Guerra Ucrania - Rusia: resumen 28/04/2023
Ucrania anuncia que los preparativos para la nueva contraofensiva están casi listos: “La haremos” | Rusia recrudece la ofensiva con una oleada de bombardeos contra varias ciudades ucranias que causan al menos 26 muertos, entre ellos cinco niños l El Kremlin dice que los ataques iban dirigidos contra objetivos militares
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El día 429 de la guerra de Rusia en Ucrania ha estado marcado por la peor oleada de ataques contra ciudades ucranias en varios meses, que han causado al menos 26 muertos, entre ellos cinco niños. El peor de los ataques ha alcanzado un edificio residencial en la localidad de Umán, en el centro de Ucrania, conocida por ser un importante centro de peregrinación para judíos jasídicos. Moscú ha afirmado que los bombardeos iban dirigidos contra objetivos militares. En el otro bando, al menos nueve personas han muerto y otras 16 han resultado heridas por un bombardeo en el centro de Donetsk, la capital de la provincia del mismo nombre y ocupada por fuerzas rusas desde 2014. El gobernador títere de Moscú, Denis Pushilin, ha acusado a Ucrania del ataque.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, ha afirmado que tienen casi terminados los preparativos para la contraofensiva de primavera, con la que tratarán de reconquistar el territorio en manos rusas en el este y sur del país. “Tan pronto como haya voluntad divina, el tiempo meteorológico [acompañe] y los comandantes tomen una decisión, la haremos”, ha dicho Reznikov. “Además de obtener armas y equipamiento militar, nuestros militares deben saber usarlos. Hemos recibido sistemas muy modernos”, ha explicado Reznikov durante una rueda de prensa en la que ha explicado que la puesta en marcha de la operación será determinado por el Estado Mayor del Ejército ucranio. Sin embargo, el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, ha instado a no considerar la esperada contraofensiva ucrania como una “batalla decisiva”, ya que esta posibilidad “distorsiona” las acciones de las Fuerzas Armadas sobre el terreno. “Si se necesita una contraofensiva, la habrá. Si se necesitan dos o más, también. Este no es un conflicto que se pueda congelar”, ha dicho Kuleba, agregando que “una batalla decisiva es aquella que conduciría a la liberación total de los territorios ucranios”.
Mientras, el Kremlin ha destituido al coronel general Mijaíl Mizíntsev como máximo responsable de la logística de las fuerzas armadas rusas tan solo ocho meses después de su nombramiento. Es un período cortísimo de tiempo si se tiene en cuenta que su antecesor en el cargo, Dmitri Bulgákov, había dirigido el departamento que da sustento al ejército durante 25 años. Mizíntsev, conocido como El carnicero de Mariupol por su brutal toma de esta ciudad del sudeste de Ucrania hace un año, ha sido relevado del cargo entre bastidores. La destitución ha sido revelada por el corresponsal de guerra Alexandr Sladkov, de la televisión estatal rusa Rossiya 1, quien afirmó que pueden producirse más destituciones porque “se está produciendo una escalada inoportuna en las pugnas internas”.
El Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial ha denunciado este viernes la difusión en Rusia de estereotipos racistas contra los ucranios, especialmente en los medios de comunicación públicos. En una sesión celebrada en Ginebra, el Comité, integrado por 18 expertos independientes, ha examinado la situación en Rusia y ha expresado su “profunda preocupación” por “la incitación al odio racial y la propagación de estereotipos racistas contra los ucranios, en particular en la radio y la televisión públicas, en Internet, así como en las redes sociales, así como por parte de personalidades públicas y funcionarios del Gobierno”. Naciones Unidas también pide a Moscú que tome medidas para vigilar y combatir estas prácticas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado un decreto que exime a los contratos actuales con las empresas de los países que llama “amigos” de su prohibición de vender petróleo ruso si estas se pliegan al tope de precio impuesto por el G-7 y la UE. En diciembre, los países occidentales, Australia y Japón acordaron imponer un tope de 60 dólares por barril al precio del petróleo ruso transportado por mar, una de las represalias por la invasión de Ucrania. En respuesta, Putin firmó en diciembre un decreto que prohibía el suministro de petróleo crudo y derivados a partir del 1 de febrero a las naciones que respetasen el tope.
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