene en cuenta que su antecesor en el cargo, Dmitri Bulgákov, había dirigido el departamento que da sustento al ejército durante 25 años. Mizíntsev, conocido como el carnicero de Mariupol por su brutal toma de aquella ciudad del sur de Ucrania hace un año, ha sido relevado del cargo entre bastidores.

Esta nueva intriga de palacio fue revelada primero por el corresponsal de guerra Alexandr Sladkov, de la televisión estatal rusa Rossiya 1, quien afirmó que puede haber más destituciones porque “se está produciendo una escalada inoportuna en las pugnas internas” del ejército.

El Ministerio de Defensa ruso aún mantiene el perfil de Mizíntsev en su página web, pero la destitución fue confirmada por el resto de la prensa oficialista rusa. “Alexéi Kuzmenkov, vicejefe de la Guardia Nacional, será el nuevo viceministro de Defensa para la logística”, adelantó Sladkov, que dejó caer que en la lucha de facciones del alto mando ruso, Vladímir Putin, comandante en jefe supremo, tiene la última palabra siempre. “Este nombramiento es clave para toda la operación militar especial y el supremo actúa con fineza. Me gustaría que todo se asentase ya, que no hubiera más movimiento, y juntos emprendiéramos la culminación victoriosa de la operación”, deseó el propagandista.

El Kremlin guarda silencio

El Kremlin ha eludido comentar la destitución del hombre al que Kiev acusa de la destrucción total de Mariupol. “No, no puedo decir nada sobre esto. Es un tema del Ministerio de Defensa”, ha respondido el portavoz de Putin, Dmitri Peskov.

El nombramiento de Mizíntsev fue aclamado a finales de septiembre. Ucrania había comenzado su primera gran contraofensiva exitosa en Jersón y Járkov, y Vladímir Putin acababa de decretar la movilización forzosa de al menos 300.000 civiles a la vez que había unificado todos sus frentes de Ucrania bajo el mando de un solo general, Alexánder Dvórnikov, también conocido como el carnicero de Siria. Más de medio año después, la capital de la región de Jersón ha sido entregada a Kiev, la batalla por Bajmut continúa y Dvórnikov fue sustituido por el jefe del Estado Mayor, Valeri Gerásimov.

Cuando Mizíntsev fue elegido, políticos y blogueros proguerra rusos se sumaron al coro de aplausos. “He esperado esto muchísimo tiempo y estoy increíblemente feliz. No quiero hablar del predecesor, no podría decir nada bueno”, afirmó entonces el general y diputado de la Duma Estatal, Andréi Guruliov. El consenso general era que Bulgákov, el antecesor de Mizíntsev, nombrado jefe de la logística por Borís Yeltsin en 1997, era en gran parte responsable del fracaso de la invasión de Ucrania debido al desabastecimiento de sus unidades en las primeras fases de la ofensiva.

La destitución de Mizíntsev abre un nuevo capítulo en las luchas intestinas de las Fuerzas Armadas rusas. Bulgákov era considerado uno de los altos cargos de Defensa próximos al jefe de la compañía de mercenarios Wagner, Yevgeny Prigozhin. Su cese en septiembre fue visto como una victoria del ministro Serguéi Shoigú y de Valeri Gerásimov, enfrentados abiertamente con el empresario, hasta el punto de que este ha denunciado duramente que Moscú no le suministraba munición para hacerle fracasar en su ofensiva en la ciudad oriental de Bajmut.

La destitución ha sido lamentada por diversos propagandistas, entre ellos, Sladkov, el periodista que adelantó la noticia del cese, quien ha afirmado que hay dos campos de pensamiento ahora en el ejército ruso: los que creen que habrá una contraofensiva ucrania y los que no. En su opinión, el alto mando está dividido y una facción resultará victoriosa sobre la otra. Otros blogueros belicistas rusos han preferido mantener un precavido silencio, a diferencia de lo que hicieron hace ocho meses, cuando fue nombrado Mizíntsev. Otro corresponsal defensor de la invasión de Ucrania, Alexánder Kots, apuntó: “No hay información sobre el destino de Mizíntsev. Si ha sido retirado por completo, sería una gran lástima”.

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